Se muestra preocupado con el futuro del planeta, pero también comparte mensajes esperanzadores. El director de Conservación de WWF España, Enrique Segovia, cree que la solución a la emergencia climática depende de toda la sociedad: ciudadanos, gobiernos y empresas. Una tarea prioritaria porque "el sistema está dando unos estertores muy fuertes", advierte en EcoAvant.com.
Nos atiende en plena campaña de La Hora del Planeta, una acción global que sirve para agitar conciencias de una forma muy visual, si bien para WWF –organización con más de 60 años de andadura– La Hora del Planeta realmente son "todas las horas durante todo el año".
"Es un movimiento que une a millones de personas, miles de ciudades y miles de empresas", recalca Enrique Segovia, director de Conservación de WWF España, sobre La Hora del Planeta. Una iniciativa con más de 17 años de historia en la que participan 190 países y que emplaza a hacer un gesto sencillo: apagar las luces de hogares, oficinas, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora. Sí, se trata de un logro –paradójicamente– luminoso: 60 minutos de unidad mundial a oscuras en defensa de nuestro planeta. Porque el tiempo corre deprisa y en contra.
La Hora del Planeta de este 2023, al gran apagón del 25 de marzo de 20.30 a 21.30 horas se le ha añadido un genuino desafío que enlaza los valores del deporte con la sensibilización por la crisis medioambiental: una carrera virtual y gratuita icónica
Y este 2023, al gran apagón del 25 de marzo de 20.30 a 21.30 horas se le ha añadido un genuino desafío que enlaza los valores del deporte con la sensibilización por la crisis medioambiental: una carrera virtual y gratuita icónica. Se llama #KMPorElPlaneta y #VueltaAlPlaneta y, desde WWF, durante el mes de marzo han animado a la participación individual y colectiva porque "los símbolos son importantes en momentos de emergencia y de cambio", afirma Enrique Segovia.
Y así, en torno al calentamiento global, el director de Conservación de WWF España se refiere también a otros temas transversales como el agua, los bosques, la producción alimentaria e incluso la evolución –en medios y estilo– para contar mejor lo que está pasando. Porque, pese a todo y entre todos, "es posible vivir en armonía con la naturaleza".
La supervivencia de la naturaleza y el bienestar de la humanidad dependerá de lo que hagamos en los próximos años para protegerla y recuperarla
WWF
"Ojalá no fuéramos necesarios, pero no nos queda más remedio que estar ahí, peleando, concienciando", apunta Enrique Segovia. Porque, como señala la web de WWF España, "la supervivencia de la naturaleza y el bienestar de la humanidad dependerá de lo que hagamos en los próximos años para protegerla y recuperarla".
No en vano la ciencia sigue alertando de la emergencia climática, "cada vez con una contundencia mayor", subraya Enrique Segovia. El experto, a quien avalan más de 30 años de trabajo en WWF España, aprecia que la sociedad cada día es más consciente del impacto medioambiental y, acaso como una declaración de principios concisa e irrefutable, sentencia: "¡Necesitamos cuidar mucho más la naturaleza!". Manos a la obra, que "somos nosotros los que podemos hacer ese cambio"...
Gracias de antemano, Enrique. ¿Por qué es esencial el trabajo de entidades de referencia como WWF?
Es esencial porque somos una entidad que nos dedicamos a proteger y conservar la naturaleza y, por desgracia, en estos 60 años de trayectoria hemos visto que la naturaleza cada vez está más deteriorada. Nuestra actividad resulta necesaria y crucial. Ojalá no fuéramos necesarios, pero no nos queda más remedio que estar ahí, peleando, concienciando. Y demostrar que es posible vivir en armonía con la naturaleza.
Has recalcado en alguna ocasión que “los próximos siete años son cruciales para determinar si nos mantenemos dentro de nuestros límites planetarios, por debajo del umbral climático de 1,5 °C. Necesitamos llegar a 2030 con más naturaleza". ¿Somos realmente conscientes de esta urgencia?
Creo que somos conscientes del impacto que estamos generando. Hemos sido tozudos a la hora de no querer verlo.
"La ciencia nos sigue alertando, cada vez con una contundencia mayor. Hace unos días, el Panel Internacional del Cambio Climático presentó su 6º Informe de Síntesis ¡y más contundente no puede ser la ciencia!"
La ciencia nos sigue alertando, cada vez con una contundencia mayor. Hace unos días, el Panel Internacional del Cambio Climático presentó su 6º Informe de Síntesis ¡y más contundente no puede ser la ciencia!
Dijo expresamente que si queremos seguir en la senda de los 1,5 grados de incremento de temperatura media del planeta –que no debemos sobrepasar si no queremos tener un impacto severo en los ecosistemas y en nuestra forma de vida–, tenemos que reducir para 2030 el 43% de las emisiones a la atmósfera; y para 2035, el 65%. ¡Hay que actuar muy rápidamente! Tenemos los recursos y hay que tomar las decisiones políticas acertadas. Yo creo que este mensaje está claro y la ciudadanía empieza a percibir que es necesario el cambio.
Y veranos como el pasado nos hacen darnos más cuenta. Porque vemos que está cambiando todo y no para mejor. El verano pasado, con las olas de calor y la sequía extrema... Las señales están ahí y son cada vez más claras y evidentes. Creo que la ciudadanía tiene que ser consciente y tomar partido ya. Y de ahí campañas como La Hora del Planeta. Creemos que son necesarias para llamar la atención sobre la necesidad de actuar todos juntos: ciudadanos, gobiernos y empresas.
Y, para los más escépticos, ¿en qué nos afecta el cambio climático, más allá del vaivén de temperaturas en el día a día?
Por un lado, lo más evidente son las temperaturas, que están impactando en nuestro confort y en nuestro sistema de alimentación. En la producción de alimentos lo estamos viendo. El impacto es obvio. Se nota en el estado de la propia naturaleza para regular el ciclo del agua, regular temperaturas o regular el ciclo del oxígeno. Creemos que no nos impacta directamente y, sin embargo, nos está condicionando en cuanto a la disponibilidad de agua; y sumado, además, a la contaminación que tenemos. Nos está impactando también en las ciudades, en el estado de salud que tiene el arbolado.
Estamos viendo que el arbolado se está deteriorando sustancialmente, en parte debido al cambio climático; y eso genera un efecto de retroalimentación que impide disipar el calor en verano para luchar contras las olas de calor. Y en cuanto a la destrucción de la naturaleza, hemos roto el cordón sanitario con los propios ecosistemas y está pasando que distintos ecosistemas entran en contacto directo con el ser humano. Y se están produciendo enfermedades de origen animal que pueden llegar a ser pandemia.
El 70% de las enfermedades de los últimos 100 años tiene un origen animal, como el coronavirus o la gripe aviar. Son elementos muy directos que están impactando en nuestra forma de vida y en nuestro día a día. En las ciudades igual nos damos menos cuenta, pero en el medio rural el impacto se ve y es muy importante.
¿Y por qué es tan relevante el gesto simbólico de La Hora del Planeta, acaso el mayor movimiento global en favor de la conservación de la Tierra?
Sí. Es un movimiento que une a millones de personas, miles de ciudades y miles de empresas. Los gestos y símbolos son importantes en momentos de emergencia y de cambio. El hecho de llamar la atención creemos que es clave para aunar a la mayor cantidad de personas y entidades. Por eso es tan importante esta campaña; porque hace un llamamiento global incidiendo sobre un problema que es real y por desgracia estamos sufriendo. Representa el valor de los símbolos para luchar contra todo esto.
"La Hora del Planeta son todas las horas durante todo el año. No hay que quedarse en el gesto simbólico de un día, que está muy bien. Junto con otras medidas, va haciendo que poco a poco empecemos a cambiar nuestras actitudes, que es de lo que se trata"
Para nosotros, La Hora del Planeta son todas las horas durante todo el año. No hay que quedarse en el gesto simbólico de un día, que está muy bien. Junto con otras medidas, va haciendo que poco a poco empecemos a cambiar nuestras actitudes, que es de lo que se trata. Tenemos que cambiar políticas y nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza y los combustibles fósiles. ¡Necesitamos cuidar mucho más la naturaleza!
Durante el mes de marzo se está promoviendo la iniciativa #KMPorElPlaneta. La pasada edición en España se dieron hasta siete vueltas completas a la Tierra, una suma de 280.000 km. ¿Cómo y por qué participar aquí, además de contribuir al gran apagón?
Dentro de La Hora del Planeta siempre pedimos el apagado de la luz durante una hora. Los símbolos son importantes y el apagado de los símbolos emblemáticos supone una llamada fuerte de atención. Y es curioso ver cómo en cada huso horario, empezando por el oeste del Pacífico, va avanzando esta campaña y se van apagando edificios emblemáticos. Es un movimiento global muy simbólico. También le pedimos a la gente que esta acción le sirva de reflexión para entender más lo que está pasando...
Pedimos también, dentro de este movimiento simbólico, una implicación participativa haciendo kilómetros por el planeta. Andando, corriendo, nadando, en patines, en bicicleta, en monopatín, como se quiera. Y se pueden inscribir en nuestra campaña desde la web La Hora del Planeta. Y así mostrar su compromiso. Y luego vamos viendo cuántas vueltas simbólicas damos al planeta. Creo que este año se superan las siete de la vez anterior. Es una iniciativa en la que implicas a ciudadanos, gobiernos y empresas. Y te permite ver también cómo vamos cambiando.
En este sentido, al hilo de la movilización real y virtual... Con más de seis décadas de trayectoria en WWF, ¿ha evolucionado la forma de comunicar la emergencia climática con las redes sociales?
Sí, ha cambiado mucho. Los medios de comunicación estáis haciendo un trabajo fundamental en este tema porque no sólo estáis alertando. Y la ciencia también ha avanzado mucho para comunicar las cosas, como con el Panel Internacional del Cambio Climático, que decíamos antes. Creo que han aprendido mucho sobre cómo contar las cosas, cómo trasladar mensajes complejos para que los "tomadores de decisiones" (sic) y la ciudadanía puedan entenderlo.
Y, luego, también ha avanzado mucho la comunicación porque no solamente se cuenta la parte negativa, sino muchos aspectos positivos. Por ejemplo: cómo el cambio de actitud está siendo tan rápido y cómo se están encontrando soluciones. La urgencia es máxima y hay esperanza.
"Al principio, en la prensa el cambio climático se trataba en la sección de Sociedad; luego, pasó a las páginas de Economía; y ahora abre directamente las ediciones de los medios cuando ocurre algo o se consigue un acuerdo sobre el clima. Esto demuestra la importancia y el cambio de la comunicación"
Y se está dando ese mensaje también: que se pueden hacer las cosas y que hay esperanza. Somos nosotros los que podemos hacer ese cambio. Al principio, en la prensa el cambio climático se trataba en la sección de Sociedad; luego, pasó a las páginas de Economía; y ahora abre directamente las ediciones de los medios cuando ocurre algo o se consigue un acuerdo sobre el clima. Esto demuestra la importancia y el cambio de la comunicación.
Últimamente, en Ecoavant constatamos gracias a jóvenes activistas la necesidad de plantear mensajes diferentes para la concienciación. Aparte del obvio dramatismo de la realidad medioambiental, hay una tendencia hacia otra comunicación más cercana e incluso simpática. ¿Qué te parece?
Me parece que es fundamental Jorge. Creo que la comunicación para la gente joven es clave y muy necesaria. Pero también hay que adaptarla a la gente mayor. Piensa que un país como el nuestro en las próximas elecciones tiene la franja de mayores de 65 años superior a la de menores de 30.
Tenemos la pirámide de edad invertida. La comunicación ahora hay que adaptarla. Esa comunicación tan genérica de otra época hay que adaptarla a los segmentos de población. Porque la gente mayor de 65 años no va a ir a Instagram o TikTok, pero sí que necesitan cambiar actitudes.
El 21 de marzo celebramos el Día Internacional de los Bosques... La ONU ha propuesto este año como tema "Bosques y salud" por su capacidad de almacenar carbono y regular la temperatura del planeta... ¿Otra urgencia?
Totalmente. Y un poco el lema de "Bosques y salud" hace referencia a lo que te contaba antes. Es una línea fundamental de trabajo en WWF: los bosques. Necesitamos bosques vivos, funcionales. Son claves. Nos ayudan a producir oxígeno, a absorber emisiones de CO2, a generar biodiversidad y a mantener los ecosistemas sanos; y eso afecta a nuestra salud.
"Bosques sanos y salud... Si los bosques no están sanos, se nos queman e incrementan emisiones de CO2. Perdemos especies, biodiversidad y hacemos menos habitable el planeta. Si están bien, nos ayudan a mejorar"
Bosques sanos y salud... Si los bosques no están sanos, se nos queman e incrementan emisiones de CO2. Perdemos especies, biodiversidad y hacemos menos habitable el planeta. Si están bien, nos ayudan a mejorar nuestra condición física para respirar mejor, también a liberar tensiones paseando... Tienen una capacidad de sanar nuestro cuerpo y nuestra mente de la que no somos conscientes hasta que no los tenemos. Los bosques son claves y fundamentales.
Y quizá tras la pandemia se ha revalorizado más la naturaleza, estar al aire libre, respirar aire puro...
Es que se nota la ayuda enseguida. Los bosques, la naturaleza, dan un beneficio en un tiempo muy rápido, muy corto, muy cercano. Y lo que decíamos: todo el trabajo que hacen de depuración... El 54% de las emisiones que ha producido el hombre en las últimas décadas ha sido absorbido por la naturaleza. La mitad. ¡Eso es brutal! La capacidad de sanar que tiene la naturaleza –y eso que la tenemos bastante deteriorada– es única. Y entre todos hay que conseguir que siga ejerciendo esa función.
Otra fecha reciente: el 22 de marzo, Día Mundial del Agua. Se ha organizado la Conferencia del Agua de la ONU tras casi cincuenta años desde la única conferencia global sobre el agua de la historia: la que se hizo en Mar de Plata en 1977. ¿Los tiempos están cambiando?
Sí. Y el agua es otro elemento clave para WWF España. Hay una Conferencia Global del Agua. Es que el agua es clave para la vida y el desarrollo humano, para las actividades humanas. ¡Y la tenemos absolutamente mal cuidada! En nuestro país hablamos del cambio climático, etcétera.
"Pero el gran problema ambiental de España es el agua y la estamos tratando mal. La estamos sobreexplotando, la estamos utilizando en exceso para una agricultura intensiva y tenemos acuíferos contaminados o sobreexplotados, los ríos exhaustos y los humedales secos. Solo hace falta ver Doñana, Daimiel o el Mar Menor..."
Pero el gran problema ambiental de España es el agua y la estamos tratando mal. La estamos sobreexplotando, la estamos utilizando en exceso para una agricultura intensiva y tenemos acuíferos contaminados o sobreexplotados, los ríos exhaustos y los humedales secos. Solo hace falta ver Doñana, Daimiel o el Mar Menor...
Exhaustos por la explotación durante décadas de sus acuíferos para una agricultura intensiva. Un recurso de todos para beneficio de unos pocos con un impacto brutal en el medio natural. El agua, en esta situación natural de crisis climática y pérdida de biodiversidad, nos empieza a afectar directamente. Hay varios fenómenos de sequía, irregularidades en las precipitaciones y lugares donde escasea el agua. Y ahora entramos en un periodo de cambio de tiempo con la primavera y el verano. A ver cómo van estos meses.
Pregunta más personal: ¿qué haces en tu día a día para respetar el medio ambiente? ¿Qué hace Enrique Segovia como ciudadano concienciado?
¿Qué hago en el día a día? Desde hace 25 años no tengo coche, con lo cual me muevo en transporte público; y cuando necesito un vehículo por cuestiones diferentes, lo alquilo. Pero no tengo coche. Me desplazo en transporte público. E intento comer productos de temporada y de cercanía.
¡De verdad que no necesitamos tomarnos un aguacate todos los días, que están generando un impacto brutal! Lo digo por poner un ejemplo... Cada vez como menos carne. Intento que la carne que como sea de ganadería extensiva. Aparte, en mi casa no entran productos precocinados ni congelados.
También procuro tener contacto con la naturaleza. Vivo cerca y me facilita este contacto: San Lorenzo de El Escorial me encanta; sin ir más lejos, me gusta mucho la provincia de Segovia, el paisaje tanto de sierra como de llanura, con esos cañones...
Esto me recuerda lo de "pensar local y actuar globalmente"...
Sí. ¡Una vez que actúas localmente hay que repensarlo globalmente! Ahora mismo necesitamos repensar el sistema. En la alimentación tenemos un sistema dopado de petróleo. Para consumir alimentos, para desplazarnos, para muchas cosas consumimos petróleo. ¡No necesitamos tener de todo todos los días a nuestra disposición!
"El 40% de los alimentos que producimos los desperdiciamos. Nos hemos metido en una entelequia de tener más y más y más que deteriora nuestro sistema natural. Necesitamos repensar completamente el sistema de producción y consumo de alimentos"
El 40% de los alimentos que producimos los desperdiciamos. Nos hemos metido en una entelequia de tener más y más y más que deteriora nuestro sistema natural. Necesitamos repensar completamente el sistema de producción y consumo de alimentos. Consumir menos, consumir productos de cercanía, producto local y vegetal, etcétera. De una manera rápida y acelerada el sistema está dando unos estertores muy fuertes.
¿Cómo colaborar –no solo en La Hora del Planeta–con WWF España?
Hay muchas maneras de colaborar. Te puedes hacer socio en nuestra web: WWF Y es una manera muy bonita y duradera de colaborar con nosotros. Pero hay más opciones. Tenemos actividades de voluntariado, donaciones, legados y herencias solidarias... Son actividades responsables para la naturaleza y para WWF.
¡Muchas gracias, enhorabuena por vuestro trabajo y los mejores deseos!
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