La plataforma Un Futuro Sin Carbón, integrada por las principales organizaciones ambientales de España y miembro de la alianza europea Europe Beyond Coal, ha aplaudido el cese de actividad este miércoles de 7 plantas de carbón en España, ya que lo consideran "fundamental para hacer frente al cambio climático".
"La realidad actual de un mercado energético que abre paso a las energías renovables y ha demostrado la obsolescencia del carbón, tanto en Europa como en el mundo, convierte este apagón en un punto de inflexión de cara al cierre total de las plantas restantes que seguirán operando en el país tras esa fecha", señala la plataforma.
Convenios de Transición Justa
En este sentido, la plataforma considera "significativo" que España sea el país europeo en el que dejan de operar más centrales de carbón en esta fecha. "Esto muestra que es el momento de acelerar el proceso para poner fin a toda la capacidad de carbón en España asegurando una transición justa para dar certidumbre a las personas afectadas por los cierres, a las actividades auxiliares y las regiones impactadas mediante la aplicación de los Convenios de Transición Justa", apunta.
Asimismo, las organizaciones que forman parte de la plataforma creen que es el momento para construir un futuro más limpio y aprovechar la salida de la crisis sanitaria causada por la COVID-19 para crear un camino de recuperación verde que permita hacer frente a la emergencia climática con una economía resiliente que no deje a nadie atrás.
El proceso de cierre de centrales de carbón, "imprescindible para hacer frente a la emergencia climática", se ha acelerado en Europa. En España, a pesar de no contar con una fecha clara y vinculante para el cierre, como sí han establecido en todos los países de Europa occidental, ha sido una mezcla de factores los que han avisado, como venían haciendo las organizaciones ecologistas, de que "el carbón no tiene cabida en la transición energética y hay que apostar por las fuentes renovables --que ya son plenamente rentables-- como solución para un medio ambiente limpio".
Las 7 centrales
Las 7 centrales dejarán de operar este miércoles en España al finalizar el periodo de vigencia del Plan Nacional Transitorio (PNT), mecanismo de excepción recogido en la Directiva de Emisiones Industriales de la Unión Europea.
Las plantas que dejan de operar son Compostilla II (León) y Andorra (en Teruel), ambas propiedad de Endesa; y Velilla (Palencia), de Iberdrola; Narcea (Asturias), La Robla (León) y Meirama (A Coruña), de Naturgy; y Puente Nuevo (Córdoba) de Viesgo.
Aunque Iberdrola también solicitó el cierre para la central de Lada (Asturias) y también dejará de estar operativa a partir del 30 de junio, podrá seguir disponible hasta contar con la autorización de cierre del Gobierno, dado que cuenta con las técnicas necesarias para poder operar cumpliendo con los límites de emisión de la normativa europea.
Según recuerda la plataforma, en los últimos meses, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha ido autorizando en diferentes etapas el cierre de estas ocho centrales (Lada incluida), aunque de momento solamente una (Compostilla II) de las ocho plantas que dejan de verter energía a la red este 30 de junio tiene la autorización formal del Gobierno.
Todas ellas suman una capacidad de 5,16 GW y, según el informe Last Gasp publicado en 2018, se estima que en 2016 fueron responsables de 349 muertes prematuras, 259 casos de bronquitis crónica y 287 ingresos hospitalarios, que llevaron asociados unos costes a la salud de entre 0,5 a 1 millón de euros en toda Europa. Para proceder al cierre definitivo, las centrales deben recibir la autorización del Gobierno. Una vez lo hagan, la capacidad de carbón de España se reducirá a 4,7 GW.
Las otras plantas de carbón por cerrar después del 2020 son As Pontes (A Coruña), los grupos 3 y 4 de Alcudia (Mallorca) y Litoral (Almería), las tres de Endesa; Aboño (Asturias) y Soto de Ribera (Asturias), propiedad de EDP; y Los Barrios (Cádiz), de Viesgo. La única compañía eléctrica que hasta la fecha no se ha pronunciado aún sobre fechas concretas de cierre ni ha presentado la solicitud para que esto se produzca de forma ordenada y planificada ha sido EDP.
Ante la emergencia climática que vive el planeta y las condiciones que plantea la legislación medioambiental europea, los recientes cambios en el mercado energético y los planes de descarbonización anunciados por algunas de las empresas, las organizaciones aseguran que el adiós al carbón debe ser "un camino sin retorno que se tiene que materializar en 2025, a más tardar, y que exige no cambiar esta fuente de energía por otras que sean también contaminantes".