La campaña Generation Awake (Generación Despierta) de la Comisión Europea ha puesto en marcha su última fase, dedicada a concienciar para frenar el desperdicio de residuos. El objetivo es poner a los consumidores al corriente de los efectos que sus modelos de consumo tienen sobre los recursos naturales y proponer alternativas ilustrando sobre sus beneficios.
Para ello, se ha resumido el impacto medioambiental producido por nuestros hábitos cotidianos en una página web disponible en las 24 lenguas oficiales de la Unión Europea y se han creado unos personajes de dibujos animados que llaman a los ciudadanos a descubrir el valor de los residuos.
En 2010, la UE generó 2.520 millones de toneladas de desechos, cinco por habitante
“Podría hacer del mundo un lugar mejor, pero nadie le respeta”. Así se presenta al nuevo protagonista de la iniciativa, Bernardo Basura. La web va acompañada de una página en Facebook donde los seguidores de la campaña pueden actualizar su información.
En 2010, la generación total de residuos en la Unión Europea ascendió a 2.520 millones de toneladas, lo que representa una media de 5 toneladas anuales por habitante. Una media que no para de crecer año tras año. Su almacenamiento es inviable a largo plazo y su destrucción provoca la liberación al medio de sustancias contaminantes, por lo que la mejor solución pasa por disminuir el volumen de los desperdicios y reciclar la mayor parte posible.
Sin embargo, a pesar de que los desperdicios pueden contener materiales de valor que pueden ser reintroducidos en el sistema productivo, muchos de ellos acaban desaprovechados como consecuencia de una deficiente gestión de residuos y la UE pierde con ello abundantes posibles materias primas secundarias.
Las tres 'erres'
Según datos de la Comisión, “si se aplicara íntegramente la legislación de la UE sobre residuos, se ahorrarían 72.000 millones de euros al año, aumentaría en 42.000 millones de euros el volumen de negocios anual del sector de la gestión y el reciclado de residuos en la UE y se crearían más de 400.000 nuevos puestos de trabajo para el año 2020”.
Las tres erres –reducir, reutilizar y reciclar– son fundamentales para recuperar estos residuos valiosos. Reducir la cantidad de residuos es fácil. Por ejemplo, hay que pensar en el tipo de envases que escogemos al hacer la compra, si se cambian las bolsas de plástico por las de tela, si se planea mejor el menú de la semana para evitar tirar comida y si se opta por las facturas electrónicas.
Según la CE, aplicar la legislación de reciclaje generaría 400.000 empleos en 2020
Para que los bienes o productos puedan tener una vida útil más larga pueden donarse a otras personas interesadas o proporcionarles nueva forma y uso. Y antes de deshacerse de un artículo, siempre se debe intentar reparar.
Tras la reutilización, la mejor opción es el reciclaje. “El reciclaje evita la contaminación del agua y del aire que se genera por la explotación, la excavación y la tala de materias primas, y requiere menos energía para fabricar nuevos productos en comparación con la necesaria para las materias primas” que se toman directamente de la naturaleza, explican desde la campaña.
Tan sólo el 40% de los residuos domésticos en Europa se reutiliza o se recicla y, en algunos países, la cifra de los desechos que van a parar a los vertederos se incrementa hasta el 80%. Por ello, para lograr una Europa verde y sostenible, las autoridades hacen hincapié en la importancia de las decisiones individuales que pueden cambiar el planeta ahorrando agua, energía y otros recursos naturales, así como reduciendo residuos. Para conocer qué hacer se puede descargar la Guía de Consumo de la campaña Generación Despierta.