Científicos/as del iC3 Centre for Ice, Cryosphere, Carbon and Climate han descubierto que los glaciares del Ártico están filtrando cantidades significativas de metano, un potente gas invernadero.
Este estudio es un hallazgo importante porque resalta un proceso natural hasta ahora desconocido que contribuye a las emisiones de metano en el Ártico. El metano es un gas de efecto invernadero muy potente, con un potencial de calentamiento global mucho mayor que el dióxido de carbono a corto plazo. Este descubrimiento sugiere que, además de las fuentes ya conocidas de metano como los humedales o el permafrost, los glaciares en retroceso también están contribuyendo significativamente al problema.
Retroalimentación climática
Este metano proviene de formaciones geológicas subyacentes, atrapado durante millones de años, ello resalta la rapidez con la que el deshielo y el retroceso de los glaciares pueden liberar gases que habían permanecido inactivos durante mucho tiempo
El hecho de que este metano provenga de formaciones geológicas subyacentes, atrapado durante millones de años, resalta la rapidez con la que el deshielo y el retroceso de los glaciares pueden liberar gases que habían permanecido inactivos durante mucho tiempo. Y como se mencionó, las concentraciones observadas en el río de deshielo fueron sorprendentemente altas, lo que sugiere que el impacto de este proceso podría ser aún mayor de lo que se pensaba.
Este fenómeno podría, por lo tanto, formar parte de un ciclo de retroalimentación climática. A medida que los glaciares retroceden, liberan más metano, lo que a su vez puede acelerar el calentamiento global, haciendo que el Ártico se calienta aún más rápido. Contribuyendo así, indirectamente, a una aceleración del deshielo global y a un ciclo que se refuerza a sí mismo.
El estudio en Biogeosciences (1) abre una nueva vía de investigación que, sin duda, llevará a un mejor entendimiento de cómo el cambio climático puede estar operando en regiones tan sensibles como el Ártico.
Fracturación hidráulica glacial
Los glaciares actúan como tapas gigantes que atrapan el metano bajo tierra, pero a medida que se derriten, el agua se filtra a través de las grietas del lecho rocoso y transporta el gas a la superficie
Magerl destaca la importancia del agua de deshielo en la generación de estas emisiones: "Los glaciares actúan como tapas gigantes que atrapan el metano bajo tierra, pero a medida que se derriten, el agua se filtra a través de las grietas del lecho rocoso y transporta el gas a la superficie. Se puede pensar en ello como un proceso de fracturación hidráulica natural, o como lo hemos llamado: fracturación hidráulica glacial".
El estudio sugiere que podrían estar produciéndose emisiones similares en cientos de otros glaciares en Svalbard. Hay más de 1.400 glaciares que terminan en tierra en el archipiélago, muchos de los cuales se encuentran sobre un lecho rocoso rico en metano.
Si se están produciendo procesos similares en otros lugares, las emisiones de metano glacial podrían ser una fuente sustancial y hasta ahora no contabilizada de emisiones de gases de efecto invernadero en el Ártico.
Las implicaciones de esta investigación van mucho más allá de Svalbard.
El Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el promedio global, lo que está provocando una rápida reducción de los glaciares. Al derretirse, estos glaciares podrían liberar metano, un potente gas de efecto invernadero, creando un ciclo de retroalimentación que acelera aún más el calentamiento global.
Consecuencias climáticas globales
El Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el promedio global, lo que está provocando una rápida reducción de los glaciares
Este fenómeno podría tener consecuencias climáticas globales, ya que el metano es mucho más efectivo que el dióxido de carbono en el calentamiento a corto plazo.
Los científicos y científicas ahora deben revisar los presupuestos de metano en la región, considerando tanto las emisiones de los glaciares como el deshielo del permafrost y los humedales. Un estudio reciente documentó las emisiones de metano de un río de deshielo en Svalbard, pero se necesita más investigación para comprender la magnitud del problema y desarrollar métodos para medir las emisiones de metano a gran escala.
Comentarios