El calabacín es una hortaliza saludable, barata y que permite múltiples posibilidades culinarias. No sólo puede comerse el fruto, sino también sus flores. A nivel nutritivo, su gran riqueza en agua, escasez en proteínas y grasas y su contenido en fibra (1,1%), vitaminas (A, C y del grupo B) y minerales (potasio, sodio y hierro) hacen de él un ingrediente ideal para dietas de personas con sobrepeso, hipertensión, problemas digestivos, estreñimiento o retención de líquidos. Es, además, una gran fuente de antioxidantes y resulta especialmente indicado para la época estival por su efecto refrescante.
Ingredientes (para unas 4 personas):
• 2 puerros cortados finos.
• 4 calabacines a rodajas finas.
• Aceite de oliva.
• Sal.
• Leche de arroz.
• 1,5 cucharadas de miso blanco.
• 2 cucharadas de almendra en polvo.
• Una tira de alga wakame.
• Una flor de calabacín.
• 50 gramos de tofu ahumado.
• Semillas de sésamo negro y blanco para decorar.
Elaboración:
Se lavan y trocean bien finos los puerros. Seguidamente, los salteamos con aceite y sal durante siete minutos a fuego medio. Cortamos los calabacines a rodajas finas con ayuda de una mandolina. Se añaden a los puerros. Añadir también el wakame y el agua suficiente para que cubra una cuarta parte del volumen de las verduras.
Tapar y cocer a fuego medio durante 25 minutos.
Triturar con la batidora hasta conseguir una consistencia cremosa. Rectificar de líquido con agua o leche de arroz en caso de que la crema haya quedado excesivamente espesa. Añadir el miso blanco y la almendra en polvo. Remover y servir en tazas o platos soperos.
Para decorar, pueden añadirse para cada comensal algún trocito de tofu ahumado con semillas de sésamo, una flor de calabacín o un trocito de wakame para darle una textura diferente.
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