Tras las sucesivas olas de calor que han generado temperaturas muy altas y un mayor grado de sequedad en la masa forestal, llega la mayor incidencia de incendios forestales propia de la época, aunque la situación no sea tan preocupante como en años anteriores.
Así, a 14 de agosto hay una presencia dispersa de siniestros forestales repartidos por toda la Península, pero de momento sin focos de excesiva gravedad.
Mapa de los incendios forestales activos
En el cuadrante noroccidental apenas hay dos siniestros de relativa gravedad concentrados en los Montes de León y en la llanura cercana a Valladolid. Descendiendo hacia el sur encontramos otro siniestro en la provincia de Toledo, en las cercanías del Sistema Central. En cuanto a la cuenca Mediterránea, apenas hay un foco activo situado en el Delta del Ebro.
La zona de mayor concentración vuelve a ser la mitad sur, con cuatro focos activos. El primero está situado en las cercanías de la ciudad de Badajoz, mientras los otros tres se sitúan en Andalucía. De oeste a este, hay un primer siniestro en la provincia de Córdoba, otro en las cercanías de la ciudad de Granada y un último siniestro en la zona noreste de la provincia de Jaén
Hectáreas quemadas por incendios forestales
Hasta el 30 de julio han ardido 63.802,52 hectáreas, unas 4.500 en el último mes, cifras relativamente moderadas para tratarse del mes de julio. La comparación es más sustancial si se relaciona con el dramático 2022, en el que a 30 de julio habían ardido ya más de 162.000 hectáreas. En cuanto a la cifra media, 2023 todavía se sitúa unas 12.000 hectáreas por encima de la cifra media de hectáreas siniestradas a estas alturas de año.
En el número de siniestros la cifra en lo que va de año se sitúa en 5.566 siniestros, cifras por debajo de la media del decenio (6.000) y unos 1.200 siniestros menos de los acontecidos el año pasado. Durante este último mes se han producido 692 siniestros, la mayoría de ellos conatos.
En cuanto a las zonas arrasadas ha habido cierta variación. Mientras el Mediterráneo (8,24% del total) y las Comunidades Interiores (24,23%) se han mantenido sin gran variación, las regiones del Noroeste han caído cuatro puntos en este mes hasta sufrir el 62,66% de la superficie arrasada y Canarias irrumpe desde una superficie testimonial hasta haber sufrido el 4,86% de la superficie calcinada por el dramático incendio que sufrió la isla de La Palma durante el mes de julio.
En cuanto al tipo de vegetación arrasada, el matorral y monte abierto se mantiene como la superficie más afectada, con más de 39.210 hectáreas, 1.200 más que el mes pasado. También se han calcinado 250 hectáreas de pastos y dehesas hasta un total de 4.984, mientras que la vegetación más afectada durante julio fue la superficie arbolada, que vio quemarse 3.000 hectáreas y ya alcanza las 19.697 hectáreas incendiadas en lo que va de 2023.
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