Los socialistas españoles en el Parlamento Europeo han instado a la Comisión Europea a actuar para proteger el acuífero amenazado por el proyecto de Bezoya en Quintanilla de Flórez (León), Grupo Pascual.
Planta embotelladora de agua mineral con fines comerciales
Los eurodiputados Iratxe García y César Luena han dirigido una pregunta escrita al ejecutivo comunitario en la que señalan que el proyecto de instalar una planta embotelladora de agua mineral con fines comerciales se basa "en un ambiguo informe sin rigor sobre el descenso del nivel del acuífero, que no sigue el criterio histórico seguido hasta ahora".
El texto recuerda que el proyecto "se ampara en la "Ley de Aguas" de 1973 que considera el agua como recurso minero y no contempla el cambio climático, ni el deterioro de los acuíferos, ni el negocio agua".
Instan a la Comisión Europea a pronunciarse sobre la necesidad de analizar la situación del acuífero siguiendo el criterio histórico, y de emitir un "nuevo informe actualizado" e "impedir su explotación comercial"
Por este motivo los eurodiputados/as instan a la Comisión Europea a pronunciarse sobre la necesidad de analizar la situación del acuífero siguiendo el criterio histórico, y de emitir un "nuevo informe actualizado" e "impedir su explotación comercial".
Además, Iratxe García y César Luena piden a la Comisión que emprenda reformas legislativas que obliguen "a hacer mediciones durante un periodo de tiempo sobre la evolución de las masas de agua y a establecer condicionantes para suspender la extracción de agua con fines comerciales, en base a los datos recogidos, hasta que el acuífero recupere su nivel freático".
Un modelo extractivista y especulativo de un bien público
En este caso la superficie aprobada es de más de 2.000 hectáreas, afectando a los terrenos del pueblo de Quintanilla de Flórez y poblaciones colindantes.
La industria del agua embotellada se encuadra en un modelo extractivista y especulativo que basa su rentabilidad en la explotación de un bien público, un derecho humano esencial para la vida como es el agua. Un recurso cada vez más escaso debido al cambio climático que, de manera irresponsable, las administraciones públicas siguen poniendo al servicio de lucrativos negocios privados
Ecologistas en Acción León recuerda que la industria del agua embotellada se encuadra en un modelo extractivista y especulativo que basa su rentabilidad en la explotación de un bien público, un derecho humano esencial para la vida como es el agua. Un recurso cada vez más escaso debido al cambio climático que, de manera irresponsable, las administraciones públicas siguen poniendo al servicio de lucrativos negocios privados.
En este sentido el estudio de viabilidad del proyecto es esclarecedor, asegura que se obtendrán unos beneficios de entre 5 y 10 millones de euros/año a partir del 2º año de funcionamiento y que la inversión se amortizará en tan solo 9 años. Un negocio rentable como pocos, en el que el envase tiene un coste de producción muy superior al de la materia prima.
Ecologistas en Acción de León manifiesta su total rechazo a un proyecto que no aportaría ningún valor añadido, no fijaría población debido a la alta automatización de esta industria y que solo produciría una merma de los recursos hídricos de la zona y de los derechos legítimos al uso y disfrute de los terrenos, públicos y privados, que se verán afectados.
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