As Corcerizas fue distinguido con uno de los tres premios de la organización Hostelling International (HI), una red mundial de asociaciones de albergues juveniles que agrupa a más de 4.000 equipamientos en todo el mundo. Los premios HI Sustainability están dotados con 70.731 euros, que se reparten los tres establecimientos ganadores.
El albergue gallego obtuvo el segundo premio, dotado con 24.800 libras (29.235 euros) por su empeño en ser 100% sostenible, para lo que mejorará su abastecimiento de energías renovables mediante la instalación de una turbina eólica y un sistema de calefacción basado en la arquitectura bioclimática y el uso de biomasa.
A la votación definitiva, decidida con los sufragios de 18.200 personas de todo el planeta, llegaron 15 albergues, y fue elegido ganador el proyecto YHA Pen-y-Pass, de Inglaterra y Gales, que se llevó 25.000 libras (cerca de 30.000 euros). Persigue la reducción en un 86% de las emisiones de C02 del edificio, unas 92,2 toneladas anuales menos, mediante una caldera de biomasa.
El alojamiento rural, gestionado por Amigos da Terra, recibirá casi 30.000 euros
El tercer premio, de casi 12.000 euros, se lo llevó la organización de albergues juveniles estadounidense HI-USA para contribuir a que 10 de sus alojamientos alcancen la máxima certificación ambiental STEP y reduzcan sus emisiones un 15% (194 toneladas menos) con la intención de extender más adelante estas mejoras a toda la red, de más de 50 establecimientos.
El proyecto presentado por As Corcerizas se define como un intento de “demostrar desde un punto de vista práctico la viabilidad de alternativas para minimizar nuestro impacto ambiental y social a diferentes sectores de la población”, y se centra en los ámbitos de la eficiencia energética, la energía eólica y la educación para la sostenibilidad.
Con un presupuesto total de 31.883 euros, se pretende reducir en 8 toneladas anuales el volumen de emisiones del edificio. Para lograrlo se instalará una pequeña turbina eólica de 5 kilovatios que reemplazará el generador accionado por gasóleo, que resultaba necesario durante el invierno, bastante frío en la zona.
La turbina, accionada por una hélice de 3,5 metros de diámetro, se situará en el mismo lugar donde funcionaba una anterior, aprovechando la misma torre para minimizar el impacto visual y ahorrar el coste e impacto ambiental de los trabajos de excavación, electrificación y transporte de cemento.
Pared de arcilla cruda
Otra de las medidas previstas es la construcción de una pared radiante de arcilla cruda para difundir la calefacción, basándose en los criterios de la construcción verde y la arquitectura bioclimática. Además de contribuir a mejorar la eficiencia energética del acondicionamiento térmico del comedor (basado en el calentamiento de aire por el sol y el uso de biomasa), el proyecto pretende convertirla en una “herramienta educacional”.
Los materiales empleados para el sistema de calefacción son seguros y biocompatibles, y han sido obtenidos sin utilizar combustibles fósiles. Además, la arcilla cruda, procedente de la misma zona, resulta un elemento muy saludable, que permite la circulación del aire. Las tuberías para la conducción de agua son de polipropileno para evitar el uso de PVC.
El tercer eje del proyecto presentado es la educación en sostenibilidad, durante cada sesión de la cual se analizan las principales fuentes de emisión de CO2, nuestra relación con las mismas y cómo con cambios en nuestros hábitos cotidianos sus consecuencias pueden ser reducidas.
Todos los profesionales implicados en la implementación de estas infraestructuras y actividades son gallegos, con el objetivo de contribuir de manera activa al desarrollo económico local.
La cocina elabora los platos con productos orgánicos locales y de comercio justo
Además de la vieja turbina eólica a reemplazar, el complejo ya está dotado de paneles térmicos para el agua caliente sanitaria, y la energía solar provee de 6 kilovatios. Una turbina hidráulica instalada en un pequeño embalse proporciona otros 6 kilovatios, y una caldera policombustible de biomasa abastece de agua caliente y calefacción el albergue, mientras una de pellets hace lo propio con el comedor y el aula.
Además, todos los residuos orgánicos generados en As Corcerizas son compostados, el agua residual es purificada por una planta de filtrado y reutilizada y la comida servida es preparada, siempre que resulta posible, con alimentos orgánicos locales y de comercio justo.
El albergue y centro de educación ambiental, impulsado por la organización ecologista con la intención de dinamizar la sierra de San Mamede, se inauguró en 2003 después de tres años de obras de reforma de una antigua casa forestal realizadas con apoyo financiero de la Unión Europea. En 2005 se iniciaron los programas educativos, y en 2010 la Diputación de Ourense se hizo cargo de las instalaciones, que sigue gestionando Amigos da Terra,
El complejo consta de dos edificios de nueva creación, el comedor y el aula, edificados con criterios de arquitectura bioclimática y con materiales de bioconstrucción; del albergue, fruto de la rehabilitación de una construcción anterior realizada con los mismos parámetros, y de un centro de gestión energética, la casa de las energías, donde se almacena la procedente de las distintas fuentes renovables mediante baterías estacionarias.
El albergue, de 40 plazas, está integrado en la Red Española de Albergues Juveniles (REAJ) y aloja a grupos a partir de 10 personas con reserva previa. Para grupos de hasta 20 personas, el precio es de 13 euros por personas y día (más 2 euros de calefacción si resulta necesaria). Si se trata de más de 20 personas, el precio baja a 11 euros (más la posible calefacción).
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