No tires lo que aún vale. Cambia tus residuos por productos sanos. Este es el lema del Mercado del Trueque, una iniciativa que tiene lugar en la Ciudad de México el segundo domingo de cada mes y con la que el gobierno capitalino pretende enseñar las bondades del reciclaje y la valorización de los residuos y promoverlas entre los casi 9 millones de habitantes de la urbe, cuya área metropolitana, con más de 21 millones, es la tercera más poblada del mundo.
Desde marzo del año pasado, acuden mensualmente al mercado itinerante unas 2.000 personas cargadas con sus deshechos para intercambiarlos por alimentos —en la última edición, también se distribuyó a los participantes material escolar—. Tras soportar largas y lentas colas, los ciudadanos canjean su basura por puntos acumulables que sirven para obtener productos agrícolas locales como verduras y frutas.
Cada mes acuden unas 2.000 personas, que se llevan a casa verduras y frutas
Cada vecino de la ciudad puede cambiar hasta 10 kilogramos de residuos sólidos, pero la cantidad mínima exigida es de uno. Los deshechos se separan en distintas categorías reciclables: papel y cartón, vidrio (transparente, ámbar, verde y azul), botes y latas de aluminio, plásticos PET (tereftalato de polietileno) y HDPE (polietileno de alta densidad) —empleados en la elaboración de envases desechables—, cartones tetrabrik, dispositivos electrónicos y aceite de cocina en botellas de plástico (este último no es canjeable por alimentos). El material tiene que estar limpio y ocupar el menor espacio posible.
En las siete ediciones del mercado celebradas en lo que llevamos de año, han participado 12.000 personas, que han entregado para el reciclaje 100 toneladas de residuos, según fuentes del gobierno del Distrito Federal. El papel y el cartón, con 65,5 toneladas, son los materiales más recogidos, seguidos por el vidrio —casi 40 toneladas—, los plásticos PET y HDPE, con 39 toneladas; los envases tetrabrik, con 15; las latas de aluminio, de las que se recogieron16 toneladas, y 11.000 piezas de aparatos electrónicos.
12.000 toneladas al día
A pesar de que el volumen de residuos reciclados en la Ciudad de México, una de las metrópolis más contaminadas del mundo, se ha incrementado en los últimos años, porcentualmente sigue siendo muy bajo. Diariamente se generan unas 12 mil toneladas —cada habitante produce cerca de 1,5 kilos de basura— y tan sólo se trata adecuadamente un 12%, según datos de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del Gobierno Federal mexicano. Con estas cifras en la mano, los sucesivos gobiernos capitalinos han implementado diversas medidas, como sanciones económicas por tirar basura en las calles y la obligación de separar los residuos orgánicos de los inorgánicos.
La problemática de los residuos colea desde hace décadas en México. El incremento de la generación de basura como consecuencia de los patrones de consumo actuales y el ineficiente y escaso o nulo tratamiento que reciben los desechos hace que muchos de ellos se depositen en vertederos clandestinos contaminando el medio ambiente y ocasionando daños en la salud de la población.
Los porcentajes de reciclado de la ciudad son muy bajos, apenas un 12% del total
En 2011, el Gobierno mexicano estimó que el 72% del volumen de residuos en el país fue arrojado en rellenos sanitarios —lugares en los que se compacta la basura y se cubre con tierra para volver a depositar más encima, y así sucesivamente, hasta que se dan por saturados— u otros sitios controlados. El 23% acabó en zonas no controladas y tan sólo el restante 5% se recicló.
Según datos de la administración federal, el número de rellenos sanitarios en el país ha pasado de 30 a 196 entre 1995 y 2011, y la capacidad de almacenamiento de los mismos, de 5,95 a 26,14 millones de toneladas. Pero dichos avances se han registrado sobre todo en las grandes ciudades y no en las pequeñas localidades, muchas de las cuales carecen de estas instalaciones y en las que el problema medioambiental se agrava.
Para distintas empresas, organizaciones y actores de la sociedad civil, la solución pasa por la aplicación por parte de la población de las tres R+1: Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recoger. Para lograrlo, se han unido bajo la campaña Limpiemos Nuestro México, un ambicioso plan de acción, educación y conciencia ambiental.