Un estudio de la Universidad de Queensland (UQ), en Australia, alerta de que los defensores ambientales en primera línea del conflicto por los recursos naturales están siendo asesinados a un ritmo alarmante, como crece también el número de países donde sucede.
Según la doctora Nathalie Butt, investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UQ, las 1.558 muertes registradas entre 2002 y 2017 se debieron en gran medida a la demanda externa de los mismos recursos que estaban tratando de proteger.
"Puede ser cualquiera: activistas comunitarios, abogados, periodistas, miembros de movimientos sociales, personal de ONG y pueblos indígenas, cualquiera que resista la violencia. Y lo que es más importante, los pueblos indígenas están muriendo en mayor número que cualquier otro grupo"
"El número de muertes reportadas de defensores ambientales ha aumentado, así como el número de países donde ocurren. Los defensores del medio ambiente ayudan a proteger la tierra, los bosques, el agua y otros recursos naturales", señaló.
"Puede ser cualquiera: activistas comunitarios, abogados, periodistas, miembros de movimientos sociales, personal de ONG y pueblos indígenas, cualquiera que resista la violencia. Y lo que es más importante, los pueblos indígenas están muriendo en mayor número que cualquier otro grupo", añade.
Conflicto sobre los recursos naturales
Las razones de la violencia fatal se relacionan principalmente con el conflicto sobre los recursos naturales, como el agua, la madera, la tierra para la agricultura, el desarrollo o los minerales.
Un tercio de todas las muertes entre 2014 y 2017, más de 230, se relacionaron con los sectores de minería y agronegocios. "Aunque el conflicto sobre los recursos naturales es la causa subyacente de la violencia, los análisis espaciales mostraron que la corrupción era el correlato clave de los asesinatos", detalla la doctora Butt.
En Pau D'Arco, Brasil, la policía mató a diez defensores de la tierra en mayo de 2017
"A nivel mundial, el 43% de todos los asesinatos acaban en una condena, mientras que para los defensores del medio ambiente esta cifra es solo del 10%. En muchos casos, un estado de derecho débil significa que los casos en muchos países no se investigan adecuadamente, y a veces son la policía o las propias autoridades las responsables de la violencia. Por ejemplo, en Pau D'Arco, Brasil, la policía mató a diez defensores de la tierra en mayo de 2017", denuncia la investigadora.
El papel de los consumidores
Ante esta situación, la doctora Butt reclama más transparencia y responsabilidad de las compañías multinacionales y los gobiernos, y la conciencia de los consumidores.
"Como consumidores en países ricos, que están externalizando efectivamente nuestro consumo de recursos, compartimos la responsabilidad de lo que está sucediendo. Las empresas, los inversores y los gobiernos nacionales en ambos extremos de la cadena de violencia deben ser más responsables"
"La ecología del planeta es fundamental para la producción de alimentos y recursos, de la que todos dependemos, y estamos obligados a apoyarla, de lo contrario se agotarán. Parte de este apoyo es proteger a las personas que lo protegen".
"Como consumidores en países ricos, que están externalizando efectivamente nuestro consumo de recursos, compartimos la responsabilidad de lo que está sucediendo. Las empresas, los inversores y los gobiernos nacionales en ambos extremos de la cadena de violencia deben ser más responsables", concluye.