La bajada de las temperaturas propia del invierno y la llegada de persistentes precipitaciones en la mayor parte de la Península asociadas a la borrasca Garoé han facilitado la ausencia de incendios forestales de consideración en la mayor parte de la Península Ibérica. Apenas persisten algunos focos de relativa importancia, la mayoría de ellos concentrados en el cuadrante sureste de la Península.

 

Mapa de los incendios forestales activos en España

 

Mapa de los incendios forestales activos a 21 de enero de 2025 / Imagen: EA Mapa de los incendios forestales activos a 21 de enero de 2025 / Imagen: EA

Fuera de ese foco principal apenas encontramos otro siniestro de consideración en toda la Península. Se trata de un incendio de escasa extensión ubicado en la zona del Pirineo navarro, en su mayor parte situado en suelo francés pero que podría haberse traspasado a territorio español.

Con el resto del territorio libre de siniestros de importancia, encontramos hasta tres sucesos de relevancia en el anteriormente mencionado sureste. En primer lugar se ha producido un incendio en el interior de Murcia, en las cercanías de la población de Jumilla y próximo al límite con la provincia de Albacete. Al este de dicho fuego hay otro en el sur de la provincia de Alicante, cerca de la costa mediterránea y en las inmediaciones de Santa Pola. El último incendio estaría ubicado en el norte de la provincia de Granada, en la cuenca del río Galera.

 

Hectáreas quemadas por incendios forestales

 

Incendios forestales en España en datos hasta el 31 de diciembre de 2024 / Foto: EA Incendios forestales en España en datos hasta el 31 de diciembre de 2024 / Foto: EA

En el balance total del año 2024 han ardido 47.711,13 hectáreas, lo que implica un importante descenso respecto a las referencias anteriores. Esta cifra está más de 41.000 hectáreas por debajo de las cifras del año pasado, cuando ardieron 89.135,67 hectáreas en 2023. La comparación con la media del último decenio resulta aún más ventajosa, ya que los datos de 2024 son inferiores a la mitad de la superficie media calcinada en los últimos años, unas 103.900 hectáreas anuales. En el mes de diciembre las hectáreas calcinadas fueron muy pocas. La llegada del invierno y las precipitaciones dieron un respiro y permitieron que sólo ardieran unas 400 hectáreas durante el último mes.

Las conclusiones anuales también resultan positivas al analizar el número de siniestros, que en el último año se han limitado a 6.134 sucesos, entre los cuales se incluyen 4..401 conatos inferiores a una hectárea y 1.733 incendios sobre una superficie mayor. En la comparación anual vemos cómo ha habido un descenso anual de unos 1.500 siniestros con respecto a los 7.678 con que cerró el año 2023. De nuevo la cifra es más alentadora aún si se compara con la media del último decenio, cuando se producían unos 9.670 siniestros cada año. En el último mes se registraron unos 180 fuegos, la gran mayoría de ellos de escasa extensión.

Los porcentajes de superficie forestal arrasada por zonas se han mantenido con mínimas variaciones en el último mes debido a la escasa superficie forestal arrasada durante este último periodo. Las Comunidades Interiores cierran el año como la zona más afectada, con un 42,79% del total. En cifras muy parecidas se han situado las regiones del Noroeste que han padecido un 41,88% de la superficie calcinada, dato muy cercano al anterior. A buena distancia de estas cifras se encuentra la región mediterránea, que este año se ha visto más libre de siniestros de gravedad y donde se ha incendiado el 15,27% de la superficie nacional. En último lugar está el archipiélago canario, que ha sufrido el 0,06% de la extensión afectada.

Las variaciones de diciembre también han sido mínimas en el tipo de vegetación afectada. La mayor parte de la superficie calcinada en el último mes ha sido de matorral y monte abierto, tipología que cierra el año con más de la mitad de la superficie incendiada: 24.420,20 hectáreas. En segunda posición, y a gran distancia de la primera, aparecen los pastos y dehesas, que han sufrido 12.405,71 hectáreas dañadas por los incendios, número cerca del cual ha cerrado el año la superficie arbolada, con 10.885,21 hectáreas calcinadas.