El sueño de Boyan Slat está a punto de convertirse en realidad. El próximo sábado se pone en marcha la mayor operación planificada hasta ahora en el mundo para limpiar los océanos de residuos plásticos. Y se basa por entero en una idea que este estudiante de Delft (Países Bajos) hijo de emigrantes croatas empezó a esbozar en 2012 con apenas 16 años.
En un astillero del puerto de Alameda (frente a San Francisco, en California, Estados Unidos) se ha ensamblado un dispositivo flotante de 600 metros de longitud, una barrera para atrapar plásticos en la superficie y zonas adyacentes del mar, que el sábado se trasladará hasta aguas abiertas del Pacífico pasando por debajo del mítico puente colgante Golden Gate.
El diseño fue ideado por un estudiante holandés cuando éste tenía tan solo 16 años
El System 001 de la Fundación Ocean Cleanup afrontará en alta mar varias semanas de ensayos en los que se pondrán a prueba su estabilidad y eficacia frente a las exigentes condiciones del oleaje del mayor océano del planeta. Con los resultados de los mismos se completará su desarrollo a lo largo del año que viene, y se espera que en 2020 la gran barrera flotante pueda empezar a reducir la extensión de la inmensa isla de residuos plásticos del Pacífico norte, el llamado Great Pacific garbage patch (gran parche de basura del Pacífico), situada entre California y Hawai.
Para lograr la construcción y hacer posible el lanzamiento al agua del System 001 el próximo fin de semana han hecho falta cinco años de investigación, el desarrollo de 273 modelos, el de 6 prototipos a escala o tamaño real (uno de los cuales ya se probó en el mar del Norte, frente a las costas de los Países Bajos, país de origen de Slat, en el verano de 2016 y en el otoño de 2017) y finalmente medio año de trabajos para ensamblar sus piezas.
En forma de 'U'
El System 001 está formado básicamente por un tubo cilíndrico flotante anclado al fondo del mar del que cuelga un faldón de lona que se situará formando una 'U' en la zona contaminada para recoger los residuos con la ayuda de las corrientes marinas. De forma periódica, los plásticos acumulados en el interior de la barrera serán retirados mecánicamente y trasladados a tierra, donde pasarán un proceso de selección con el fin de reciclar la mayor parte posible.
Boyan, estudiante de Ingeniería Aeroespacial, se pasó un verano entero analizando el tamaño y la cantidad de partículas de plástico que se acumulan formando las grandes islas de basura oceánica. Y de ahí surgió su invento, que ganó varios premios, entre ellos el de Mejor Diseño Técnico 2012 en la Universidad Tecnológica de Delft, su ciudad natal. Posteriormente continuó desarrollando su propuesta y la presentó varios meses más tarde en las famosas charlas TEDx, que reúnen a los mejores talentos del globo. Con 18 años fundaba The Ocean Cleanup y el año pasado era nombrado Europeo del Año por el Reader's Digest.
El joven ingeniero está exultante con la 'botadura' del System 001, aunque es realista: “nunca eliminaremos hasta el último gramo de plástico de los océanos”. Pero con sistemas de recogida de residuos flotantes como este, y reduciendo por supuesto los vertidos, cree que “se puede alcanzar una disminución significativa de la basura marina flotante”.
Se puede eliminar el 50% de la gran mancha flotante de residuos en cinco años
En concreto, según los cálculos de Ocean Cleanup, con el trabajo solamente del System 001 sería posible eliminar el 50 por ciento de los plásticos que flotan en el Great Pacific garbage patch en tan solo cinco años. La organización medioambiental Greenpeace calcula que en este punto del planeta, la mancha de plásticos, cuya superficie va desde los 700.000 kilómetros cuadrados hasta los más de 15 millones según las diversas estimaciones, alberga seis kilogramos de plástico por cada kilo de plancton.
Cada año se vierten en los mares ocho millones de toneladas de residuos plásticos. Debido a los efectos de la luz solar, la acción del oleaje y la abrasión, los envases, bolsas y otros elementos se descomponen lentamente en fragmentos cada vez más pequeños que no son visibles desde los satélites ni en las fotografías aéreas, y que se han multiplicado por cien en los últimos 40 años, según los expertos de la Scripps Institution of Oceanography.
Al ritmo de consumo actual, en diez años los mares y océanos de nuestro planeta contendrán una tonelada de plásticos por cada tres toneladas de peces y en 2050 el peso de los residuos será superior al peso de todos los peces del planeta, según alerto el estudio La nueva economía de los plásticos, presentado en 2016 por la Fundación Ellen MacArthur ante las élites económicas y políticas mundiales reunidas en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).
Numerosos organismos marinos confunden los fragmentos, a menudo tóxicos, con comida (con el plancton, con algas, con medusas) y, si no les causan la muerte, los residuos entran en la cadena alimentaria llegando a través de la misma a los peces grandes, los mismos que después acabarán en nuestros platos. Un estudio de 2016 de la Universidad de Gante (Bélgica) calculó que un consumidor europeo medio de crustáceos, moluscos y mariscos puede ingerir hasta 6.400 microplásticos al año
Slat advierte de que su invento no es la solución al problema de la contaminación por plástico de los mares. Esta pasa únicamente por dejar de verter cantidades masivas de residuos a las aguas. “El Ocean Cleanup puede reducir significativamente la concentración de plásticos en los 'parches de basura' del océano, pero es de suma importancia 'cerrar el grifo'", quiere dejar bien claro.
Y aunque el dispositivo está diseñado para las grandes superficies oceánicas, donde operan las corrientes oceánicas circulantes, que son las que acumulan el plástico en las islas de residuos, y no para las zonas costeras y los ríos, dada la importancia de "cerrar el grifo", revela que “estamos considerando sistemas indirectos para las áreas costeras y los ríos que interceptarían el plástico antes de que llegue al océano”.