La organización ecologista Greenpeace ha denunciado la actuación de las empresas españolas frente a la lucha contra el cambio climático porque realizan medidas "trampas" que se alejan del cumplimiento del Acuerdo de París.
Así se desprende del informe publicado este miércoles por la ONG que lleva por título Haciendo Trampas al Clima. Resistencias y malas prácticas del sector empresarial ante el reto de la descarbonización, donde se analizan las diferentes estrategias que realizan las diez principales empresas españolas contra el cambio climático.
Trileras del clima
Los sectores que predominan en esta lista son las empresas de electricidad, las financieras, las aéreas, las de gestión de residuos y las de deportes, a las que Greenpeace tacha de empresas "trileras del clima". Junto al informe, la organización ha publicado un vídeo y una colección de memes que muestran a diferentes CEO de las empresas jugando una partida de mus "por el clima con carta marcadas".
"Son unos trileros del clima. Están haciendo trampas con el Acuerdo de París, jugando con el lenguaje y la comunicación mientras siguen sin asumir que la transición ecológica implica cambios en los modelos de negocio, en las cadenas de valor, en las pautas del consumo o en el comportamiento empresarial", ha señalado el portavpz de Greenpeace España, Miguel Ángel Soto.
Las principales "trampas" que ha detectado Greenpeace son el "buenismo corporativo" que, según explican, es la práctica de adherirse a pactos medioambientales pero sin medir los progresos ni cambiar las prácticas empresariales; apelar a la neutralidad tecnológica repartiendo fondos económico a aquellas que son fuentes de gases de efecto invernadero; hacer uso de los términos eco, bio y verde y acabar abusando de estas palabras.
Asimismo, trucar la contabilidad de emisiones de CO2 o falsear la huella de carbono; comprar energía con certificado verde como forma de compensar las emisiones; plantar árboles para compensar las emisiones; y por último, posponer la descarbonización en espera del desarrollo de la captura y almacenamiento de carbono.
Este informe, insiste la organización ecologista, revela que las empresas "eluden" los cambios sistémicos necesarios para reducir las emisiones brutas de gases de efecto invernadero en el horizonte de 2050. "Bajo el eslogan de cero emisiones netas en 2050, buscan mantener el actual modelo económico, y en ocasiones contribuyen a agudizar la actual crisis climática", ha recalcado Greenpeace.
Reclamaciones al Gobierno y a la UE
Por último, el informe pide al Gobierno y a la Unión Europea condicionar las ayudas, el reparto de fondos y los rescates al cumplimiento de la hoja de ruta para la descarbonización real de la economía, así como un órgano de control y regulación independiente en materia de política energética, la obligatoriedad en el reporte de huella de carbono y el desarrollo reglamentario de la ley de información no financiera y diversidad.
Además, reclaman un tratado vinculante sobre empresas y derechos humanos en el marco de naciones unidas y la prohibición de la publicidad y el patrocinio por parte de la industria de los combustibles fósiles.