Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) debatirán este martes si excluyen el hidrógeno producido con energías fósiles en la directiva para incentivar las renovables, una disposición que enfrenta a un bloque liderado por Francia, que pide reforzar proyectos nucleares, y a otro que incluye a España y Alemania, que creen que amparar los combustibles 'bajos en carbono' bajo esta norma reducirá la ambición climática.
En su reunión ordinaria en Bruselas, los 27 buscarán una orientación general sobre el paquete del gas y el hidrógeno, que incluye propuestas de la Comisión sobre las normas comunes del mercado interior, aunque fuentes comunitarias han confirmado a Europa Press que, de forma previa al oficial, ambos bandos celebrarán encuentros separados.
Los planteamientos de Bruselas buscan impulsar la penetración de los gases renovables y de baja emisión de carbono en el sistema energético para facilitar el abandono del gas natural y permitir que desempeñen su papel de cara al objetivo de neutralidad climática de la Unión Europea en 2050.
Precisamente, ese es el objetivo que quieren proteger España, Alemania, Austria, Dinamarca, Irlanda, Luxemburgo y Portugal, firmantes de una carta a la Comisión Europea en la que advertían de que "contabilizar la energía baja en carbono en los objetivos de energías renovables reduciría los esfuerzos climáticos y frenaría la inversión en la tan necesaria capacidad renovable adicional", por lo que pedían excluir las energías 'bajas en carbono', como las denomina Bruselas, de esa normativa.
Según apunta la carta, la directiva sobre energías renovables no impide ni prohíbe a los Estados miembro utilizar otras fuentes de hidrógeno y combustibles bajos en carbono, mientras que otros pueden optar por lograr la descarbonización únicamente mediante energías renovables, la opción "preferida" por este bloque de siete países.
Por contra, otros once Estados miembro liderados por Francia firmaron a finales de febrero una declaración en la que acordaron fomentar una cooperación más estrecha entre sus sectores nucleares nacionales para explorar proyectos industriales conjuntos porque, como han apuntado fuentes diplomáticas, "la nuclear tiene un papel que jugar en la transición energética".
Este texto, que incluye a Bulgaria, Croacia, República Checa, Francia, Hungría, Finlandia, Países Bajos, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia, defiende que la energía nuclear es "una de las muchas herramientas" para alcanzar los objetivos climáticos que persigue la UE, tales como generar electricidad de base y garantizar la seguridad del suministro.
El hidrógeno que no es 'verde'
Por su parte, fuentes del Ministerio de Transición Ecológica confirmaron a Europa Press que el bando defensor de las renovables aboga por encontrar una solución en el marco del paquete del gas siempre que esta no pase por favorecer una equivalencia entre las energías renovables y las bajas en carbono, ya que defienden que el hidrógeno producido con energía atómica no es 'verde', sino 'rosa', por lo que buscan evitar que este último compute como renovable.
Sin embargo, fuentes diplomáticas apuntan a que Francia solo aceptará suprimir dicha referencia en la directiva sobre el gas si se llega a un compromiso para mencionar la energía con baja emisión de carbono en la directiva sobre energías renovables para que "al menos uno de los dos textos" reconozca el papel de combustibles bajos en carbono en la transición energética.
En este contexto, fuentes comunitarias han señalado que la presidencia de turno del Consejo, que ostenta Suecia, tratará de salvar la "brecha" entre las dos "minorías de bloqueo" y aunque "todavía no están ahí", confía en poder lograr un planteamiento general "por lo que está en juego".
Motores de combustión y reforma del mercado eléctrico
También está previsto que los ministros refrenden este martes el acuerdo alcanzado a nivel de embajadores para prohibir la venta de vehículos con motores de combustión, lo que incluye a los de diésel, gasolina e híbridos, después de que Alemania accediera a levantar su veto tras forzar un acuerdo con Bruselas para aclarar el encaje que tendrán a partir de esa fecha los combustibles sintéticos.
Asimismo, mantendrán un primer debate de orientación sobre la propuesta de la Comisión para revisar el diseño del mercado de la electricidad de la UE, que plantea exigir el uso de contratos bidireccionales por diferencia para nuevas inversiones en generación con bajas emisiones de carbono que requieran financiación pública con el fin de estabilizar los precios de la electricidad y frenar los ingresos excesivos de los productores de energía.
Por último, se prevé también que los 27 alcancen un acuerdo político sobre la propuesta para prorrogar la reducción voluntaria de la demanda de gas natural en un 15% hasta marzo de 2024.