Greenpeace ha instalado el pasado jueves una 'manzada envenenada' gigante frente al Parlamento Europeo para pedir a los europarlamentarios que no "eliminen" las normas de protección de la naturaleza de la Política Agrícola Común (PAC), algo que la organización define como un "regalo envenenado" a los agricultores.

Greenpeace asegura que, en respuesta a las protestas de los agricultores, la Comisión Europea ha propuesto "flexibilizar" muchos de los requisitos medioambientales de la PAC. Además, señala que los ministros de Agricultura ya han indicado que los Gobiernos de la UE apoyarán estos planes de "recortar la protección de la naturaleza" en la normativa agraria.

Después de que el Parlamento Europeo haya votado a favor de acelerar la propuesta, "saltándose los debates y votaciones en las comisiones parlamentarias", ésta se someterá a votación entre el 22 al 25 de abril en la última sesión plenaria antes de las elecciones europeas

Según la organización ecologista, después de que el Parlamento Europeo haya votado a favor de acelerar la propuesta, "saltándose los debates y votaciones en las comisiones parlamentarias", ésta se someterá a votación entre el 22 al 25 de abril en la última sesión plenaria antes de las elecciones europeas.

 

Las fuerzas del mercado y la política comercial

 

En este sentido, Greenpeace ha advertido que los políticos están convirtiendo las normas de protección de la naturaleza en el "chivo expiatorio" de un problema causado a su juicio por "las fuerzas del mercado y la política comercial". "Eliminar las últimas protecciones medioambientales es un regalo envenenado para los agricultores, que les condenará a peores sequías, inundaciones y cosechas fallidas, sin hacer nada por resolver su precaria situación económica", ha señalado el director de Política Agrícola de Greenpeace Europa, Marco Contiero.

En un país como España, donde el 75% de nuestro territorio está en riesgo de desertificación, estas prácticas que quieren flexibilizar, como las cubiertas vegetales en periodos sensibles, la rotación de cultivos o el barbecho, permitirían recuperar la estructura, la humedad y la fertilidad de los suelos y evitar la erosión

HELENA MORENO, agrónoma, investigadora y responsable de Agricultura y Sistemas Alimantarios Sostenibles de Greenpeace

Por su parte, la responsable de Agricultura y Sistemas Alimentarios sostenibles de Greenpeace, Helena Moreno, ha criticado que se esté "eliminando lo que sería una salvaguarda para la agricultura, no solo a corto, sino a medio y largo plazo". "En un país como España, donde el 75% de nuestro territorio está en riesgo de desertificación, estas prácticas que quieren flexibilizar, como las cubiertas vegetales en periodos sensibles, la rotación de cultivos o el barbecho, permitirían recuperar la estructura, la humedad y la fertilidad de los suelos y evitar la erosión", ha recalcado.