Redacción / EP
Jueves, 14 de septiembre de 2023
Organizaciones climáticas han convocado del 15 al 17 de septiembre manifestaciones en distintas ciudades de todo el mundo para exigir un fin "rápido, justo y equitativo" de los combustibles fósiles.
Esta ola de movilizaciones incluirá una marcha en Nueva York el 17 de septiembre, mientras los líderes mundiales asisten a la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas
¡Descarbonización Ya! Rápida, justa y definitiva
Esta ola de movilizaciones incluirá una marcha en Nueva York el 17 de septiembre, mientras los líderes mundiales asisten a la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas.
En España, Greenpeace, Fridays for Future-Juventud por el Clima, Alianza por el Clima y otras organizaciones medioambientales convocan a la ciudadanía a manifestarse colectivamente en las calles de distintas ciudades para poner fin a los combustibles fósiles, uniéndose así a la movilización global que tendrá lugar durante esa semana.
Soluciones técnicas, sociales y legislativas necesarias para afrontar el reto de la descarbonización, teniendo en cuenta la protección de la naturaleza y los Derechos Humanos
Con el lema ¡Descarbonización Ya! Rápida, justa y definitiva, estas organizaciones han firmado un manifiesto, que se leerá durante las distintas movilizaciones, en el que se recogen demandas y soluciones técnicas, sociales y legislativas que, a su juicio, "son necesarias para afrontar el reto de la descarbonización, teniendo en cuenta la protección de la naturaleza y los Derechos Humanos".
Movilización histórica a escala mundial
En Madrid, donde se celebrará la manifestación principal de España, la marcha comenzará este viernes 15 de septiembre a las 18.30 horas en la Plaza Mayor.
"La magnitud de esta movilización y los efectos devastadores, como las recientes olas de calor sin precedentes, las inundaciones mortales y el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, llaman la atención sobre la urgencia del momento"
Esta movilización "histórica" renueva y refuerza los esfuerzos coordinados a escala mundial para acabar con la era de los combustibles fósiles. "La magnitud de esta movilización y los efectos devastadores, como las recientes olas de calor sin precedentes, las inundaciones mortales y el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, llaman la atención sobre la urgencia del momento", apunta Fight Fossil Fuels, impulsor de las manifestaciones a nivel mundial.
La organización alerta de que la crisis climática "se agrava" y, en respuesta, el movimiento mundial por la justicia climática "se refuerza". "En todo el mundo nos estamos uniendo para luchar contra la industria de los combustibles fósiles y quienes la apoyan", sentencia.
¡Descarbonización Ya! Rápida, justa y definitiva (Manifesto)
El próximo septiembre Naciones Unidas celebrará en Nueva York un encuentro con el objetivo de aumentar la insuficiente ambición de los países para limitar el incremento de la temperatura global por debajo de 1,5 ºC. Ante esta cumbre, Fridays for Future-Juventud por el Clima y Alianza por el Clima han decidido hacer suyo el llamamiento internacional para exigir poner fin al uso de los combustibles fósiles de manera rápida, justa y definitiva, porque:
- El último informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático ha sido claro a la hora de establecer que, de no tomarse medidas inmediatas, antes de que termine esta década se habrá superado el límite de 1,5 ºC y se estará muy cerca de los 2ºC. A pesar de que los fenómenos meteorológicos extremos llevan años mostrando las enormes consecuencias humanas, sociales y económicas (frecuentes olas de calor y sequías, lluvias torrenciales, pérdidas de cosechas…), los gobiernos están muy lejos de fijar una reducción compatible con las indicaciones científicas y de señalar que son los combustibles fósiles el gran problema climático y cuyo uso debe desaparecer. Ante esta catastrófica dejación de funciones internacional exigimos una descarbonización mundial rápida e inmediata. A este respecto, hay que recordar que el Gobierno español, al presidir el Consejo de la UE, tiene una gran oportunidad para liderar la ambición climática de la UE cuando aún se están negociando los objetivos europeos de descarbonización para 2040.
- Una reducción de las emisiones que debe afectar a todos los sectores productivos (electricidad, industria, transporte, agricultura, residuos…), con responsabilidad mayor para los países del Norte Global. Con una elevada deuda de carbono histórica, países como EEUU, el conjunto de la Unión Europea, Canadá, Australia, Japón,… deben alcanzar la plena descarbonización de sus economías antes de 2040. Unas reducciones que en nuestro país deberían alcanzar en 2030 el 55% menos de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a las registradas en 1990. En este sentido, no nos podemos permitir ni un paso atrás en materia de política climática en nuestro territorio. No pueden proliferar macroproyectos gasísticos, necesitamos leyes climáticas más ambiciosas para afrontar la emergencia climática.
- Frente a esto, la presión de los países petroleros y gasistas, la influencia de los lobbies empresariales asociados y el "lavado verde" es cada vez mayor, hasta el punto que, por ejemplo, Emiratos Árabes Unidos, organizador de la próxima COP28, ha designado como presidente de ésta al jefe de su petrolera estatal (ADNOC). Es incomprensible que Naciones Unidas permita que los intereses de las petroleras sigan participando en las mesas de negociación climática e inadmisible para el conjunto de la sociedad civil internacional, que exige un régimen de incompatibilidades que ponga freno a los intereses fósiles y de las grandes empresas contaminantes.
- No es válida cualquier descarbonización, sino que debe atender a los principios de justicia social y económica, enfrentando la tremenda desigualdad que se manifiesta, por ejemplo, en que los más países ricos son los principales responsables de esta emergencia climática que soportamos toda la población y, especialmente, la población más vulnerable, como ha ocurrido en todas las crisis recientes.
- La justicia social y económica debe traspasar las fronteras nacionales y hacerse universal. Es justo y necesario que los países del Norte Global adoptemos las medidas y proporcionemos los recursos necesarios para que los países más empobrecidos puedan optar por modelos alternativos de desarrollo no basados en el uso de combustibles fósiles. Atender a nuestra deuda histórica como Norte Global pasa por poner fin a las relaciones que imponen a toda una ciudadanía del Sur los intereses del Norte, reparar a través de la transferencia de tecnologías, capacidades y una financiación adicional, suficiente y adecuada la elevada deuda histórica contraída.
- La actual crisis energética, que se vive mayoritariamente en el contexto europeo, ha sido una muestra clara de cómo un sistema económico capitalista y fósil ha vuelto a hacer recaer los costes de la crisis en las personas más vulnerables. El incremento del precio de los suministros energéticos, la falta de planificación detallada de la descarbonización, la incapacidad de dar respuesta a la gente que pierde su trabajo o la falta de apoyo a las familias más vulnerables para afrontar las medidas necesarias como el aislamiento térmico de las viviendas, tampoco olvidar el sufrimiento y las muertes de las personas refugiadas en el tránsito hacia el norte global, así como la políticas de acogida dignas, son una prueba clara de lo perverso que es no tomar medidas o basarlas en un sistema económico mundial que genera una gran desigualdad social a costa de la degradación del planeta. También estamos viendo cómo la desregulación y el liberalismo económico, unido a una falta de planificación, está generando un desarrollo erróneo de las soluciones necesarias, y generando en ocasiones importantes impactos ecológicos, sociales y territoriales.
Poner fin de una forma definitiva a los combustibles fósiles es imprescindible para garantizar un futuro que merezca la pena ser vivido.
Existen las soluciones técnicas, sociales y legislativas necesarias para afrontar este reto de la descarbonización, la reducción neta del consumo de energía, una transición justa para todas y el desarrollo de un mundo sostenible dentro de los límites del planeta. Solo será posible la justicia climática si va de la mano de la protección de la naturaleza y de los Derechos Humanos. Por todo ello, el próximo 15 de septiembre volvemos a las calles, nos unimos al llamamiento internacional en el que participan miles de organizaciones sociales. Una movilización que continuará hasta la próxima COP28, donde cada día en alguna parte del mundo se oirán las voces y demandas de la ciudadanía exigiendo
PONER FIN A LOS COMBUSTIBLES FÓSILES DE FORMA RÁPIDA, JUSTA Y DEFINITIVA