A 12 de septiembre, ha repuntado la cantidad de incendios forestales en activo, destacando por el número de siniestros la comunidad extremeña y, por la gravedad del fuego, el incendio granadino de Los Guájares y el de la Sierra de Cazorla jiennense.
Extremadura es la Comunidad que más afectada se ve hoy por los siniestros, con hasta cuatro fuegos a lo largo de su geografía. También en la zona oeste de la Península hay otros dos incendios en Castilla y León, más concretamente en la provincia de Ávila.
El otro foco de preocupación principal se centra en Andalucía donde, además de un siniestro en la provincia de Córdoba, se da el incendio más preocupante de la Península, con más de 3.000 hectáreas arrasadas en el municipio granadino de los Guájares. Aunque en proceso de control, también está aún activo un siniestro en la Sierra de Cazorla jiennense.
En cuanto al resto de la Península, encontramos varios focos dispersos en Galicia, Cantabria, País Vasco, Castellón y Ciudad Real.
Hectáreas quemadas por incendios forestales
Hasta el 4 de septiembre han ardido 251.550,17 hectáreas, unas cifras ligeramente inferiores a la semana pasada por ajustes estadísticos en la superficie quemada en un verano negro en los incendios forestales. A pesar de la atenuación de las cifras en las últimas semanas, la superficie siniestrada sigue siendo más de tres veces superior a la media del decenio y del año pasado, cuando habían ardido unas 75.500 hectáreas
El número de siniestros este año ya asciende a 8.585, unos 250 más que la semana pasada, una cifra ligeramente por encima de la media del decenio y casi 1.400 siniestros más que el año pasado a estas alturas, cuando se habían dado 7.244 siniestros.
En cuanto a la superficie forestal arrasada por zonas, las cifras apenas han variado, manteniéndose las Regiones del Noroeste como las más castigadas con un 49,69% del total; la masa forestal afectada de las Comunidades Interiores supone el 30,17% y las cifras de Mediterráneo y Canarias se mantienen en el 19,04% y 1,10%, respectivamente.
Respecto al tipo de vegetación arrasada, las cifras han variado ligeramente por los ajustes estadísticos, situándose la mayor superficie calcinada aún en zonas de matorral y monte abierto, con 123.918 hectáreas, seguido de las 109.503 hectáreas quemadas de superficie arbolada.