Representantes de Gobiernos, instituciones, sector privado y sociedad civil de cerca de 200 países se reune desde este lunes 7 de noviembre hasta el próximo día 18 en Egipto en un difícil contexto diplomático internacional con el reto de buscar restablecer la confianza para hacer un frente común con el que luchar contra el reto global del cambio climático.
La localidad de Sharm-El Sheik (Egipto) acogerá estas dos semanas la XXVII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP27), la XVII sesión de la Conferencia de las Partes en Calidad de la Reunión de las Partes del Protocolo de Montreal (COP-MOP17) y la cuarta sesión de la Conferencia de las partes del Acuerdo de París (CMA4) así como las sesiones de 57 órganos subsidiarios, así como una extensa agenda de eventos paralelos organizados por instituciones, gobiernos, organizaciones multilaterales, empresas, ONG y sociedad civil con una creciente participación de los jóvenes y la infancia.
Mitigación, adaptación, pérdidas y daños
Las dos primeras jornadas, los días 7 y 8 de noviembre los líderes mundiales, jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente español Pedro Sánchez, darán el pistoletazo de salida con un evento de alto nivel para impulsar dos semanas de negociaciones, que este año se centrarán en lograr avances en mitigación, adaptación, pérdidas y daños y mitigación entre otras materias.
Además, en los dos primeros días diferentes países presentarán iniciativas temáticas sobre cuestiones concretas como la que defenderán de manera conjunta España y Senegal en materia de lucha contra la desertificación. Este modelo de propuestas cogió fuerza en la anterior Cumbre del Clima, la COP26 celebrada en Glasgow (Reino Unido) para impulsar la implantación de medidas de mitigación y adaptación en distintos sectores.
Serán los presidentes de ambos países quienes el lunes expondrán la iniciativa en busca de adhesiones. Según fuentes de la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico España confía en que la ambición de esta iniciativa será apoyada por un amplio número de países, en especial de naciones africanas.
Agenda de financiación climática
Así, apuntan que los temas de agua, sequía, desertificación, agricultura o energía son cruciales para el continente y destacan que esta COP27 de Egipto tendrá un claro acento africano y se centrará especialmente en aspectos como la adaptación, los mecanismos de pérdidas y daños asociados a los impactos del cambio climático así como la agenda de financiación climática.
El lema de la COP27 es Together for Implementation -Juntos en la ejecución- busca aunar la acción internacional en un contexto en el que la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, admitía este lunes en una entrevista con Europa Press que será la cumbre "de la confianza" ya que será "complicada" por la dificultad de "una muy buena parte del mundo de mantener la confianza" en las soluciones al cambio climático.
La COP26 celebrada en noviembre terminó con el Pacto del Clima de Glasgow (1), que busca impulsar la acción contra el calentamiento global de forma multilateral y dirigida a todos los sectores para garantizar el cumplimiento de no superar a final de siglo el incremento del 1,5ºC, respondiendo a las necesidades urgente de adaptación de las comunidades más vulnerables y para canalizar la financiación para la adaptación en países en desarrollo.
La cita se enmarca en un contexto internacional marcado por la salida de la pandemia y con la invasión de Rusia sobre Ucrania que ha provocado una crisis energética y alimentaria global que podría influir en las negociaciones climáticas.
Mecanismo de pérdidas y daños
Para España el tema más polémico y difícil de esta COP es la negociación del mecanismo de pérdidas y daños pero fuentes del Gobierno aseguran que la delegación va con una ambición muy clara. En concreto, acompañado por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, Sánchez llegará el domingo por la noche y el lunes comenzará su jornada con reuniones bilaterales y a continuación, a las 12.00 horas participará en la inauguración de la Cumbre junto al resto de participantes.
El mismo lunes, participará en una mesa redonda sobre transición justa dada que fuentes de Moncloa destacan que se debe a la experiencia de España en el proceso del cierre de las minas de carbón que ha sido observado a nivel internacional como un proceso de buenas prácticas en descarbonización; presentará la iniciativa conjunta con Senegal y participará junto al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en una iniciativa de ese país junto a la ONU y Noruega dirigida a descarbonizar el transporte marítimo.
Uno de los fines tanto de España como de la Unión Europea pasará por potenciar una imagen de unidad y coordinación para hacer ver a la comunidad internacional que a pesar de que la situación coyuntural de la guerra de Ucrania ha obligado a algunos países a utilizar de forma temporal gas o carbón, eso no aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero de los Veintisiete y que el bloque europeo va en serio con la agenda climática.
En materia de adaptación será central en la negociación política durante las dos próximas semanas y en el marco de la COP se presentarán distintos informes de organismos internacionales como la Organización Meteorológica Mundial que se publicará este domingo y que reflejará los daños más evidentes que ya se dejan ver a consecuencia del cambio climático en forma de inundaciones, incendios forestales, aumento del nivel del mar, olas de calor e intensas sequías. Se buscará asimismo duplicar la financiación para adaptación en 2025 respecto a los niveles de 2019.
El PNUMA presentó esta semana su informe anual de brecha de emisiones que advierte de que con la actual brecha de emisiones respecto a los objetivos marcados, el planeta se encaminaría a un aumento de temperatura global a final de siglo del entorno de 2,5 grados centígrados.
Otra de las líneas de la negociación serán los mecanismos de pérdidas y daños que buscan compensar a los países más vulnerables de los efectos del cambio climático que ellos no han causado y, dado que la COP27 se celebrará en África, este es un tema prioritario para la Presidencia Egipcia.
Se trata de movilizar recursos suficientes y de manera rápida procedentes de todos los sectores para los países más afectados por las catástrofes climáticas no solo con mecanismos financieros sino con nuevas facilidades financieras a la hora de acceso a créditos. La cuestión está siendo también discutida en otros foros como el G-7, que ha lanzado la iniciativa 'Global Shield' dirigida a estos fines.
En cuanto a la financiación, el informe de la OCDE sobre brecha de financiación explicará la gran diferencia entre el compromiso asumido por las naciones 'ricas' de aportar 100.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para su adaptación al cambio climático y los 83.000 millones de dólares que suman las aportaciones de los países. En esa línea en Sharm-El Sheik buscará progresar para elevar en 2025 el objetivo de financiación.
Más allá del compromiso presupuestario de los países, en esa materia el enfoque ahora se amplia y la comunidad internacional busca también la implicación de otros actores porque la emergencia climática exige de una movilización de recursos sin precedentes y, por ello se espera conseguir que bancos multilaterales de desarrollo, instituciones financieras entre otros apliquen los llamamientos de la Cumbre de Glasgow.
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