Un tramo oriental del litoral granadino bien podría llamarse la Costa de los Neumáticos. Más de un millar de ellos –aunque su número real, posiblemente muy superior, es imposible de determinar– se amontonan en diversos puntos poco accesibles de sus calas y acantilados, a los que son arrojados sin contemplaciones por responsables de talleres mecánicos ilegales y particulares de escasos escrúpulos, según una investigación llevada a cabo por la Cátedra Relec de la Universidad de Cádiz.
Se trata de unos residuos que no solamente afean el paisaje, sino que resultan altamente contaminantes porque, además de caucho, material que supone el 60% de la composición de la cámara, los neumáticos contienen fibras textiles a base de nailon o acero y, mezclados indisolublemente con la goma debido al proceso de vulcanización, aditivos altamente tóxicos como el azufre o el negro de carbón, un subproducto de la combustión de los hidrocarburos.
Varias organizaciones medioambientales impulsan un proyecto para limpiar la zona
"Al parecer, las ruedas proceden de talleres mecánicos ilegales y llevan años tirándolas de esta manera", señala Enrique Montero, responsable de la cátedra universitaria y del proyecto Ecopuertos de limpieza de zonas costeras. La hipótesis más probable es que se trate de neumáticos importados de forma fraudulenta y que por ello no pagan las tasas que se abonan para que una vez terminada su vida útil sean retirados por el Signus (Sistema Integrado de Gestión de Neumáticos Usados) para su reciclaje o valorización. Por dicha razón, los desaprensivos se deshacen de ellos lanzándolos desde los riscos.
La Cátedra Relec, Ecopuertos y los voluntarios del colectivo Sierra Nevada Limpia –autodenominados jocosamente el Batallón Basurista– trataron de poner en marcha una operación de retirada de las ruedas. Lograron un acuerdo con el gestor de residuos de envases Ecoembes –que está dispuesto a financiar la operación– y con una compañía cementera –que se encargaría de la destrucción empleándolas como combustible en sus hornos–. También movilizaron a un grupo de buceadores y voluntarios terrestres y contaban con lanchas zodiac para arrastrar las llantas hasta zonas de la costa desde donde fuera más fácil ponerlas en tierra.
Todo parecía dispuesto para acometer la limpieza de esta parte de la costa granadina. Lo más difícil se había conseguido. Los promotores de la iniciativa se dirigieron entonces a la Administración en un intento de lograr que la misma fuera el resultado de "la colaboración de los poderes públicos y la sociedad civil", pero hasta ahora no han obtenido respuesta, por lo que "de momento, está todo paralizado", lamenta Montero en conversación con EcoAvant.com.
"Cuando levantas un tema de residuos, en la Administración se ponen muy nerviosos, porque quizás se evidencia su responsabilidad en relación con el hecho de que los mismos se encuentren allí", especula. Esta publicación se puso en contacto con la Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Granada para recabar su versión de los hechos, pero no la había recibido a la hora de publicar el artículo.
A fuerza de brazos
"En realidad no es un problema de costes, porque hay muchos voluntarios. Es una cuestión de coordinación y de voluntad política", señala. Y no parece que las instituciones estén por la labor de ayudar en este terreno. Su sobrino también llamado Enrique Montero, impulsor de Sierra Nevada Limpia, revela a esta publicación que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil les advirtió de una posible denuncia por haber dejado junto a un tramo de carretera en desuso, por carecer de un vehículo adecuado para llevárselos, un centenar de neumáticos que sus voluntarios habían subido a pulso en enero desde la orilla tirando trabajosamente de ellos mediante cuerdas.
El proyecto Ecopuertos nació para concienciar a los pescadores de arrastre de que debían llevar a puerto las basuras de todo tipo atrapadas en sus redes para ayudar a mejorar las condiciones ambientales marinas. Posteriormente, amplió su radio de actividad a zonas más cercanas a la costa mediante salidas de submarinistas para limpiar los fondos. Ahora, en colaboración con Sierra Nevada Limpia, su actividad se traslada también a tierra firme para eliminar los neumáticos y otros residuos depositados en primera línea de costa, desde donde podrían ser arrastrados por los temporales al mar.
Desde hacía varios años, los voluntarios de Sierra Nevada Limpia –que al principio centraban únicamente su actividad en el parque nacional de alta montaña de esta cordillera– se presentaban una vez al mes en la costa para limpiar de basura diversos tramos. Pronto constataron que en el municipio de Gualchos-Castell de Ferro se registraba una gran concentración de residuos, y especialmente de neumáticos. En dos acciones puntuales lograron sacar 70 de ellos en total.
Las entidades piden la colaboración de la administración, hasta ahora sin respuesta
"En la salida del túnel de La Rijana, donde hay una gruta accesible para los barcos, vimos unas 500 ruedas, aunque están en un lugar donde es muy difícil sacarlas, y creemos que en el mar habrá muchas más", comenta Enrique Montero de Sierra Nevada Limpia, quien se lamenta de que el lugar, para mayor escarnio, esté catalogado como Zona de Especial Conservación (ZEC).
El pasado domingo 1 de enero, seis miembros de la organización empezaron el año presentándose a las 6 de la mañana en las proximidades de La Rijana decididos a sacar tantas ruedas como fuera posible. Provistos de cuerdas, izaron a fuerza de brazos los neumáticos en grupos de cuatro o cinco hasta retirar nada menos que 130 a eso de la una de la tarde. "Tratamos de llevarlos al punto limpio del municipio, pero parece estar inactivo: dentro del perímetro vallado no había nada", recuerda.
Así que los dejaron apilados junto a la vieja carretera hoy abandonada, esperando que las administraciones, a las que informaron de su acción, se hicieran cargo de ellos. En vano. Allí permanecerían durante cuatro meses, hasta que, tras ser amonestados por la Guardia Civil, los ecologistas fletaron un camión para llevárselos a Málaga, donde fueron triturados e incinerados en una fábrica de cemento.
Los voluntarios de Ecopuertos y Sierra Nevada Limpia se sumaron el pasado fin de semana a la iniciativa Un metro cuadrado por la naturaleza impulsada por la ONG conservacionista SEO/Birdlife y el gestor de residuos de envases Ecoembes para la limpieza de entornos naturales dentro del marco del proyecto Libera, que busca concienciar a la ciudadanía sobre el abandono de residuos en el campo y sus nocivas consecuencias para el entorno
El sábado, unos 5.000 voluntarios de toda España salieron a retirar residuos sólidos tirados por incívicos en unos 175 espacios naturales de 48 provincias, entre los que se contaron los emblemáticos parques nacionales de Monfragüe, Sierra de Guadarrama o Sierra Nevada, que tampoco escapan al abandono masivo de basuras por parte de sus visitantes. La lista de lugares que hoy están más limpios gracias a su esfuerzo incluyó también los parques naturales de Fragas do Eume (A Coruña), el Dunar de Matalascañas (Huelva), S’Albufera d'es Grau (Menorca), Anaga (Santa Cruz de Tenerife), L’Albufera (Valencia) o Lago de Sanabria (Zamora).
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