Un estudio de ISGlobal, destaca que las personas que se desplazan en bicicleta al trabajo o al centro de estudios al menos una vez por semana tienen un 20% menos de riesgo de padecer estrés que las que no pedalean nunca.
En concreto, las personas que van en bicicleta cuatro días a la semana reducen el riesgo de estrés hasta el 52%, en comparación con las que no pedalean nunca. La investigación ha sido publicada en la revista BMJ Open.
En general, las personas utilizan más la bicicleta cuando los desplazamientos son más cortos, y cuando tienen estaciones de bicicletas públicas cerca de sus domicilios y centros de trabajo o estudio.
Además, los resultados de la investigación muestran que el riesgo de padecer estrés es menor cuando el entorno urbano es más amigable para ir en bicicleta, por ejemplo cuando existen estaciones públicas cercanas y carriles bici. De esta manera, el estudio concluye que un diseño del entorno urbano que tenga en cuenta la bicicleta puede potenciar el uso de este medio de transporte y reducir el riesgo de estrés.
El estudio, que se enmarca en el proyecto TAPAS, se realizó a partir de cuestionarios telefónicos a cerca de 800 personas adultas y sanas de la ciudad de Barcelona, de entre 18 y 69 años, que estudian o trabajan.
Planificación urbana
“Se trata del primer estudio que se centra en la relación entre los desplazamientos en bicicleta y el estrés autopercibido”, explica Ione Avila-Palencia, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio. “Tenemos una sociedad bastante estresada y las conclusiones de esta publicación señalan que la bicicleta puede ayudar a reducir los niveles de estrés en la población”, añade.
Mark J. Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, destaca que “estos resultados sugieren que los responsables políticos deben promover el uso de la bicicleta y priorizarlo en la planificación urbana y de transportes para reducir los niveles de estrés y mejorar la salud pública y el bienestar”.