Ecologistas en Acción y vecinos de la zona han denunciado que el río Guadarrama, entre las localidades de Arroyomolinos y Navalcarnero, vuelve a acumular kilos de residuos y enseres que taponan su cauce, en un espacio protegido por el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, en la Comunidad de Madrid.
"Vertedero flotante"
Electrodomésticos, colchones, envases, mobiliario y hasta coches desguazados es basura que ha vuelto al río dos años después. Los denunciantes critican que el Guadarrama se ha convertido en un "vertedero flotante" en el que las administraciones implicadas "se lanzan la pelota unas a otras" y no se resuelve la situación.
Asentamiento chabolista de Las Sabinas
El punto de origen de la acumulación de los desechos que acaban es el asentamiento chabolista de Las Sabinas que, como no está en casco urbano, complica la limpieza. La Policía y los Agentes Forestales vigilan la zona pero no han logrado erradicar esta práctica que atenta contra el medio ambiente.
Sin medios suficientes para retirar las basuras ni para vigilar
La competencia sobre la recogida de residuos sólidos urbanos le corresponde a las administraciones locales. La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) se lo ha recordado pero los ayuntamientos afectados aseguran que no disponen de medios suficientes ni para retirar las basuras ni para vigilar constantemente la zona.
La CHT encarga de la limpieza de los cauces de los ríos. Hace un año, un acuerdo entre la Confederación, la Comunidad y los ayuntamientos que sufren este problema (Móstoles, Arroyomolinos, Navalcarnero, Batres y Villaviciosa de Odón) permitió limpiar y restaurar este tramo del Parque Regional del Río Guadarrama.
En detalle, el Ejecutivo autonómico retiró 4.071,13 toneladas de residuos ilegales el año pasado en el Parque Regional del curso medio del río Guadarrama y su entorno el año pasado a su paso por los términos municipales de Villaviciosa de Odón, Navalcarnero, Móstoles, Batres y Arroyomolinos, de la Comunidad de Madrid
Asimismo, han realizado trabajos que incluía medidas disuasorias, tales como cerramientos, para impedir que se sigan produciendo vertidos en el entorno de la Autovía A-5 a su paso por el río Guadarrama, ha indicado a Europa Press fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura.