En total se arrojaron desde las carrozas cien toneladas de caramelos en las 21 cabalgatas que discurrieron los días 5 y 6 de enero por los distintos barrios sevillanos, de las que más de la mitad quedaron esparcidas por las calles.
La empresa pública de limpieza, LIPASAM, ya advirtió que era mejor regalar juguetes, peluches, golosinas o gusanitos, que son más apreciados y no se quedan abandonados.
Un gasto de al menos 20.000 euros, además de otros 20.0000 euros en arreglo de maquinaria por las averías que genera este trabajo
Las tareas de limpieza han supuesto un gasto de al menos 20.000 euros, además de otros 20.0000 euros en arreglo de maquinaria por las averías que genera este trabajo.
Lipasam había realizado previamente una campaña de sensibilización para reducir la cantidad de caramelos duros y potenciar el uso de los caramelos blandos, gominolas u otro tipo de objetos como pelotas antiestrés y bolsas plegables con funda.
Ecologistas en Acción aboga por una gestión más sensata de los residuos y del gasto público que evite despilfarro semejantes.
Esta práctica envía mensajes contradictorios a la ciudadanía cuando se acaba de aprobar el nuevo proyecto de ley para prevenir el desperdicio alimentario, con un enfoque centrado en la prevención y la concienciación “con el lema aquí no se tira nada” del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y con la celebración del día 29 de septiembre Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.