El 20 de mayo celebramos el Día Mundial de las Abejas 2024 para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible. En 2024 los más jóvenes toman el protagonismo del día bajo el lema Compromiso con las abejas, de la mano con la juventud.
El Día Mundial de las Abejas es una celebración para crear conciencia sobre el papel vital que juegan las abejas y otros polinizadores en la salud tanto de las personas como del planeta, y para destacar los desafíos que enfrentan en la actualidad. Las más de 20.000 especies de abejas y otros polinizadores como las mariposas, los abejorros, los murciélagos y los colibríes están en peligro debido a las actividades humanas, especialmente por la destrucción de hábitats, el uso de plaguicidas y el cambio climático.
Durante este día, se organizan eventos en todo el mundo, como conferencias, talleres, exposiciones y campañas educativas, para informar al público sobre la importancia de las abejas y cómo podemos ayudar a conservarlas.
Antecedentes de la celebración
El origen de esta celebración se remonta al 20 de diciembre de 2017, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que declaraba el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas. Esta iniciativa fue propuesta por Eslovenia, país que ha liderado los esfuerzos internacionales para promover la protección de las abejas y otros polinizadores debido a su rica tradición apícola y su compromiso con la conservación de las abejas.
De hecho, la fecha elegida (20 de mayo) no es casual, ya que coincide con el cumpleaños de Anton Janša, un pionero de la apicultura moderna de Eslovenia. El país es conocido por su larga historia de apicultores y su reconocimiento de la importancia de las abejas como parte integral del patrimonio natural y cultural.
Implicar a los jóvenes en la apicultura y la conservación de los polinizadores
Bajo el lema Compromiso con las abejas, de la mano con la juventud, en esta campaña de 2024 resalta la importancia de involucrar a los jóvenes en la apicultura y los esfuerzos de conservación de los polinizadores, ya que son los futuros custodios de nuestro medio ambiente.
La campaña de este año busca crear conciencia entre los jóvenes y otras partes interesadas sobre el papel vital de las abejas y otros polinizadores en la agricultura, el equilibrio ecológico y la preservación de la biodiversidad. Al incluir a los jóvenes en actividades apícolas, programas educativos y campañas de sensibilización, podemos inspirar a una nueva generación de líderes ambientales y empoderarlos para generar un impacto positivo en el mundo.
Promover sistemas agrícolas más diversos y reducir la dependencia de productos químicos tóxicos puede contribuir a aumentar la polinización. Este enfoque no solo puede aumentar la producción de alimentos y mejorar su calidad, sino que también puede beneficiar tanto a las comunidades humanas como al ecosistema en general.
Sin abejas, la vida en la tierra sería un desastre
Hay quien atribuye a Einstein la frase de que “la vida sin abejas sería un desastre global, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”. De que la frase la haya dicho el científico no hay registros fiables que lo confirmen, pero que su contenido es así de real y alarmante, de eso, no hay ninguna duda.
Las abejas desempeñan un papel vital en la polinización de muchas plantas, incluyendo cultivos agrícolas, lo que contribuye a la producción de alimentos y a la diversidad de los ecosistemas. De hecho, los animales polinizadores son responsables del 35 % de la producción agrícola mundial, polinizando 87 de los 115 principales cultivos alimentarios de todo el mundo.
Es importante destacar que la inmensa mayoría de las especies de polinizadores son silvestres y, además, aproximadamente el 75 % de los cultivos mundiales que generan frutas y semillas para consumo humano dependen, al menos en parte, de los polinizadores.
Sin embargo, en los últimos años, las abejas y otros polinizadores se han enfrentado a múltiples amenazas, como la pérdida de su hábitat, el uso de pesticidas, los cambios en el uso de la tierra, las enfermedades y el cambio climático, lo que ha llevado a un declive preocupante de sus poblaciones en diversas partes del mundo.
Qué es un polinizador y cuáles son los más importantes
Los animales polinizadores son todos los que contribuyen al proceso de polinización, que es la transferencia del polen desde los estambres (parte masculina de las flores) hacia el pistilo (parte femenina de las flores) de las plantas, lo cual es esencial para la reproducción de muchas especies vegetales.
Hay una gran diversidad de animales polinizadores, y algunos de los más conocidos son:
- Abejas: Las abejas, uno de los animales más laboriosos del planeta, son polinizadores muy importantes y eficientes. Transportan el polen de flor en flor mientras buscan néctar para alimentarse.
- Mariposas: Las mariposas también contribuyen a la polinización al alimentarse del néctar de las flores. Tienen un vuelo más lento que las abejas, pero visitan una amplia variedad de flores y pueden transportar polen en sus patas y cuerpo.
- Colibríes: Son aves pequeñas y vibrantes que se alimentan del néctar de las flores. Tienen largos picos y lenguas que les permiten acceder al néctar en flores tubulares. A medida que se alimentan, recogen polen y lo transfieren de flor en flor.
- Murciélagos: Algunos murciélagos son polinizadores nocturnos. Se alimentan del néctar de las flores, y mientras lo hacen, los pelos de su cuerpo se cubren de polen, que luego se transfiere a otras flores. Los murciélagos son especialmente importantes en regiones tropicales y desempeñan un papel crucial en la polinización de ciertos árboles y cactus.
- Abejorros: Más grandes y robustos que las abejas melíferas, los abejorros también son polinizadores eficientes ya que pueden acceder a flores que requieren una mayor fuerza para abrirse. Los abejorros sacuden las flores para liberar el polen y lo recolectan en sus cuerpos mientras se alimentan.
Además de estos, existen otros animales polinizadores como avispas, moscas, escarabajos e incluso algunas especies de mamíferos como los monos y los lémures que desempeñan su papel en la polinización de ciertas plantas.
Curiosidades de las abejas
Las abejas son criaturas fascinantes y tienen muchas características peculiares:
- Comunicación mediante baile: Utilizan un sistema de comunicación llamado "baile de la abeja" para indicar la ubicación de una fuente de alimento. A través de movimientos y vibraciones, pueden transmitir información sobre la dirección y distancia de las flores.
- Visión ultravioleta: Pueden ver colores en el espectro ultravioleta, lo que les permite detectar patrones y marcas invisibles para los humanos en las flores que les ayudan a encontrar néctar y polen.
- Polinización precisa: Pueden visitar múltiples flores en un solo vuelo y tienen la capacidad de transferir polen de manera precisa entre las partes masculinas y femeninas de las flores.
- Producción de miel: Las abejas melíferas recolectan néctar de las flores y lo transforman en miel dentro de la colmena. Para producir un kilo de miel, se estima que las abejas deben visitar alrededor de dos millones de flores y volar una distancia equivalente a tres veces alrededor de la Tierra.
- Vida en comunidad: Las abejas melíferas viven en colonias organizadas con una estructura social compleja. Tienen una reina que pone huevos, zánganos (machos) cuya función principal es la reproducción, y las obreras, que son las encargadas de la recolección de néctar, polen y agua, la construcción de panales, el cuidado de las crías y la defensa de la colmena. Las abejas obreras, que son las que realizan la mayor parte del trabajo en la colmena, tienen una vida relativamente corta, que varía de unas pocas semanas a unos pocos meses.
- Temperatura constante: Utilizan el movimiento de sus alas para enfriar o calentar la colmena, manteniendo una temperatura constante para el desarrollo adecuado de las crías y la conservación de la miel.
- Velocidad de vuelo: Las abejas pueden volar a una velocidad promedio de 24 kilómetros por hora, sin embargo, pueden alcanzar hasta 40 kilómetros por hora en vuelo rápido.
En definitiva, el comportamiento, anatomía y función de las abejas en los ecosistemas las convierten en insectos asombrosos y vitales para la vida en nuestro planeta.