Una ave marina que ingiere una sola pieza de plástico tiene un 20 por ciento de probabilidad de mortalidad, una posibilidad que aumenta al 50 por ciento con nueve pedazos y al 100 por ciento si ha ingerido 93 trozos.

Dirigido por Lauren Roman, estudiante de doctorado de IMAS-CSIRO y publicado en la revista Scientific Reports, un nuevo estudio encontró que aunque el plástico duro representa la gran mayoría de los desechos ingeridos, es mucho menos probable que mate respecto a los plásticos blandos como los globos.

"La ingestión de desechos marinos es ahora una amenaza reconocida a nivel mundial", dijo Roman. "Sin embargo, la relación entre la cantidad o el tipo de basura plástica que una ave marina ingiere y la mortalidad sigue siendo poco conocida", considera.

"Entre las aves que estudiamos, la principal causa de muerte fue el bloqueo del tracto gastrointestinal, seguido de infecciones u otras complicaciones causadas por obstrucciones gastrointestinales.

 

Responsables de más del 40 por ciento de las muertes

 

"Aunque los plásticos blandos representaron solo el 5 por ciento de los artículos ingeridos, fueron responsables de más del 40 por ciento de las muertes", destaca.

"Los globos o fragmentos de globos fueron los desechos marinos con mayor probabilidad de causar mortalidad, y mataron a casi una de cada cinco de las aves marinas que los ingirieron.

"Como ha encontrado una investigación similar sobre la ingestión de plástico por parte de las tortugas marinas, parece que si bien los fragmentos de plástico duro pueden pasar rápidamente a través del intestino, es más probable que los plásticos blandos se compacten y causen obstrucciones fatales", dijo Roman.

El coautor del CSIRO, Chris Wilcox, dijo que el enfoque adoptado en el estudio se desarrolló por primera vez para las tortugas antes de ser aplicado a las aves marinas.

"Estas dos aplicaciones constituyen la primera vez que ha habido una estimación robusta del impacto de la ingestión de plástico en especies marinas salvajes", dijo Wilcox. "Este es un paso crítico para desencadenar acciones para abordar la contaminación plástica",señala.

Roman dijo que aunque el estudio mostró que los artículos blandos como los globos son más peligrosos, todos los plásticos representan una amenaza mortal para las aves marinas.

"Si las aves marinas comen plástico, su riesgo de mortalidad aumenta, e incluso una sola pieza puede ser fatal. Si bien los plásticos duros tienen menos probabilidades de matar que los plásticos blandos, aún son responsables de más de la mitad de las muertes de aves marinas identificadas en nuestro estudio", indican los autores.

"La evidencia es clara: si queremos evitar que las aves marinas mueran a causa de la ingestión de plástico, necesitamos reducir o eliminar los desechos marinos de su entorno, especialmente los globos", dijo Roman.