Brasil está sufriendo la sequía más grave de su historia reciente, según datos del Centro Nacional de Monitoreo de Desastres Naturales (CEMADEN) que sostienen que más de un tercio de su territorio nacional --más de tres millones de kilómetros cuadrados-- está afectado en la actualidad por "una sequedad extrema".

 

Más de tres millones de kilómetros cuadrados

 

Desde que comenzaron a tomarse registros sistemáticamente en 1950, nunca antes el país había "experimentado una sequía tan extensa e intensa como ésta", de acuerdo a las declaraciones de la científica del CEMADEN, Ana Paula Cunha, recogidas por el portal G1.

La acuciante sequía no solo ha incrementado el número de incendios en varios puntos del país, sino que además ha puesto en jaque la producción de energía hidroeléctrica. El bajo nivel de las aguas en los algunos ríos hace que estos no sean ya navegables

"Antes, sólo regiones aisladas sufrían ciclos de sequía, pero esta vez se trata de un fenómeno general", ha agregado Cunha, advirtiendo de que "es un gran problema al que se enfrenta el país".

Esta acuciante sequía no solo ha incrementado el número de incendios en varios puntos del país, sino que además ha puesto en jaque la producción de energía hidroeléctrica y ha dejado completamente aisladas a algunas regiones del exterior dado que el bajo nivel de las aguas en los algunos ríos hace que estos no sean ya navegables.

 

El fenómeno meteorológico de El Niño

 

Expertos del CEMADEN y otras evaluaciones científicas han señalado que la sequía no cuenta con una única causa identificable, sino que es fruto de la convergencia de varios factores.

Uno de los elementos clave a la hora de explicar esta realidad ha sido el fenómeno meteorológico conocido como El Niño, que ha alterado los valores de las temperaturas --en aumento-- y de las precipitaciones --en descenso-- en todo el país, pero sobre todo en el norte.

Asimismo, han influido también de manera determinante los bloqueos atmosféricos provocados por zonas de altas presiones estacionarias, lo que está dificultando el paso de frentes fríos que pudieran incrementar las lluvias.

Finalmente, hay que tener en cuenta el calentamiento del Atlántico tropical septentrional, que ha llevado a prolongar cada vez más la estación seca, según el portal brasileño.