Según fuentes municipales de esta ciudad costera de casi 30.000 habitantes permanentes, destino de playa pero también cultural (acoge el conocido Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña) y una de las capitales del turismo gay en Europa, entre los aspectos que han decidido al ITR a distinguir a Sitges han estado su apuesta por fomentar la gastronomía Kilómetro 0, la puesta en marcha de un sistema de transporte público a demanda para cubrir las numerosas urbanizaciones que la rodean y el haber conseguido desestacionalizar la actividad turística.
Se han valorado la apuesta por los productos 'Km 0' o el transporte a demanda
Otras medidas de sostenibilidad adoptadas por el ayuntamiento, que elaboró un plan con 40 de ellas, han sido el uso de energías renovables y de papel reciclado en todos los equipamientos públicos y el control del cumplimiento de la legislación ambiental por parte de los hoteles. La dotación de servicios en las playas para las personas con discapacidad y la cercanía del Parque Natural del Garraf también pesaron en la decisión del ITR, señalan las fuentes municipales.
Precisamente Barcelona inauguró la lista de destinos certificados en 2011. España y México son con diferencia los países que disponen de más destinos, hoteles y empresas en ella. Entre los destinos, donde la clara mayoría son españoles, también han sido distinguidos por el ITR Cataluña y el País Vasco en su conjunto, la provincia de León, las ciudades de Gijón y Vitoria, la islas canarias de Lanzarote, La Palma y Fuerteventura, la localidad de Arona, también en el archipiélago, y el Valle de Arán, territorio pirenaico que es el único de clima atlántico en territorio español y que atesora una singularidad cultural basada en su lengua propia, un dialecto del occitano.
La certificación tiene en cuenta las políticas de turismo responsable del aspirante, la gestión de conservación y mejora del patrimonio cultural, el desarrollo económico y social que lleva emparejada la actividad turística –especialmente, la mejora de la calidad de vida de la población de la zona–, la conservación y mejora del medio ambiente (respeto del paisaje, consumo, residuos, contaminación sonora) y la satisfacción e implicación de los clientes.
Denuncia de impactos negativos
En total, los destinos y empresas (que pueden ser hoteles y alojamientos, restaurantes, organizadores de actividades turísticas o agencias de transporte) tienen que cumplir más de 80 requisitos para obtener el reconocimiento, en algunos casos específicos para cada una de las categorías. Desde 2001, el Proyecto Ocitures desarrolla estándares concretos para actividades como campos de golf y parques temáticos con animales.
El presidente del ITR, Manuel Azcárate, asegura que las encuestas llevadas a cabo por el sector han revelado que "el 90% de los viajeros escogen los destinos en función de criterios de sostenibilidad". "Ya no se trata sólo de sol y playa, sino que los turistas son cada día más exigentes y quieren desarrollar otras actividades, las cuales precisan de una autenticidad", opina.
Cataluña, País Vasco, León, Barcelona, Gijón y el Valle de Arán lograron la distinción
Un sondeo del consultor IPK International y el Instituto de Turismo de la Universidad de Ciencias y Artes Aplicados de Lucerna (Suiza) en la que se interrogó a 6.000 personas mostró que la sostenibilidad es tan sólo el séptimo factor en importancia para los viajeros. Aunque un 22% dijo tenerla entre los tres aspectos fundamentales a la hora de optar por un destino, sólo un tercio de ellos dijo hacer sus reservas de acuerdo con esta teórica preferencia
La directora de la agencia especializada en turismo responsable Agrotravel, Susana Conde, define esta concepción del sector, que va más allá de la del turismo sostenible, como la que “es respetuosa con el entorno natural, contribuye a la prosperidad local y es sensible con las particularidades de la cultura del lugar”. Su ideario, destaca, "denuncia los impactos negativos de la actividad turística sobre las sociedades anfitrionas y la imagen distorsionada de las mismas que los visitantes pueden llevarse".
Conde, quien admite que en España muestran interés por estas nuevas concepciones menos del 10% de los viajeros, asegura que "el turismo responsable constituye, a la vez que un eje fundamental del desarrollo sostenible, una de las herramientas de cooperación al desarrollo más eficaces que existen. Así ha sido reconocido de forma reiterada por diferentes agencias de Naciones Unidas y por numerosas organizaciones internacionales".