El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha informado de que los niveles de radiación en la antigua central nuclear de Chernóbil son altos, si bien no representan peligro para las personas ni el medio ambiente.
"Hubo un aumento de los niveles de radiación, pero no se trata de una situación que pueda evaluarse como una gran amenaza para las personas o el medio ambiente, en el momento en que realizamos estas mediciones", ha explicado el director general del organismo, Rafael Grossi.
Este informe del OIEA se da después de que un equipo de inspectores visitara el lugar para brindar apoyo técnico tras la retirada de las tropas rusas, que durante los primeros compases de la guerra en Ucrania ocuparon la planta nuclear.
De hecho, las Fuerzas Armadas rusas ocuparon el lugar durante cinco semanas, antes de que el Ejército ucraniano anunciara haber recuperado el control. Tras esto, varios informes apuntaron a la posibilidad de que los soldados rusos hubieran sufrido exposición a la radiación, según apunta la agencia alemana DPA.
La mayor preocupación del OIEA reside en Zaporiyia
En este contexto, el director general del OIEA ha reconocido que se han detectado niveles de radiación más alto de lo normal en el interior e inmediaciones de las trincheras excavadas por los soldados rusos.
"Claramente, no es un lugar para hacer un picnic o excavar", ha reconocido con cierta ironía Grossi, quien ha reconocido que en la actualidad la mayor preocupación del OIEA reside en Zaporiyia, ubicada en el sureste y bajo dominio ruso.
Por su parte, el Kremlin ha denunciado "informes sin fundamento" lanzados desde occidente en los que se acusa a Rusia de presuntos "saqueos" y de los mencionados aumentos en la radiación de la zona de Chernóbil.
"Tenemos todas las pruebas necesarias, incluidos fotos y vídeos que dejan claro que las acusaciones del régimen de Kiev contra nosotros no se basan en nada", ha señalado la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova.