La DANA en Valencia, ¿una catástrofe evitable?

El 29 de diciembre de 2024, cerca de 80.000 personas se manifestaron en Valencia exigiendo la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, por su gestión tras la DANA que ha causado más de 224 muertes hasta la fecha.

La protesta, la tercera desde la catástrofe, fue encabezada por siete tractores en homenaje a los agricultores que colaboraron en las labores de limpieza. Los manifestantes denunciaron la falta de responsabilidades depuradas y la demora en la llegada de ayudas, mientras aún persisten garajes inundados.

Familiares de víctimas y profesionales de emergencias participaron portando pancartas con mensajes como "Mazón dimissió" y "Nuestros familiares han muerto por vuestra incompetencia"

Familiares de víctimas y profesionales de emergencias participaron portando pancartas con mensajes como "Mazón dimissió" y "Nuestros familiares han muerto por vuestra incompetencia". Las consignas "el president a Picassent" y "Mazón dimissió" se repitieron a lo largo de la marcha. Los organizadores criticaron la negligencia del gobierno y homenajearon a los voluntarios y agricultores que actuaron desde el primer día.

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Los antecedentes y previsibilidad de la DANA en Valencia

Imagen de qué es una DANA y cómo se forma / Infografía: EA

El 29 de octubre de 2024 quedará para la memoria. Aquel día la ciudadanía se levantaba bajo la llegada inminente de una gota fría, que desde el jueves anterior había sido anunciada por Aemet.

Si todo sigue tal y como prevén los modelos meteorológicos durante los próximos 5 días, esta DANA, por sus características y comportamiento, tiene mucho potencial de entrar en el grupo de las de alto impacto. De las que pueden ser recordadas en la vertiente mediterránea

JUAN JESUS GONZÁLEZ ALEMÁN, doctor en Física y miembro de la Aemet

Una DANAque se preveía más virulenta que otras, como advirtió días antes Juan Jesús González Alemán, doctor en Física y miembro de la Aemet, en su cuenta de X: "Si todo sigue tal y como prevén los modelos meteorológicos durante los próximos 5 días, esta DANA, por sus características y comportamiento, tiene mucho potencial de entrar en el grupo de las de alto impacto. De las que pueden ser recordadas en la vertiente mediterránea".

Ante tal previsión, la localidad de Utiel y otras de la Ribera, a orillas del Magro y el Júcar, suspendieron las clases.

El martes amaneció lloviendo y a las ocho de la mañana ya se registraban grandes precipitaciones en la Ribera. Aemet activa el código rojo. "Aquella mañana llovía bastante y el barranco del Poyo a su paso por Chiva iba cargado de agua, pero como otras veces", comenta Paco de la Fuente, vecino de esa localidad. Siguió con su rutina, como otras muchas personas. La lluvia no cesaba y a las doce del mediodía la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) advierte de que "se están registrando grandes acumulaciones en el Magro, que siguen aumentando el caudal del río de forma importante". 

Esa concentración de agua hace que antes del mediodía comenzaran a producirse desbordamientos en municipios del interior de la provincia de Valencia. El desenlace es conocido: el agua llegó a alcanzar los 2.280 m3/s (metros cúbicos por segundo) –el equivalente a un caudal a 2.280.000 litros por segundo), convirtiéndose en un tsunami que fue directo hacia las localidades que encontró a su paso. En total 75 municipios quedaron afectados por el torrencial de la DANA.

Las historias son infinitas, pero una sola realidad: "Mandan el aviso cuando el agua ya arrasaba nuestro pueblo", recuerda Conchín, vecina de Sedaví. Hace referencia a la alerta a través del sistema ES-Alerts que sonó a las 20.11 horas

Son numerosas las historias que relatan que a las 19.00 horas la situación era de pánico. "Cuando salimos del taller ya había coches flotando en la calzada”, comentan Clara Farga y Darío Suárez de Paiporta. Las historias son infinitas, pero una sola realidad: "Mandan el aviso cuando el agua ya arrasaba nuestro pueblo", recuerda Conchín, vecina de Sedaví. Hace referencia a la alerta a través del sistema ES-Alerts que sonó a las 20.11 horas, cuando el agua en muchos municipios de l'Horta Sud ya estaba haciendo estragos.

El aviso a la población se produjo más de doce horas después de que se decretara el nivel rojo de alerta. "Se mandó cuando ya no había nada que hacer, se podrían haber evitado víctimas", critican muchos vecinos. 

Pugnas para atribuir responsabilidades políticas

Vecinos de Paiporta, uno de los 75 municipios afectados y el más golpeado con 45 víctimas mortales, retiran entre el fango muebles y pertenencias que quedaron sumergidos bajo el agua / Foto: Alfons Rodríguez

Desde aquella noche, a nivel político, se ha producido una pugna para atribuir responsabilidades, especialmente una vez calibrada la magnitud de la catástrofe. Un enfrentamiento entre los representantes públicos de Valencia y el Gobierno central que también se ha dado entre el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Un escenario en el que la reacción de ambas administraciones ha sido la misma: ayudas millonarias.

El Gobierno de España ha movilizado 16.600 millones de euros en diversas tandas, para los que se han recibido hasta el momento 273.600 solicitudes y de los que se han realizado pagos por 60 millones de euros. Por su parte, el Gobierno valenciano ha anunciado 400 millones en ayudas urgentes para los que se han recibido 25.530 peticiones y se han abonado hasta el momento 12,4 millones de euros.

En ese conflicto político el Ejecutivo central y la oposición valenciana (formada por PSPV y Compromís) se han centrado en señalar la mala gestión de Carlos Mazón y su equipo el día de la DANA

En ese conflicto político el Ejecutivo central y la oposición valenciana (formada por PSPV y Compromís) se han centrado en señalar la mala gestión de Carlos Mazón y su equipo el día de la DANA. Entre otras cosas han criticado la subestimación de la alerta roja de Aemet, la poca prevención a la hora de interpretar los datos de la CHJ, el tardío envío de la alerta a los móviles o que el jefe del Consell no modificara su agenda –estuvo en una comida de más de tres horas–, lo que hizo que llegara tarde al Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), el organismo público que gestionaba la emergencia de la catástrofe y que estaba dirigido por la consejera de Interior y responsable de política de Emergencias de la Generalitat, Salomé Pradas.

Es más, Joan Baldoví ofreció los quince diputados de su grupo parlamentario al PSPV-PSOE para presentar una moción de censura al president de la Generalitat, Carlos Mazón, por su gestión de la DANA, pero ha insistido en que la "solución realista" es que el PP destituya a Mazón y se nombre a un Consell "técnico" para la reconstrucción de las zonas afectadas.

Por su parte, la líder del PSPV, Diana Morant, no cierra la puerta a esa posibilidad, aunque los números no dan, a no ser que Vox decida romper con el PP y dar sus votos para esta moción. La dimisión de Mazón también es un clamor en la calle, como se ha demostrado en las manifestaciones multitudinarias –con hasta130.000 personas–.

El relato del Ejecutivo valenciano ha puesto el foco en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) al afirmar que después del correo de las 16.13 horas comunicando un descenso de caudal no recibió más información al respecto

El relato del Ejecutivo valenciano ha puesto el foco en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) al afirmar que después del correo de las 16.13 horas comunicando un descenso de caudal no recibió más información al respecto. El siguiente correo se produjo a las 18.43 horas. También puso el acento en la falta de obras para corregir las deficiencias en las infraestructuras hídricas que puedan evitar este tipo de avenidas, y señaló a la propia presidencia de la Delegación del Gobierno y la CHJ en el Cecopi sin que, aseguran, desde estas instituciones advirtieran verbalmente del peligro que se cernía sobre la población.

Una gestión de la emergencia que ha perjudicado políticamente al Consell presidido por Mazón, que pese a haberse visto contra las cuerdas ha mostrado su intención de liderar la reconstrucción con el objetivo de recuperar su crédito político. Su primer paso ha sido remodelar el Ejecutivo valenciano. Así, ha incorporado como vicepresidente al teniente general retirado Francisco José Gan Pampols, al que ha encargado la misión de coordinar la recuperación, y ha cesado a la consellera responsable de Emergencias, Salomé Pradas, y la titular de Industria, Nuria Montes, e incorporado perfiles técnicos.

"Trabajar corriendo un riesgo en su vida"

La pista de Silla se convirtió en un embudo para muchos vehículos sorprendidos por el agua, que tuvieron que ser abandonados en la carretera. Algunas vías de comunicación quedaron inutilizadas durante semanas debido a los daños / Foto: Alfons Rodríguez

Hay más responsabilidades: las empresas que mantuvieron a sus trabajadores en sus puestos de trabajo. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fue clara: "Nadie tiene que trabajar corriendo un riesgo en su vida". Y es que, según el artículo 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, las empresas deben proteger la seguridad y salud de las personas trabajadoras.

El artículo 21 de esta norma establece el concepto de riesgo grave o inminente, el cual protege el derecho de las personas trabajadoras a interrumpir su actividad y abandonar el lugar de trabajo cuando consideren que dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o su salud

Asimismo, el artículo 21 de esta norma establece el concepto de riesgo grave o inminente, el cual protege el derecho de las personas trabajadoras a interrumpir su actividad y abandonar el lugar de trabajo cuando consideren que dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o su salud.  

Por ello, los sindicatos "exigen responsabilidades políticas y de protección a los empleados" y resaltaron que "tiene que haber una responsabilidad política porque, evidentemente, lo que son los daños materiales se van a poder reponer, pero las vidas humanas no.Esto no puede volver a ocurrir".

Asimismo, exigen la dimisión del Consell y piden responsabilidades "a todas aquellas empresas que han obligado, y están obligando también a día de hoy, a que personas trabajadoras que están afectadas directamente por la DANA acudan a trabajar, en lugar de atender sus necesidades más básicas".

Es necesario hacer presión política para que la administración, responsable de una gestión nefasta de la emergencia de la DANA, y para que el empresariado, que ha puesto en riesgo la vida de su plantilla, sean puestos a disposición de la justicia

BEATRIU CARDONA I PRATS, portavoz de Intersindical Valenciana

De este modo, la portavoz de Intersindical Valenciana, Beatriu Cardona i Prats comentó que "es necesario hacer presión política para que la administración, responsable de una gestión nefasta de la emergencia de la DANA, y para que el empresariado, que ha puesto en riesgo la vida de su plantilla, sean puestos a disposición de la justicia". 

Una gestión que en otros muchos casos sí fue la correcta. Es el caso, entre otros, de la Universitat de València, la Diputación de Valencia o los 62 municipios de la provincia de Valencia que adoptaron medidas como la suspensión de las clases del día 29.

También de pequeñas empresas que hicieron caso a las alertas de Aemet. "Al ver las lluvias en Chiva por la mañana dejamos de trabajar al mediodía", comenta Antonio Luján, vecino de Sedaví y también afectado por el torrente de agua. Misma situación vivió un trabajador de Paiporta, que ahora limpia el suelo de la fábrica de lápidas: "Mi jefe a las tres nos dijo que nos fuéramos a casa". Lo dice con alivio porque "no sé qué hubiese pasado". 

El barranco del Poyo 

Restos de escombros y árboles arrastrados a lo largo del barranco del Poyo hasta la localidad de Paiporta / Foto: Alfons Rodríguez

En Chiva comenzó todo. Las precipitaciones en la cabecera y zonas intermedias de la rambla del Poyo, cuya cuenca abarca 462 kilómetros cuadrados (km2) hasta su desembocadura en L’Albufera, dejó un acumulado de 491 litros por metro cuadrado (l/m2) en 24 horas. Un aumento del caudal histórico, pero no el primero. Hay cien inundaciones documentadas del barranco del Poyo en los últimos 250 años.

Su profundo y ancho cauce siempre está seco, salvo en las avenidas, cuando recibe tantas aguas y corre tan furiosamente, que destruye cuanto encuentra…

ANTONIO JOSÉ CAVANILLES PALOP, botánico (1795)

Este promedio de 2,5 avenidas por año explica que el Poyo sea un Área con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI) ⁽¹⁾. Una de esas crónicas la firma el botánico Antonio José Cavanilles Palop en su obra Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, poblaciones y frutos del Reyno de Valencia ⁽²⁾ (1795) y detalla la riada que en 1775 asoló Chiva: "Su profundo y ancho cauce siempre está seco, salvo en las avenidas, cuando recibe tantas aguas y corre tan furiosamente, que destruye cuanto encuentra…". Esa misma descripción valdría para ese martes 29 de octubre de 2024.

El barranco del Poyo es una rambla endorreica pues no desemboca en el mar, sino que vierte su caudal en L’Albufera, un lago ganado al mar y alimentado gracias a los sedimentos de barrancos que vierten sus aguas desde el interior de la provincia.

Sin embargo, la urbanización de las poblaciones de l’Horta rompieron ese flujo natural. Así, la fuerza del agua, que superó los 2.200 metros cúbicos por segundo, desbordó el cauce y se vio intensificada por infraestructuras como carreteras –la conocida como pista de Silla– y vías del tren que obstaculizan el flujo natural hacia L’Albufera.

Este efecto embudo elevó la presión sobre municipios como Paiporta, Sedaví y Catarroja, donde la situación se salió de control en pocas horas. Municipios, además, en los que no llovió aquel día

Este efecto embudo elevó la presión sobre municipios como Paiporta, Sedaví y Catarroja, donde la situación se salió de control en pocas horas. Municipios, además, en los que no llovió aquel día. "El agua nos llegaba por los tobillos, pero no llovía", comentan vecinos de Paiporta. 

Esta rambla acumula cien inundaciones en dos siglos y medio, pero solo en las últimas cuatro décadas se ha intentado ordenar el territorio que atraviesa. Un ejemplo de estas medidas es el plan para construir un cauce alternativo que conecte la rambla del Poyo con el nuevo cauce del Turia, que pretendía derivar a este último un posible exceso del caudal de hasta 700 m³/s para reducir el riesgo de inundaciones.

Este conjunto de obras, diseñado para reducir el riesgo de desbordamientos en municipios como Paiporta, Alaquàs y Aldaia, quedó apartado debido a la falta de financiación. Un proyecto que se retomó en 2020, pero que continúa en trámite. 

Una catástrofe de la que València se salvó gracias a dos infraestructuras que se realizaron tras la riada de 1957: el nuevo cauce del río Turia y el embalse de Forata

Una catástrofe de la que València se salvó gracias a dos infraestructuras que se realizaron tras la riada de 1957: el nuevo cauce del río Turia y el embalse de Forata. Así, el desvío del Turia, un cauce alternativo de más de 11 kilómetros, se diseñó para desviar el agua alrededor de la ciudad, con capacidad para manejar hasta 5.000 metros cúbicos por segundo.

Otra infraestructura clave fue el embalse de Forata, situado en el río Magro. Construido en 1969, el embalse tiene una capacidad de 37 hectómetros cúbicos y, durante la DANA, soportó la entrada de casi veinte hectómetros cúbicos en tan solo tres horas. El funcionamiento de ambas infraestructuras subraya la importancia de la ingeniería preventiva y la planificación hidrológica a largo plazo para hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos.

Planificación urbanística sobre zona inundable

Imagen de la DANA en Valencia / Infografía: EA

No corrieron la misma suerte los 75 municipios damnificados, en los que vive el 40% de la población (845.371 ciudadanos) de Valencia y donde se encuentra el 36% de las empresas de la provincia. 600.000 personas se quedaron sin agua potable, 150.000 usuarios sin suministro electrónico

No corrieron la misma suerte los 75 municipios damnificados, en los que vive el 40% de la población (845.371 ciudadanos) de Valencia y donde se encuentra el 36% de las empresas de la provincia. 600.000 personas se quedaron sin agua potable, 150.000 usuarios sin suministro electrónico, 300.000 líneas móviles resultaron afectadas y 120.000 vehículos dañados, el 98% en situación de siniestro total.

497 kilómetros de vías ferroviarias quedaron inutilizados, 348 de líneas de Cercanías y 149 de Alta Velocidad; mientras se estima que 30.000 edificios resultaron dañados. En el primer mes se han retirado 300.000 toneladas de residuos.

Tres de cada diez viviendas afectadas por la DANA en Valencia se construyeron en zona inundable durante la burbuja inmobiliaria que finalmente estalló en 2008

Según un análisis realizado por DATADISTA ⁽³⁾ recogiendo la información de todos los edificios para uso residencial publicados por el Catastro y ubicados en la zona delimitada de forma preliminar por Copernicus EMS, más de 130.000 viviendas están ubicadas en áreas inundadas por la DANA en la provincia de Valencia y más de 75.000 se encuentran afectadas por las inundaciones de Valencia. En el mismo medio se asegura que tres de cada diez viviendas afectadas por la DANA en Valencia se construyeron en zona inundable durante la burbuja inmobiliaria que finalmente estalló en 2008 ⁽⁴⁾.

Cabe recordar que la Generalitat Valenciana dispone de un amplio estudio dentro del PATRICOVA (Plan de Acción Territorial de Carácter Sectorial sobre Prevención del Riesgo de Inundación en la Comunidad Valenciana) ⁽⁵⁾ en el que se detalla el nivel de afección de cada zona ante eventuales inundaciones y establece diferentes niveles de gravedad.

En 2003 cuando se radiografió la Comunitat Valenciana para detectar las zonas de mayor riesgo de inundación y definir las obras que podrían reducir este peligro para la población. Por tanto, buena parte de esas edificaciones afectadas se levantaron sobre zona inundable sabiendo que lo era

Fue en 2003 cuando se radiografió la Comunitat Valenciana para detectar las zonas de mayor riesgo de inundación y definir las obras que podrían reducir este peligro para la población. Por tanto, buena parte de esas edificaciones afectadas se levantaron sobre zona inundable sabiendo que lo era. 

Una realidad que era conocida entre algunos ciudadanos. "Siempre que llueve entra un poco de agua, aunque nadie pensó que se llegaría a esta situación", comenta Antonio Rodríguez, del barrio de Orba, en Alfafar.

De hecho, muchos de sus vecinos ya tenían bombas de agua para extraer el agua de sus garajes. Aquel día, como otros de gota fría, quitaron las hojas de las alcantarillas para que el agua tuviera su salida. "Esta vez no sirvió de nada", comenta la mujer de Antonio casi riéndose de aquella ingenuidad. Ahora no piensan en el más allá y se centran en quitar el barro de los pocos recuerdos que pueden salvar. 

Una afectación en la actividad de la Comunitat Valenciana que podría restar una décima al crecimiento de la economía española en el cuarto trimestre del año, según el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, mientras que a largo plazo sumaría 0,15 puntos al índice de precios al consumo (IPC), según el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá. Asimismo, cabe recordar que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor afectan ya a casi 27.000 trabajadores.

Cambio climático: tropicalización del Mediterráneo

Una imagen dantesca muestra los restos arrastrados por el agua hasta las playas de El Saler, al sur de València. Cerca de 100 kilómetros de playas del litoral valenciano han resultado afectados / Foto: Alfons Rodríguez

El medio ambiente no ha sido ajeno al desastre, ejemplificado en L’Albufera de València, donde serán necesarios 9,5 millones de euros para recuperar un humedal que aspira a ser Reserva de la Biosfera de la Unesco y al que la riada arrastró toneladas de plásticos, aguas residuales, aceites y otro tipo de residuos que han puesto en peligro la biodiversidad y la producción agrícola del entorno, exacerbando una situación crítica, marcada por años de degradación ambiental.

Construir en zonas inundables y hormigonar el trazado del Barranco del Poyo nos ha situado en una posición muy vulnerable frente al cambio climático

ACCIÓ ECOLOGISTA -AGRÓ

Como explican desde Acció Ecologista-Agró,"L’Albufera actúa como una esponja natural. Sin humedales funcionales y con territorios sellados por la urbanización, las inundaciones futuras serán más devastadoras" y critican que "construir en zonas inundables y hormigonar el trazado del Barranco del Poyo nos ha situado en una posición muy vulnerable frente al cambio climático".

Precisamente, los expertos advierten de que este tipo de fenómenos naturales se van a hacer más severos y frecuentes por culpa de la tropicalización del mar Mediterráneo –presenta temperaturas dos grados superiores a la media registrada entre los años ochenta y el 2000–.

"El Mediterráneo es una especie de cañón ametralladora que apunta en direcciones al azar", comenta Antonio Turiel, doctor en Física Teórica y experto en oceanografía del CSIC. En su opinión, esta DANA es una llamada de atención sobre el tipo de eventos meteorológicos extremos que podrían convertirse en una "nueva normalidad"

Es el caso de Antonio Turiel, doctor en Física Teórica y experto en oceanografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ⁽⁶⁾, que subraya que las condiciones actuales en el Mediterráneo propician la formación recurrente de DANA de alta intensidad. "El Mediterráneo es una especie de cañón ametralladora que apunta en direcciones al azar", comenta. En su opinión, esta DANA es una llamada de atención sobre el tipo de eventos meteorológicos extremos que podrían convertirse en una "nueva normalidad".

En este contexto, esta última DANA en la Comunidad Valenciana se puede clasificar como un suceso climático extremo, caracterizado por condiciones anómalas de precipitaciones y temperaturas que se intensifican con el cambio climático. Estos eventos no solo ponen en riesgo la vida de los habitantes, sino que también generan un impacto económico y social significativo, aumentando las desigualdades y revelando la vulnerabilidad de las infraestructuras urbanas actuales frente al clima cambiante.

Transcurridas varias semanas desde ese 29 de octubre, las poblaciones siguen sumidas en una labor de recuperación de la normalidad. Por delante quedan muchas incógnitas y muchas preguntas por responder, pero todos siguen hacia delante con la idea de que "solo el pueblo salva al pueblo".