El Parlamento Europeo (PE) quiere acabar con las ayudas económicas que recibe la tauromaquia. El pasado 28 de octubre, los eurodiputados votaron por amplia mayoría prohibir la financiación de las corridas de toros, después de dos años de campaña en los que el Grupo de los Verdes / Alianza Libre Europea y diversas organizaciones animalistas han recogido miles de firmas de ciudadanos que se oponen a que con sus impuestos se subvencione la fiesta.
En concreto, se han aprobado dos enmiendas al proyecto de los presupuestos de la Unión Europea para 2016. La enmienda 1437 pide expresamente que no se dediquen “créditos para subvencionar la cría de toros destinados a morir en una corrida”, al considerar inaceptable Los Verdes, autores de la propuesta, que la cría de estos animales para su uso en las corridas de toros continúe recibiendo subsidios europeos. La iniciativa fue aprobada por mayoría absoluta en una votación a mano alzada, sin necesidad de escrutinio electrónico.
Asimismo, la enmienda 22, que también consta en la resolución anexa al presupuesto comunitario del próximo año, “reitera que no deben utilizarse créditos de la Política Agraria Común (PAC) ni cualesquiera otros créditos del presupuesto para financiar actividades taurinas que impliquen la muerte del toro” y recuerda que “una financiación de ese tipo constituye una clara violación del Convenio Europeo de protección de los animales en explotaciones ganaderas (Directiva 98/58/CE del Consejo)”. La propuesta obtuvo 438 votos a favor, 199 en contra y 50 abstenciones.
"Esta mayoría holgada, mucho mayor que la del año pasado, prueba que la tauromaquia es cosa del pasado. Los representantes del pueblo europeo tienen claro que, en pleno siglo XXI, torturar animales por el disfrute y el espectáculo no es en ningún caso cultura, ni mucho menos algo digno de ser financiando con dinero público", afirmó el día de la sesión plenaria el portavoz de EQUO en el Parlamento Europeo, Florent Marcellesi.
La propuesta de la Eurocámara tiene ahora que ser ratificada por el Consejo Europeo
Según los defensores de la propuesta, la Unión Europea destina al menos 130 millones de euros anuales a mantener el negocio de las corridas de toros. No se subvenciona a la tauromaquia de forma directa, sino a través de los subsidios de la PAC que se otorgan a los propietarios de tierras según su superficie, sin entrar a considerar a qué se dedica el terreno siempre que sea para usos agrícolas y ganaderos. Por tanto, pueden utilizarse para la cría de toros que luego acaben en el ruedo (la iniciativa no tendría ningún impacto en Portugal porque allí no se mata al toro en la plaza).
Y no se trata de un sector de reducidas dimensiones: en España existen más de 1.000 ganaderías dedicadas a la reproducción de toros de lidia, que cuentan con una cabaña que supera en conjunto los 200.000 animales, según la Unión de Criadores de Toros de Lidia.
Ya en 2013, un informe titulado Toros & Taxes, elaborado por ERC/Catalunya Sí y difundido por Los Verdes en la Eurocámara concluía que la tauromaquia “está muy subsidiada, tanto por las administraciones españolas como por los fondos europeos”. De acuerdo con sus conclusiones, las estructuras estatales aportarían un mínimo de 571 millones de euros anuales y la Unión Europea, otros 129,6 millones a través de los programas de la PAC. De no ser por estas ayudas, explican los autores, los festejos taurinos estarían probablemente “al borde del colapso y no podrían subsistir”.
“Este es un paso importantísimo para avanzar hacia el fin de las corridas de toros en España. La tauromaquia ha estado muchos años beneficiándose de estas subvenciones a pesar de que no cumplía los requisitos para recibirlas. Si dejan de recibir dinero público, no tengo ninguna duda de que su fin estará muy cerca. Algo que celebrará la mayor parte de la sociedad”, se felicita el director de Igualdad Animal, Javier Moreno.
La directora en España de AnimaNaturalis, Aïda Gascón, afirma: “El dinero de todos los ciudadanos europeos estaba siendo destinado a esta tradición de sangre, tortura y muerte… y eso no sólo es un problema ético, sino que debiera ser considerado una especie de fraude”.
No obstante, la clara postura de los eurodiputados puede quedarse en un mero gesto simbólico, pues tras la votación queda un largo camino por recorrer para conseguir eliminar estas subvenciones. La propuesta del legislativo comunitario tiene ahora que ser ratificada por el Consejo Europeo (los estados miembros) y, además, para hacerla efectiva, habrá que introducir modificaciones en la PAC.
La FP de tauromaquia
La Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) ha emitido un comunicado en el que defiende que “dicha enmienda no tiene fundamento legal, ya que los ganaderos de toros de lidia tienen tanto derecho como cualquier otro productor europeo a recibir las ayudas europeas y no se puede modificar el reglamento de ayudas directas de la PAC a través de un procedimiento presupuestario”.
El lobby taurino sigue defendiendo que la tauromaquia es la actividad cultural que más ingresos aporta a las arcas del Estado, que vive sin subvenciones y que, pese a los augurios de sus detractores sobre su futuro, se encuentra en perfecta forma.
Según las estadísticas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el número total de espectáculos o festejos populares en los que participan reses aumentó un 13% entre 2013 y 2014, situándose en 15.848, después de haber caído hasta los 14.262 en 2011 y los 13.815 en 2013.
Sin embargo, los que se celebraron en plazas permanentes se redujeron prácticamente a la mitad entre 2007 y 2014: de 3.651 a 1.868 (un 48,9% menos). El descenso ha sido progresivo, aunque entre 2013 y 2014 se registró un ligero repunte del 0,5%. En concreto, las corridas de toros pasaron de las 953 de 2007 a las 398 de 2014 (un 58,3% menos).
La afición taurina sigue contando con el apoyo incesante tanto del PP como del PSOE
A los protaurinos les llegan golpes desde varios frentes. A la posición de la Eurocámara hay que añadir la prohibición de las corridas de toros en Cataluña en 2012 (aunque, de forma poco coherente, se han mantenido los correbous) y las medidas anti-tauromaquia que han tomado algunas de las nuevas coaliciones de izquierda que se hicieron con comunidades autónomas y ayuntamientos en las pasadas elecciones.
Sin embargo, los festejos siguen contando con un apoyo constante de la clase política. El Partido Popular, sin tapujo alguno, y el Partido Socialista, con algo más de disimulo –como se pudo comprobar en el caso del Toro de la Vega de Tordesillas–, se las ingenian para conservar la fiesta nacional. En esta legislatura, los populares han aprobado leyes para declarar las corridas de toros "patrimonio cultural inmaterial de la humanidad" y “bien de interés cultural”.
Sin ir más lejos, a finales de octubre, el Ministerio de Cultura acordó conceder el Premio Nacional de Tauromaquia 2015 a la escuela madrileña Marcial Lalanda, un centro al que el ayuntamiento de la capital española –gobernado por el grupo progresista de Manuela Carmena– había retirado la subvención de 61.200 euros que recibía. Con el premio, dispondrá de 30.000 euros.
Y el Ministerio de Educación ha diseñado un nuevo curso de formación profesional en tauromaquia, que podrá ser cursado en las escuelas taurinas y los institutos. El ministro Méndez de Vigo ya está ofreciendo la titulación Tauromaquia y Actividades Auxiliares Ganaderas, en fase de borrador, a las comunidades autónomas, en un guiño del PP a los aficionados taurinos ante las elecciones generales del próximo 20 de diciembre.
“Establecer de manera reglada los estudios en tauromaquia supondría el mantenimiento económico de estas escuelas –que en su mayoría dependen de partidas públicas para su funcionamiento–, ofreciendo otra vía de financiación y de relevo generacional a un espectáculo que se ha demostrado claramente deficitario y rechazado por la mayoría de la sociedad, especialmente los más jóvenes.”, denuncian desde la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales.
La iniciativa ha tenido un gran rechazo en las redes sociales y una campaña de recogida de firmas para que se retire la propuesta ya ha conseguido más de 400.000 adhesiones. España todavía queda muy lejos de Europa.
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