La presencia de la DANA que ha barrido toda la Península con lluvias generalizadas y, en ocasiones, torrenciales, ha provocado la casi total ausencia de incendios forestales durante el fin de semana en toda la Península. Las lluvias generalizadas y el final de las sucesivas olas de calor sufridas durante el verano han generado una situación de estabilidad en cuanto a incendios forestales se trata.
Mapa de los incendios forestales activos
A pesar de no tratarse de incendios de grandes dimensiones, se puede hablar de dos grupos de siniestros de moderada importancia en la Península durante el fin de semana. Así, en las estribaciones de la Sierra de Gredos, en Castilla y León, hay dos focos relativamente próximos entre sí. Igualmente se encuentran dos siniestros moderados en la cuenca del Tajo, en la zona norte de la provincia de Toledo, prácticamente limítrofes con Madrid.
Hectáreas quemadas por incendios forestales
La casi total ausencia de incendios en la actualidad no ha sido la tónica habitual en un agosto que, si bien ha sido menos dramático en incendios que en los últimos años, especialmente que el año pasado, ha arrojado algún episodio dramático, sobre todo el acaecido en la isla de Tenerife.
Hasta el 27 de agosto ardieron 78.533,94 hectáreas, unas 15.000 en el último mes, cifras importantes pero que contrastan con la media de 24.000 en los meses de agosto del último decenio y, sobre todo, las casi 90.000 hectáreas que ardieron en el dramático agosto de 2022. Aún así, el número de hectáreas quemadas en agosto de 2023 todavía se sitúa por encima de la media del decenio (75.350).
En cuanto al número de siniestros, en lo que va de año ha habido 6.438, cifra 1.000 unidades inferior a la media del decenio y casi 1.900 fuegos menos que en 2022. Con todo, en agosto han sucedido unos 850 siniestros.
El mayor protagonista de estos siniestros fue, con mucha diferencia, el incendio sufrido en la isla canaria de Tenerife, cifras que se pueden observar en la superficie arrasada por zonas. Desde números casi testimoniales, Canarias llegó a casi un 5% de la superficie en julio con el siniestro de La Palma y, tras el incendio de Tenerife, alcanza un 19,12% de la superficie arrasada en España en lo que va de año. Frente al desmesurado aumento de la superficie canaria arrasada se moderan las cifras de las Regiones del Noroeste (52,01%), Comunidades Interiores (20,74%) y Mediterráneo (8,13%).
El grave siniestro de Tenerife también tiene sus consecuencias sobre el tipo de vegetación arrasada, que en su gran mayoría correspondía a superficie arrasada. Así, en el mes de agosto la superficie arbolada arrasada creció en más de 14.000 hectáreas, alcanzando las 33.812,55 hectáreas calcinadas en lo que va de año. La vegetación más afectada sigue siendo el matorral y monte abierto (40.955,74), pero sin llegar a las 2.000 hectáreas arrasadas en el último mes y, a mucha distancia, se mantienen los pastos y dehesas (3.765,65).