Cada vez más evidencias apuntan a que las emisiones actuales de dióxido de carbono repercuten directamente en la disminución de la capa de hielo de los polos, lo que contribuye al aumento del nivel del mar. En Groenlandia, en concreto en la región suroeste, el deshielo se intensificará hasta finales de siglo.
Así lo revela un estudio, publicado esta semana en Nature, que predice que el declive de la masa de la capa de hielo de esa región de la isla danesa será mayor antes de 2100 que en cualquier otro momento de los últimos 12.000 años.
“Si la sociedad mundial no hace una dieta energética, es decir, no deja de emitir carbono a la atmósfera como lo hacemos en la actualidad, se fundirá una gran cantidad de la capa de hielo a un ritmo muy rápido. Esto superaría con creces cualquier evento que la capa de hielo haya experimentado en los últimos 12.000 años”, revela a Sinc Jason Briner, investigador en el departamento de Geología en la Universidad de Buffalo en EE UU.
El equipo multidisciplinar de científicos y científicas, formado por modeladores climáticos, científicos de testigos de hielo, expertos y expertas en teledetección e investigadores /as del paleoclima, simularon diferentes escenarios de cambio climático para llegar a estas conclusiones.
Gracias a sus análisis de campo y a la elaboración de modelos computacionales, pudieron reconstruir el pasado desde el inicio de nuestro periodo geológico actual, el Holoceno. De esta forma es posible comprender el presente y proyectar el futuro de la capa de hielo de Groenlandia, hasta el final de este siglo.
“Hemos construido una historia geológica muy detallada de cómo el margen de la capa de hielo del suroeste de Groenlandia se ha movido a través del tiempo midiendo el berilio-10 en rocas que se asientan en las colinas cerca de los glaciares, las llamadas morrenas”, dice el coautor Nicolás Young, investigador en el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia (EE UU).
En concreto, las nuevas reconstrucciones del clima antiguo, combinadas con mediciones de la situación actual, revelaron que hace entre 10.000 y 7.000 años se produjo un periodo de elevadas tasas de pérdida de hielo.
“Teníamos curiosidad por saber si esa disminución de la capa de hielo coincidiría con las tasas actuales previstas para este siglo. Descubrimos que no solo se igualarán esas tasas, sino que se superarán”, advierte Briner.
Capa de hielo de Groenlandia / SINC
Gigatoneladas de agua perdidas en el océano
Los investigadores han obtenido así líneas temporales de cambio de temperatura, que muestran la influencia de los gases de efecto invernadero en la Tierra a lo largo del tiempo. “Y ahora, por primera vez, tenemos una línea de tiempo larga de los impactos de esas temperaturas en forma de derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia, desde el pasado hasta el presente y el futuro. Lo que muestra es revelador”, subraya Briner.
En el peor escenario, la zona estudiada por los científicos –en la región suroeste de Groenlandia– podría perder entre 8.000 y 36.000 gigatoneladas de hielo, el equivalente a unos pocos centímetros en hielo y hasta 10 cm de subida del nivel del mar.
“Si bien no sabemos cuánto hielo perderá toda la capa, nuestras estimaciones indican que seguramente será unas dos o tres veces más que en nuestra área de estudio”, recalca el investigador. Sin embargo, lo más preocupante para los científicos es que en la situación actual de emisiones de CO2, la tasa de pérdida de masa sería unas cuatro veces los valores más altos experimentados en los últimos 12.000 años.
Aunque los hallazgos suponen una llamada de atención a reducir las emisiones de dióxido de carbono, aún es posible revertir la situación si los países logran, antes de finales de siglo, la neutralidad de carbono. Solo así la capa de hielo podrá empezar a estabilizarse.
“Con la acción de las naciones para frenar las emisiones de carbono de manera estricta habrá un menor aumento del nivel del mar no solo este siglo, sino en los siglos posteriores”, concluye Jason Briner.