El verano pasado, la extensión de la superficie de hielo ártico marcaba un nuevo mínimo histórico desde que comenzaron los registros basados en la observación por satélite en 1979. El 16 de septiembre, la extensión del hielo marino boreal alcanzó sus peores registros de 2012, cumpliéndose así los peores presagios de los expertos: alcanzó los 3,41 millones de kilómetros cuadrados, cifra que superó la del 18 de septiembre de 2007, cuando habían sido 4,17 millones de kilómetros cuadrados.

Son datos del reciente informe sobre el cambio climático en 2012 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), un organismo de Naciones Unidas que ha mostrado su preocupación por la información obtenida en la que se constata cómo el calentamiento global, provocado por la actividad humana, sigue su curso sin que la comunidad internacional se muestre capaz de alcanzar acuerdos eficaces para frenarlo o ralentizarlo.

"La pérdida récord de hielo marino del Ártico entre agosto y septiembre fue un indicio preocupante del cambio climático", afirma el Secretario General de la OMM, Michel Jarraud. Pero el deshielo ártico no fue el único impacto del efecto invernadero sobre los casquetes helados del planeta. A mediados de julio, el 97% de la superficie de la cubierta de Groenlandia se derritió, marcando otro nuevo récord, ya que no había alcanzado tal magnitud en los últimos 34 años. La misma suerte corrió el manto de nieve de América del Norte, cuya extensión estuvo durante el anterior invierno claramente por debajo de la media, según el Global Snow Laboratory (Laboratorio Mundial de la Nieve).

Pero no todas las áreas heladas decrecieron. Por el contrario, la dimensión de la superficie de la cubierta de la Antártida registrada en marzo fue la cuarta más grande desde que existen datos comparativos, con 19,4 millones de kilómetros cuadrados. Y el manto de nieve del continente euroasiático también estuvo por encima de la media y alcanzó la decimocuarta extensión más grande documentada.

2012 fue uno de los diez años más cálidos desde que se iniciaron los registros en 1850

En el informe también se verifica que 2012 ha sido uno de los diez años más cálidos desde que se empezaron a tomar registros de las temperaturas en 1850. En concreto, el noveno. Así, la OMM confirma los vaticinios  adelantados a principios de año por dos expertos climatólogos, James Hansen, director del Instituto Goddard de Estudios del Espacio de la NASA (agencia espacial de EE UU), y Thomas Karl, director del Centro Nacional de Datos Climáticos norteamericano.


El año 2012 fue el vigésimo séptimo consecutivo en que las temperaturas mundiales de la tierra y del océano estuvieron por encima del promedio del período 1961-1990. Los registros de 2001 a 2012 sitúan estos años entre los 13 más cálidos de los que se tienen datos científicos contrastados. Además, nueve de los 10 años más calurosos se han concentrado en el siglo XXI (con la excepción de 1988).

"En 2012 hubo temperaturas superiores a la media en casi toda la superficie terrestre del globo, sobre todo en América del Norte, el sur de Europa, el oeste de Rusia, algunas zonas del norte de África y la zona septentrional de América del Sur. No obstante, también se observaron temperaturas inferiores a la media en toda Alaska, en partes del norte y el este de Australia y en Asia central", añade la OMM. En España, el pasado fue el cuarto año más cálido jamás registrado.

 

Fenómenos extremos

Además, prosigue el informe, "se produjeron otros muchos fenómenos extremos, como las sequías y los ciclones tropicales". "La variabilidad natural del clima siempre los ha provocado, pero ahora las características físicas de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos tienen su origen cada vez más en el cambio climático," afirmó Jarraud al exponerlo.

El número de ciclones registrados en 2012 fue mayor que en los dos anteriores años. Fenómenos como el huracán Sandy –la tormenta atlántica más notable del pasado año, que causó la muerte de 230 personas– provocan ahora más inundaciones costeras y más graves, ya que el nivel medio del mar es unos 20 centímetros más alto que en 1880. El ciclón más mortífero del año, el Bopha, azotó Filipinas por dos veces en diciembre.

 

España sufre el segundo verano con menores precipitaciones en 60 años

Asimismo, Estados Unidos y el sureste de Europa sufrieron en 2012 episodios de sequía. En España se registró el segundo verano más seco de los últimos 60 años y se quemaron por incendios forestales cerca de 210.000 hectáreas, la cifra más alta en una década: más del doble que en 2011 (101.987 hectáreas) y el 82,93% más que en la media del decenio (114.716 hectáreas), según los balances del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Y hay más. A pesar de que las precipitaciones en todo el mundo estuvieron ligeramente por encima de la media del período 1961-1990, en España el valor medio de enero a marzo fue el más bajo desde 1947.

Mientras, los países de África Occidental y Pakistán se vieron afectados por graves inundaciones que causaron cuantiosos daños humanos y materiales, y la mayor parte de la superficie de Europa, el norte de África y Asia se vio azotada por nevadas y episodios de frío inusualmente intenso, según los registros que contiene el informe anual de la OMM.

"Es vital que sigamos invirtiendo en las observaciones e investigaciones que mejorarán nuestros conocimientos sobre la variabilidad del clima y el cambio climático", sentencia Jarraud, para quien el calentamiento provocado por la acción humana continuará al mismo ritmo debido al aumento de las concentraciones atmosféricas
de gases de efecto invernadero.

A finales de abril, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, Christiana Figueres, expresaba su inquietud por la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que está cerca de rebasar el umbral simbólico de las 400 ppm (partes por millón), y reclamaba medidas urgentes ante las delegaciones de más de 190 países reunidas en Bonn (Alemania) para preparar la próxima cumbre sobre el cambio climático, que tendrá lugar a finales de año en Varsovia (Polonia). Una nueva oportunidad para tomar medidas.