Greenpeace ha criticado el discurso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la celebración de la ONU en Madrid por el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía, al considerar que estuvo lleno de "muchas palabras pero pocas medidas" y porque no ha concretado "ningún plan efectivo" para luchar contra este fenómeno que afecta a España de manera creciente.
Sin medidas efectivas
"El Gobierno tiene los impactos bien identificados pero no concreta medidas efectivas para paliar el problema que ya tenemos encima", ha criticado el responsable de la campaña 'Salvar el Agua' de Greenpeace, Julio Barea.
Para la ONG el encuentro internacional auspiciado por Naciones Unidas que ha tenido lugar en el Museo Reina Sofía de Madrid bajo el lema 'Superando juntos las sequías', ha dejado una serie de discursos cuyo nivel "no está a la altura de la urgencia" real.
Sequías que afectan a másde 3/4 partes de la población mundial
Según los datos de la ONU expuestos este viernes, en 2030 unos 700 millones de personas estarán en riesgo de desplazamiento por causas relacionadas con las sequías y en 2050 éstas pueden afectar a más de 3/4 partes de la población mundial. Por ello, Barea considera que eso requiere medidas "mucho más ambiciosas" que las puestas sobre la mesa.
En su discurso, Sánchez anunció su prioridad de restaurar los ecosistemas para luchar contra la desertificación y la sequía, lo que a Greenpeace, a priori le parece una medida acertada pero le recuerda que restaurar un bosque puede tardar cien años en ser efectivo para retener agua y evitar la sequía.
La agricultura y ganadería intensiva e industrial
"Demasiado tiempo, ya que nos enfrentamos a una emergencia climática que ya está causando estragos. Por ello, es necesario actuar ya para parar las causas que provocan estos impactos, como la agricultura y ganadería intensiva e industrial, el robo de agua, la mala gestión forestal o la contaminación. De nada de esto ha hablado Sánchez", afirma Barea.
Por ello, Greenpeace recuerda al presidente que la buena voluntad "solo se demuestra con medidas efectivas". En ese sentido, le propone medidas que pasan por "superar" la política hidráulica tradicional, centrada en la ejecución de grandes obras, y abordar una verdadera transición hidrológica justa que responda al actual contexto de cambio climático.
"Sobrexplotación y contaminación" de las aguas
Además, entre las medidas por las que apuesta la ONG está la lucha contra el "grave estado de sobrexplotación y contaminación" que sufren las aguas y, en particular las subterráneas, que son reservas "estratégicas y aún muy desconocidas".
En aras de reducir la vulnerabilidad al riesgo de sequía, recomienda aminorar la cantidad total de agua consumida, fundamentalmente por el regadío al ser éste el mayor consumidor (80% del total) e incluir a los ciudadanos en la gestión del agua y de los riesgos hídricos, a través de procesos participativos reales y ejercicios deliberativos.
Por otro lado, Greenpeace pide al Gobierno que cumpla con la obligación de elaborar y poner en marcha planes especiales de sequía para abastecimientos urbanos de más de 20.000 habitantes; implantar regímenes de caudales ecológicos científicamente establecidos y cerrar "el más de un millón de pozos ilegales" repartidos por toda la geografía.
Prohibir los nuevos proyectos de ganadería industrial
Otra propuesta al Gobierno en esta materia pasa por orientar las políticas agrícolas y ganaderas hacia la sostenibilidad y la reducción del consumo de agua y prohibir los nuevos proyectos de ganadería industrial así como la ampliación de los ya existentes en favor de apoyar la producción extensiva, local, de calidad y ecológica.
Hoja de ruta para potenciar la agricultura ecológica
Por último, pide una hoja de ruta para potenciar la agricultura ecológica y reducir la cabaña ganadera en intensivo a la mitad en esta década así como adaptar las políticas forestales a las necesidades del país más árido de Europa a través de un incremento del presupuesto destinado a gestión forestal.
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