Es tres veces más grande que España y se llama Monumento Nacional Marino de Papahānaumokuākea. En una de las últimas decisiones de su mandato, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió recientemente ampliar la superficie de esta reserva natural marina situada en el Pacífico central, a unos 250 kilómetros al noroeste del archipiélago principal de Hawai multiplicándola por cuatro. Eso la ha convertido en el mayor espacio natural protegido del mundo.
La ampliada Papahānaumokuākea, que ahora se extiende sobre 1,5 millones de kilómetros cuadrados, protegerá 7.000 especies marinas, entre ellas el organismo vivo más viejo del planeta, unos corales negros de 4.500 años de antigüedad, y animales en peligro de extinción como la tortuga verde (Chelonia mydas), la foca monje hawaiana (Monachus schauinslandi) y el ánade de Laysan (Anas laysanensis), el pato más escaso del planeta, del que se cree que sólo quedan unos 500 ejemplares en libertad. Una cuarta parte de toda esta biodiversidad es endémica, sólo se puede encontrar en estas aguas y atolones coralinos.
El santuario, tres
veces más grande
que España, protegerá 7.000 especies marinas
Pero la reserva hawaiana no solamente tendrá importancia como refugio seguro para estas formas de vida. También realizará una contribución de enorme importancia para la lucha contra el cambio climático, donde la actividad biológica permitirá retener inmensas cantidades de dióxido de carbono. “No sólo ha creado la mayor reserva del mundo, Obama también ha creado el mayor refugio climático”, afirma el geólogo Seth Horstmeyer, de The Pew Charitable Trusts, una organización independiente que ha desarrollado una tarea fundamental en la lucha para proteger Papahānaumokuākea.
“Quiero que dentro de 20 años, de 40, de 100, éste sea un lugar al que la gente todavía pueda venir y ver cómo es un sitio que no ha sido destruido por los humanos”, proclamó solemnemente Obama durante la inauguración del Congreso Mundial de la Naturaleza celebrado hace unos días en Honolulu, la mayor ciudad de las Hawai y lugar donde él nació. El espacio había sido protegido con las anteriores dimensiones por su predecesor George W. Bush en 2006 y fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 2010.
Sin embargo, el decreto presidencial de ampliación de la reserva marina y terrestre, que prohíbe actividades extractivas como la pesca comercial (que no se puede llevar a cabo desde 2011) o las prospecciones mineras o de hidrocarburos, autoriza a las fuerzas armadas estadounidenses seguir llevando a cabo sus ejercicios en estas aguas, que fueron escenario de una de las batallas navales más grandes de la Segunda Guerra Mundial, la de Midway (cuyos restos son también objeto de protección como patrimonio histórico). También seguirán pudiéndose practicar la pesca recreativa y la de subsistencia por parte de las comunidades locales.
En las grandes ligas
La decisión de ampliar Papahānaumokuākea ─cuyo nombre hace referencia a Papahanamuoku una antigua deidad adorada por los hawaianos que supuestamente creó estas islas─ fue adoptada en un tiempo récord: el 29 de enero del año pasado, siete personalidades hawaianas escribieron a Obama para solicitar más protección para la zona. El 16 de junio de este año, el senador Brian Schatz presentó una propuesta para ampliar la reserva y el 26 de agosto, Obama firmó el decreto.
El presidente, que no tiene potestad para declarar un territorio parque nacional, sí puede en cambio protegerlo como monumento nacional, empleando para ello las atribuciones que le concede la Ley de Antigüedades, instaurada hace un siglo por su antecesor Theodore Roosevelt. La normativa le ha permitido durante sus dos mandatos proteger millones de kilómetros cuadrados de tierra en lugares de importancia ecológica, histórica o cultural, lo que le hará pasar a la historia como el presidente que más ha ampliado los espacios naturales protegidos estadounidenses, en más de un millón de kilómetros cuadrados.
Obama ha añadido
más de un millón de kilómetros cuadrados de espacios protegidos
Además, impulsó la firma en diciembre pasado y la reciente ratificación a primeros de septiembre por parte de Washington del tratado de París contra el cambio climático después de que Estados Unidos, segundo país mayor generador de emisiones del globo, fuera durante años totalmente contrario a un acuerdo global vinculante sobre la materia ─fue uno de los países que se negó a suscribir el Protocolo de Kyoto─. En diciembre pasado firmó una ley que prohibirá a partir del año que viene las microesferas de plástico en productos de aseo personal y cosméticos. Una larga lista de decisiones en materia de lucha contra la contaminación y el calentamiento global, y en favor de la eficiencia energética, la economía más sostenible y la protección de ecosistemas convierte los dos mandatos de Obama en los más favorables a la defensa del medio ambiente de la historia reciente norteamericana.
El presidente de Palau, Tommy Esang Remengesau, recordó a Obama que solo el 2% de los océanos del mundo está protegido y su país, un archipiélago del Pacífico de apenas 20.000 habitantes, ha protegido el 80% de las aguas de su Zona Económica Exclusiva, la franja que se extiende hasta 200 millas (321 kilómetros) de la costa. “Papahānaumokuākea constituye un gran arranque, señor Obama. Pero cuando haya protegido el 80% de su Zona Económica Exclusiva habrá entrado usted en las grandes ligas”, espetó a su homólogo norteamericano.
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