A pesar de la llegada del frío y las precipitaciones otoñales, se ha dado un repunte de siniestros que están repartidos por toda la Península, aunque la mayoría de ellos sea de pequeñas dimensiones. Aunque hayan proliferado los siniestros por la mayor parte de zonas de la geografía española, las principales concentraciones de siniestros se encuentran en el este de la provincia de Badajoz y en el límite entre las provincias de Huesca y Lleida.
Mapa de los incendios forestales activos en España
Desde el oeste de la Península, con Galicia y la cornisa norte libres de siniestros de importancia, los únicos incendios de relativa consideración de la Meseta Norte aparecen en la provincia de León y en la llanura palentina.
La situación es más complicada en la vertiente mediterránea. Además de dos siniestros en la provincia de Zaragoza, hay una importante concentración de fuegos que traza una línea desde las proximidades de la frontera pirenaica hasta el sur de la provincia de Alicante. En esta agrupación hay varios siniestros próximos entre sí entre las provincias de Huesca y Lleida y otros tantos dispersos por la Comunidad Valenciana, desde la costa castellonense hasta el interior de la serranía de Alicante.
En el interior de la Península hay algún siniestro disperso en las provincias de Toledo, Córdoba o el interior de Granada. Será en el cuadrante suroeste donde se encuentre la mayor concentración de siniestros, en una región del este de la provincia de Badajoz, una zona habitualmente castigada por los incendios.
Aunque las Canarias ha vivido un año relativamente calmado en los incendios forestales, la isla de Tenerife también sufre un siniestro activo en su costa oeste en la actualidad.
Hectáreas quemadas por incendios forestales
Hasta el mes de noviembre han ardido 47.319,72 hectáreas, dato que supone un importante descenso con respecto a las referencias de años anteriores. Este dato está casi 40.000 hectáreas por debajo de las 86.689,15 hectáreas siniestradas en los once primeros meses del año pasado. Si realizamos la comparación con la media del último decenio, el balance es aún mejor, ya que se sitúa en números inferiores a la mitad de las 99.473 hectáreas siniestradas de media. Durante el mes de octubre la variación en las cifras totales fue mínima, apenas unas 150 hectáreas, dato que se explica tanto por la mayoritaria escasez de siniestros, como por la revisión a la baja de las cifras estadísticas de meses anteriores.
El número de siniestros también arroja un balance muy positivo. En los once primeros meses del año se han dado 5.953 siniestros, de los cuales 4.251 fueron conatos al afectar una superficie inferior a la hectárea, y los restantes 1.702 se consideran incendios superiores a la hectárea. En el último mes apenas se han contabilizado 113 nuevos sucesos. En la comparación con datos anteriores, se han producido unos 1.600 siniestros menos de los acontecidos el año pasado a estas alturas (7.568). De nuevo el balance resulta mejor si lo comparamos con los 9.370 siniestros de media acontecidos durante los últimos diez años.
El balance de superficie forestal arrasada por zonas se mantiene casi exactamente igual al del mes pasado por la mínima superficie afectada durante el último mes. Las Comunidades Interiores son la zona más afectada durante este año, con un 43,16% del total. Las regiones del Noroeste han sufrido un 42,00% de la superficie calcinada, dato muy cercano al anterior. Ya lejos de estas cifras se encuentra la región mediterránea, donde se ha incendiado el 14,79% de la superficie nacional. En último lugar está el archipiélago canario, que apenas ha sufrido el 0,04% de las zonas afectadas.
En cuanto al tipo de vegetación, volvemos a estar ante mínimas variaciones que mantienen la tendencia de los últimos meses. El matorral y monte abierto protagoniza más de la mitad de la superficie incendiada, con 24.138,15 hectáreas. A continuación se mueven en cifras muy parecidas la superficie arbolada, con 12.311,59 hectáreas, y los pastos y dehesas, que han visto calcinarse 10.869,98 hectáreas.