El 29 de junio se celebra el Día Internacional de los Trópicos 2024 para crear conciencia sobre los retos particulares que enfrentan las áreas tropicales, así como de las amplias repercusiones que generan los problemas que afectan a dichas zonas en todo el mundo.
- Orígenes de la celebración
- Representan el 40% de la superficie de la tierra y el 54% del agua renovable
- Nuestro futuro depende de las zonas tropicales
- Cambio climático, deforestación, desnutrición y brecha digital acechan a las zonas tropicales
- Erradicar las enfermedades tropicales desatendidas
- Innovaciones y soluciones sostenibles en los trópicos
El Día Internacional de los Trópicos que se celebra el 29 de junio es una fecha reconocida por la ONU para dar a conocer la gran diversidad y potencialidades que estas regiones tienen para la humanidad, así como los retos y oportunidades de los habitantes de estas extensas regiones.
Orígenes de la celebración
El 29 de junio de 2014 marcó el lanzamiento del primer Informe sobre el Estado de los Trópicos, creado en colaboración por doce prestigiosos centros de investigación enfocados en esta región en crecimiento. Aung San Suu Kyi, laureada con el premio Nobel de la Paz, encabezó este proyecto. Como resultado de este hito, la Asamblea General, el 14 de junio de 2017, aprobó la resolución A/RES/70/267, estableciendo el 29 de junio como el Día Internacional de los Trópicos.
El objetivo de esta celebración también se enmarca en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, poniendo de relieve el importante papel que desempeñan los países que los conforman en esta causa.
Representan el 40% de la superficie de la tierra y el 54% del agua renovable
Los trópicos, también conocidos como la zona tropical, son las regiones de la Tierra situadas entre los trópicos de Cáncer, en el hemisferio boreal y Capricornio, en el austral. Estas dos líneas imaginarias se encuentran situados a 23° 27' de latitud norte y sur respectivamente.
Según la ONU sus países abarcan aproximadamente el 40% de la superficie de la tierra. En términos geográficos, los trópicos se extienden alrededor del ecuador, abarcando principalmente países y regiones ubicadas en América Central, África, el Caribe, el sudeste asiático y partes de Oceanía. Estas zonas se caracterizan por tener un clima cálido o tropical, con temperaturas elevadas durante todo el año y una marcada estación lluviosa.
La población en los trópicos varía considerablemente de un país a otro y dentro de las diferentes regiones tropicales, pero en general, albergan una proporción significativa de la población mundial. La ONU calcula que para 2050 vivirá en ellos la mayor parte de los habitantes del planeta y, en concreto, casi dos tercios de la población infantil.
En los trópicos también se encuentra el 54% de las reservas del agua renovable del mundo, un dato llamativo si tenemos en cuenta que casi la mitad de la población mundial sufre escasez de recursos hídricos.
Nuestro futuro depende de las zonas tropicales
Los trópicos son indispensables para la salud del planeta y desempeñan un papel crucial en varios aspectos:
- Biodiversidad: las regiones tropicales albergan el 80% de la biodiversidad terrestre y son hogar de una gran variedad de especies vegetales y animales, muchas de las cuales son endémicas, es decir, se encuentran solo en estas zonas. Los ecosistemas tropicales, como las selvas, los manglares y los arrecifes de coral, son considerados "puntos calientes" de biodiversidad. En concreto, cabe destacar que el 99% de las especies de manglares se sitúan en sus territorios y además corren serio peligro ya que no paran de decrecer. Según el estudio “Los manglares del mundo 1980-2005” de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) el área total de los mismos ha disminuido durante ese periodo aproximadamente un 20%, equivalente a 3,6 millones de hectáreas.
- Regulación climática: Los bosques tropicales actúan como sumideros de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático al absorber dióxido de carbono de la atmósfera. Además, la circulación atmosférica en los trópicos influye en los patrones climáticos a nivel mundial, como el fenómeno de El Niño.
- Recursos naturales: Estas regiones albergan depósitos de minerales, petróleo, gas natural y una variedad de productos agrícolas tropicales, como frutas, café, cacao y aceites vegetales. La explotación sostenible de estos recursos puede contribuir al desarrollo económico de los países tropicales.
- Agricultura y seguridad alimentaria: Los trópicos desempeñan un papel vital en la producción de alimentos a nivel mundial. Muchos cultivos básicos y comercialmente importantes, como el arroz, el maíz, el plátano y el aceite de palma, se producen en las regiones tropicales. Mejorar la productividad agrícola y garantizar la seguridad alimentaria en los trópicos es esencial para alimentar a la creciente población mundial.
- Cultura y tradiciones: Los trópicos son hogar de diversas comunidades indígenas y poseen una riqueza cultural y tradiciones ancestrales únicas. La diversidad cultural de los trópicos es invaluable y debe ser valorada y protegida.
- Turismo y recreación: Los trópicos son destinos turísticos populares debido a sus hermosos paisajes, playas, selvas tropicales y actividades al aire libre. El turismo en los trópicos puede impulsar la economía local y proporcionar empleo.
Cambio climático, deforestación, desnutrición y brecha digital acechan a las zonas tropicales
Los trópicos enfrentan diversos desafíos y peligros, que van desde fenómenos naturales como el cambio climático hasta actividades humanas como la deforestación, la explotación maderera y la urbanización. Estas amenazas impactan en gran medida a los habitantes de los trópicos, ya que la ONU señala que existe una mayor prevalencia de problemas alimentarios y nutricionales en comparación con otras regiones del mundo.
Además, se observa un porcentaje más alto de población urbana en barrios marginales en estas áreas tropicales. La falta de acceso a Internet, conocida como brecha digital, también representa un peligro, afectando a más del 50% de la población que reside en los trópicos.
Erradicar las enfermedades tropicales desatendidas
Otro de los problemas que acechan en estas zonas son las llamadas enfermedades tropicales desatendidas (ETD) afectan a más de mil millones de personas en regiones tropicales y subtropicales, principalmente entre las comunidades más pobres. Entre ellas se encuentran la enfermedad de Chagas, el dengue, la leishmaniasis y la esquistosomiasis, causadas por parásitos, virus y bacterias transmitidos por insectos y agua contaminada.
Estas enfermedades provocan consecuencias sanitarias, sociales y económicas devastadoras. Para combatirlas, se implementan estrategias de tratamiento masivo, mejora del saneamiento, control de vectores, y promoción de la investigación. La OMS cuenta con un plan específico para ponerles fin antes de 2030.
Innovaciones y soluciones sostenibles en los trópicos
En respuesta a los desafíos que enfrentan, los trópicos también son un foco de innovaciones y soluciones sostenibles. Por ejemplo, iniciativas como la agroforestería y la agricultura regenerativa están siendo implementadas para aumentar la productividad agrícola mientras se preservan los ecosistemas. Además, proyectos de energía renovable, como la solar y la eólica, están en expansión para reducir la dependencia de combustibles fósiles y mitigar el cambio climático.
Organizaciones locales e internacionales están colaborando en la restauración de manglares y arrecifes de coral, utilizando tecnología avanzada y conocimientos tradicionales para asegurar la resiliencia de estos ecosistemas frente a las amenazas ambientales. La combinación de tecnología y prácticas ancestrales está demostrando ser una estrategia eficaz para abordar los problemas complejos de las regiones tropicales, asegurando un desarrollo sostenible y equitativo para sus habitantes.
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