La agricultura y ganadería ecológicas van ganando terreno poco a poco. España es el primer estado miembro de la Unión Europa en superficie dedicada al sector y el quinto a nivel mundial gracias al auge que ha experimentado la producción desde la década de los 80. Sin embargo, el consumo interno no acaba de arrancar.
Por agricultura ecológica se entiende aquella que no emplea productos químicos de síntesis como fertilizantes y plaguicidas ni organismos genéticamente modificados y utiliza menos agua con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y ofrecer alimentos con todas sus propiedades naturales. En el caso de la ganadería ecológica, los animales gozan de un grado de bienestar superior al de la industrial y son alimentados con piensos ecológicos.
España dedicó casi dos millones de hectáreas a la producción ecológica en el año 2011
Estas prácticas, que nacieron de la mano del concepto de soberanía alimentaria, no llevan asociadas la apuesta por los productos de proximidad y la revalorización del trabajo de los agricultores, cuestiones que sí incluye la agroecología.
La superficie mundial dedicada a la producción ecológica alcanzó la cifra de 37,5 millones de hectáreas en 2012, dando empleo a 1,8 millones de productores y proporcionando materia prima a 64.300 establecimientos elaboradores. En España, entre 2000 y 2012 el número de hectáreas dedicadas a la agricultura y ganadería ecológica aumentó un 361% consiguiendo el récord histórico en 2011 con 1.845.039 hectáreas, sobre todo cultivo de vegetales. La comunidad autónoma que lidera el ranking es Andalucía.
Pero el sector de la agricultura ecológica tiene un duro rival. “La convivencia actual entre cultivos transgénicos y ecológicos limita el desarrollo de la producción ecológica y las perspectivas de futuro no son mejores porque la amenaza cada vez es mayor”, reconoce el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). El problema radica en que los cultivos de alimentos transgénicos no pueden coexistir junto con los ecológicos y convencionales porque esta agricultura invasiva puede contaminar a los otros mediante la polinización.
Potenciar el consumo interno
Casi el 80% de lo que se produce en España se va fuera de nuestras fronteras a países como Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y los Países Bajos –más de un 63% en forma de productos frescos–. “Es necesario seguir trabajando para consolidar los frutos recogidos hasta el momento y para hacer frente a nuevos retos, especialmente la promoción del consumo interno, el cual no ha alcanzado todavía un nivel de evolución parejo al productivo, siendo inferior al de otros países de nuestro entorno, con similar desarrollo económico”, destaca el MAGRAMA en el documento presentado el pasado mes Estrategia para el Apoyo a la Producción Ecológica.
En un período de 12 años, de 2000 a 2012, el mercado interior de productos ecológicos se ha multiplicado casi por cinco, situándose en 2012 alrededor de los 998 millones de euros, un crecimiento del 3,4% respecto al año anterior, una subida similar a la de los últimos tres años. Este aumento es consecuencia principalmente de que se partía de unos niveles muy reducidos, por tanto, “la cuota alcanzada por los productos ecológicos dentro del mercado total de alimentación y bebidas en nuestro país, es todavía limitada, al menos si se compara con lo que ocurre en otros países de nuestro entorno”, según destaca el MAGRAMA.
El MAGRAMA pretende fomentar la compra de productos 'eco' con acciones informativas
Para muestra un botón. Cada español gasta en productos ecológicos sólo unos 20 euros al año, mientras que en Estados Unidos la cifra aumenta a los 67 euros y en Alemania a los 81. Esta media, además, varía mucho por comunidades autónomas. En Cataluña, Baleares, Canarias, Navarra y Andalucía es donde más se consumen.
Una de las barreras que se encuentran los consumidores es el precio de estos artículos, en muchos casos, superior al de los convencionales. Cabe señalar que si la compra se realiza mediante grupos o cooperativas de consumo los alimentos ecológicos son más baratos que en las grandes superficies, al saltarse el canal de la distribución que es el que se lleva la gran parte del pastel.
Fomentar el consumo interno con acciones informativas es una de las propuestas de la Estrategia para el Apoyo a la Producción Ecológica, elaborada por el Gobierno con el objetivo de sacarle el máximo potencial al sector de los productos ecológicos. Asimismo, el Ministerio pretende apoyar la evolución y consolidación de la producción ecológica, impulsar la presencia de estos alimentos en la restauración colectiva, mejorar su comercialización y contribuir a la vertebración sectorial.
“Todo indica que la producción ecológica española ya es una auténtica realidad productiva, económica y empresarial; y que aún cuenta con un elevado potencial de crecimiento", señalan desde el MAGRAMA. El mercado mundial de la alimentación ecológica no deja de crecer: movió unos 46 mil millones de euros en 2011.