La pandemia del nuevo coronavirus ha vuelto a poner sobre la mesa el fin de las granjas de visón americano en Europa, tal y como vienen reclamando los ecologistas desde hace años. Desde que comenzó la pandemia, varios países han obligado a sacrificar cientos de miles de ejemplares de visón, después de que se constatara un alto porcentaje de contagio en algunas granjas. El último caso ha ocurrido en España. Casi 100.000 visones fueron sacrificados por orden del Gobierno de Aragón en la Puebla de Valverde (Teruel), después de que un estudio detectara que el 86% se había infectado.
La granja y sus animales estaban en seguimiento desde finales de mayo, cuando siete trabajadores dieron positivo por Covid-19. Desde entonces, no se permitió la entrada o salida de visones, según explicó Joaquín Olona, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. Sin embargo, los sucesivos muestreos han constatado el crecimiento exponencial de los contagios, hasta el 86% de los 92.700 visones de la granja. La solución de Aragón es sacrificar a todos los mustélidos.
Este es el primer caso de este tipo en España, donde según WWF existen 38 granjas que crían unos 750.000 visones americanos cada año, destinados exclusivamente a la industria peletera. Sin embargo, desde abril se han producido varias situaciones similares en Dinamarca y, sobre todo, en Países Bajos, donde se reportaron los primeros casos el 26 de abril: los animales de dos granjas fueron sometidos al test, después de que desarrollaran una serie de síntomas (mocos y dificultades respiratorias) y se elevara su tasa de mortalidad.
Después de constatar nuevos casos en otras granjas y la transmisión de animal a humano, el gobierno holandés ordenó una investigación exhaustiva en todas las explotaciones y el sacrificio de unos 570.000 visones. Estos casos han aumentado las peticiones de adelantar el fin de este tipo de explotaciones en el país, inicialmente previsto para 2024. De hecho, el Parlamento votó a favor de adelantar el cierre definitivo de las 128 granjas que quedan, si bien está votación deberá ser refrendada, o no, por el Gobierno. Ha prometido hacerlo durante este mes de agosto.
Casi 100.000 visones fueron sacrificados por orden del Gobierno de Aragón en Teruel
También Dinamarca ha registrado casos de coronavirus en granjas de visones. Este país es el primer productor europeo de visón americano y segundo del mundo –tras China–, con una producción estimada de 17,6 millones anuales, según los datos de Humane Society International. El 17 de junio comunicó el primer caso de una granja infectada, al que se sumaron al menos otros dos a principios de julio.
Posible reservorio del virus
Los contagios entre los visones americanos criados en granja preocupan a las autoridades y a los grupos ecologistas por varios motivos. El primero es la posibilidad de que estas explotaciones se conviertan en reservorios del virus. La ministra holandesa Carola Schouten dijo que "probablemente" el virus se había transmitido de animal a humano, dado que la secuencia genética encontrada en dos trabajadores (sin contacto conocido con otros positivos) y en los visones era muy similar.
Hasta ahora, se han diagnosticado casos en que el Sars Cov2 había infectado animales como gatos, perros, tigres, hamsters, hurones y macacos. No obstante, no se ha confirmado científicamente que la infección sea reversible: es decir, que esos animales hayan contagiado posteriormente a un ser humano.
Los dos casos de Países Bajos serían los primeros, lo que confirmaría el peligro potencial de estas granjas en la lucha contra la pandemia. "La forma en que se cría a los animales de granja en las producciones intensivas, con muchos ejemplares de una misma especie hacinados en espacios reducidos, contribuye a que se produzcan brotes y expansión de enfermedades, al reducirse la respuesta inmune y aumentar la tasa de transmisión entre animales", alerta el informe Hacia el fin de las granjas de visón americano, de WWF.
Incluso se llegó a especular con que fuese el reservorio original del coronavirus
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, llegó incluso a especular con que este animal fuese el reservorio original del coronavirus, puntualizando que aún no hay constatación científica de este punto. "En otros coronavirus, en concreto el SARS, el reservorio eran las civetas. Y que los visones se hayan infectado podría indicar que podrían ser el reservorio original del patógeno en China", declaró el 20 de mayo.
Una "bomba biológica"
Pero además del riesgo para la salud pública, algunos grupos ecologistas vienen alertando desde hace años de la crueldad de la cría de visón americano y del riesgo ecológico que supone. Para WWF, el visón americano es "una bomba biológica" que amenaza la salud y la naturaleza.
La historia de este animal en Europa está ligada a la industria peletera. Llegó procedente de Alaska y Canadá en la década de 1920 y a España algo más tarde, en 1950. Aunque en 1980 había 300 granjas, hoy quedan 38. Estos mustélidos se crían enjaulados, solo para ser sacrificados, generalmente mediante inyección o en cámaras de gas.
Paradójicamente, a veces la acción de grupos defensores del bienestar animal preocupados por sus condiciones de vida ha acrecentado otro gran riesgo: la colonización del entorno en perjuicio de especies autóctonas. Estos grupos han realizado sabotajes para favorecer la huida de miles de visones al entorno natural. Según un informe de WWF, los escapes naturales o provocados han extendido la especie por más de una cuarta parte del territorio español, principalmente en Castilla y León, Galicia y Cataluña. Para la organización, una "catástrofe" con un grave impacto en la biodiversidad.
La introducción y expansión de esta especie puede alterar los ecosistemas y afectar a las especies autóctonas como la rata de agua, el desmán ibérico (una especie amenazada), aves acuáticas, peces o anfibios, con quienes compite y a las que puede transmitir nuevas enfermedades. Comunidades como Catalunya o Castilla y León llevan a cabo estrategias para capturar visones americanos que en zonas donde pueden suponer una amenaza a la diversidad, como Tierra de Campos, el río Segre y los afluentes del Ebro.
Aunque en España en 1980 había 300 granjas de visón americano hoy solo quedan 38
En ocasiones, la competencia puede amenazar seriamente la supervivencia de alguna especie. Es el caso del visón europeo, el carnívoro más amenazado del continente. El visón americano ataca especialmente a los ejemplares jóvenes de visón europeo. Además, se adapta con más facilidad al entorno acuático, tiene mayor capacidad reproductora y no tiene depredadores naturales.
El resultado es que el visón americano está colonizando el hábitat del visón europeo, hoy catalogado como especie en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En España, el visón europeo prácticamente ha desaparecido, y es una especie "en situación crítica", según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico quedan unos 500 ejemplares.
Muchos países europeos ya prohíben la cría de visón americano en su territorio: Reino Unido (desde 2003), Austria, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, República Checa, Croacia, Macedonia, Países Bajos, Noruega, Luxemburgo, Serbia, Eslovenia e Irlanda se han comprometido a acabar con estas explotaciones en los próximos años, según Humane Society International. Esto ha provocado que algunas empresas hayan relocalizado su producción, también en España.
Sin embargo, Dinamarca y Polonia, los dos grandes productores europeos, siguen sin comprometerse. En España, WWF ha lanzado una campaña de firmas para pedir el cierre de todas las granjas de visón.