Activistas climáticos del grupo Letzte Generation -Última Generación- han vuelto a pintar de color naranja la Puerta de Brandeburgo, el icónico monumento de la capital alemana, Berlín, que se encuentra además en pleno proceso de restauración por la última acción ecologista de mediados de septiembre.
Según ha confirmado Letzte Generation-Última Generación- en sus redes sociales, esta nueva acción reivindicativa se produce en protesta por las políticas del Ejecutivo alemán, que "se somete a los intereses de las corporaciones y expande sin piedad la infraestructura de combustibles fósiles".
Letzte Generation -Última Generación- «Somos la última generación que podemos actuar contra la crisis climática».
"La Puerta de Brandeburgo sigue siendo naranja"
El colectivo ha compartido un vídeo en el que se muestra dos jóvenes activistas con un pequeño bote de pintura naranja y una brocha pintando a mano una de las columnas de la Puerta de Brandeburgo. La Policía berlinesa ha confirmado más tarde la detención de al menos dos jóvenes.
"La Puerta de Brandeburgo sigue siendo naranja", han aseverado desde el colectivo, aludiendo así al episodio de mediados de septiembre, cuando emplearon extintores para rociar con pintura naranja las seis columnas del emblemático monumento berlinés.
Las autoridades berlinesas anunciaron poco después de ese primer incidente que las labores de limpieza del monumento se retrasarían debido a que la mezcla de pintura empleada por los activistas había penetrado en la arenisca de forma más profunda de lo que se había evaluado en primer momento.
Asimismo, elevaron de 35.000 a cerca de 115.000 euros los costes de limpieza del monumento. La empresa berlinesa encargada de gestionar el mobiliario público añadió que, además del proceso penal al que se enfrentan los acusados de aquél incidente, también se reclamaría una indemnización por daños y perjuicios.
Las manifestaciones siguen