En plena segunda ola de la pandemia de coronavirus, aumento de contagios y fallecimientos por la covid-19, son constantes las noticias relacionadas con las condiciones de los animales en granjas industriales y el bienestar animal. También lo son las asociadas con el riesgo de que el SARS-CoV-2 experimente variantes que puedan transmitirse a personas y comprometer la efectividad de las futuras vacunas.
El anuncio hecho a principios de semana por la farmacéutica Pfizer –que sugiere una eficacia del 90% en su vacuna frete al coronavirus– invita al optimismo todo y que no se han publicado los detalles. El furor en el mercado de valores se ha trasladado con subidas históricas de los correspondientes indicadores bursátiles. Hasta la fecha, en todo el mundo ya se han superado las 50 millones de personas contagiadas por coronavirus y las muertes por covid-19 ascienden a más de 1,2 millones.
Ya se han superado los 50 millones de contagios y las muertes por covid-19 ascienden a 1,2 millones
La primera ministra danesa Mette Frederiksen declaró que el virus mutado Cluster 5 podía representar un "riesgo para la eficacia" de una futura vacuna contra la covid-19. Poco después, este mismo martes, Frederiksen ha tenido que pedir disculpas por la falta de respaldo legal de la propuesta de matar todos los visones en territorio danés.
El Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) ya ha solicitado que se realicen pruebas del virus SARS-CoV-2 a los visones y trabajadores de las granjas afectadas por la nueva cepa de coronavirus en Dinamarca, por los casos positivos detectados. También han detectado casos en personas que viven en la zona.
Una industria con un único objeto: confeccionar abrigos
La peletera es una industria que cría ejemplares de visón con el único objeto de confeccionar abrigos y otros elementos propios de la vestimenta y de la moda, por lo que desde hace años esta actividad granjea y acumula detractores.
En España, la organización conservacionista WWF ha solicitado hace escasos días al Gobierno que decrete el cierre de las granjas de cría de estos mustélidos por razones ambientales, puesto que se trata de una especie invasora que afecta a unas 50 especies autóctonas, como el visón europeo o desmán ibérico, especie endémica en la Península Ibérica. Y sobre todo, por el contexto sanitario de la pandemia del coronavirus ya que la especie puede aumentar el vector de transmisión, entre humanos y animales.
El nivel de estrés de las granjas hace más susceptibles a sus animales a la hora de contraer enfermedades
WWF, ONG ambientalista
En España, con 37 granjas peleteras, se crían entre 500.000 y un millón de visones al año, y en la actualidad solo está cerrada temporalmente una granja afectada en Teruel, que podría volver a operar la próxima primavera. En medio de una crisis zoonótica colosal en forma de pandemia, la ONG ambientalista WWF reclama una ganadería menos intensiva que reduzca las posibilidades de enfermedades en los animales. Asevera que "el nivel de estrés de las granjas hace más susceptibles a sus animales a la hora de contraer enfermedades".
Al inicio de esta misma semana también se ha tenido conocimiento de un estudio, –de la secuenciación del genoma completo de los brotes de SARS-CoV-2 en 16 granjas de visones de los Países Bajos– que ha detectado una transmisión bidireccional del virus SARS-CoV-2 entre humanos y visones. Según explican los autores del estudio, el virus se introdujo inicialmente desde los humanos a los animales de granja.
Desde el inicio de la pandemia las investigadoras/es científicas/os siguen de cerca los casos de contagio por covid-19 de las personas a animales, por miedo a que se conviertan en reservorios del SARS-CoV-2.
Gripe aviar
Al mismo tiempo, en Japón, hace unos días las autoridades sacrificaron cerca de 330.000 pollos en una granja de cría de aves situada al oeste del país tras detectar un foco de gripe aviar. Es el primero de esta enfermedad en lo que va de temporada, por lo que las autoridades de la prefectura de Kagawa han restringido el movimiento de aves de corral y huevos en los alrededores de la granja en cuestión. Al mismo tiempo, el gobierno japonés ha asegurado que se tomarán las medidas necesarias para "impedir que se extienda la infección".
El sistema alimentario actual contamina y destruye
Según denuncia también WWF, el sistema alimentario actual es el responsable del 75% de la deforestación mundial y del 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que considera que las enfermedades infecciosas como el coronavirus se deben a la conversión de tierras para la agricultura, la ganadería intensiva y el comercio ilegal de vida silvestre, en un sistema alimentario basado en la explotación insostenible de los recursos naturales.
El sistema alimentario es responsable del 75% de la deforestación y del 26% de las emisiones
Greenpeace alertó recientemente de que en el sector ganadero industrial español se produjo un aumento del 27% en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) entre los años 2000 y 2018, lo que convierte a España en el tercer país de la Unión Europea (UE) con más gases de efecto invernadero producido por la industria ganadera.
Otro estudio estima que existe un millón de especies de insectos, lo que representa el 80% de la biodiversidad de todo el planeta y calcula que la tasa de extinción de estos invertebrados es ocho veces más rápida que la de los mamíferos, aves o reptiles. Diferentes especialistas explican la causa de esta situación a la pérdida de hábitats por los usos agrícolas.
Sobre la nueva Política Agraria Común (PAC) aprobada hace escasas semanas por el Europarlamento y el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, las organizaciones ecologistas opinan que los acuerdos alcanzados resultan "decepcionantes" porque dan la espalda al Pacto Verde Europeo y desoye las recomendaciones y evidencias de la ciencia y las demandas de la sociedad civil.
Los acuerdos de la PAC resultan "decepcionantes" porque dan la espalda al Pacto Verde Europeo
Ayer mismo, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo que la perturbación social y económica provocada por la pandemia del coronavirus "palidecerá en comparación" a la que dejará la crisis climática.
Antonio Guterres ha apelado a la solidaridad mundial como "imprescindible para derrotar al virus" y en la responsabilidad compartida de redoblar los esfuerzos para "ponerse en marcha" y recuperarse de la crisis económica y social aplicando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que permitirán construir un futuro "sostenible, inclusivo y resistente".
El fraude del ‘bienestar animal’
Recientemente, ha trascendido a los medios de comunicación y agencias de noticas la investigación Tras los Muros, el proyecto fotográfico y audiovisual, llevado a cabo por Aitor Garmendia, en una exhaustiva investigación en explotaciones porcinas en territorio español, en la que denuncia el "desamparo institucional" y la "violencia estructural" en la que viven más de 30 millones de cerdos al año.
Garmendia accedió entre los años 2019 y 2020 –junto con un equipo de investigación formado por personas que han preferido mantener su anonimato– a 32 granjas porcinas de Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha.
Actualmente, la exportación española de productos derivados del sector porcino es la primera de la UE. La población de cerdos en España a principios de 2020 superaba los 31 millones ejemplares, siendo la mayor de la UE y la tercera a nivel mundial. Más del 95% de la carne de cerdo que se consume en España provienen de la ganadería industrial intensiva.
Más del 95% de la carne de cerdo que se consume en España es de la ganadería industrial intensiva
En los últimos años se han llevado a cabo grandes esfuerzos por parte de la industria cárnica por dar un imagen del bienestar animal refiriéndose a la Directiva de la UE en la que se determinan las “normas mínimas para la protección de cerdos” con una enumeración de condiciones y protocolos que deben garantizar el bienestar de “los animales de crianza” así como los “requisitos para construir los establos, las condiciones de aislamiento, calefacción y ventilación, la inspección del equipamiento y del ganado”.
Aitor Garmendia y su equipo de investigación denuncian al respecto de la directiva europea que “las medidas de bienestar animal carecen de la facultad para proteger a los animales. Ni fueron ideadas para dicho propósito, ni en el marco de producción en el que se desarrollan” y permiten “el destete a la fuerza, la mutilación de genitales o el encierro de cerdas en jaulas donde no pueden ni darse la vuelta”.