El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 para aumentar la conciencia medioambiental y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente. Para ello, Ecologistas en Acción premia a los que son como Atila: por donde pasan, no crece ni la hierba. Con estos premios se señala a instituciones y a sus responsables como causantes de agudizar la crisis social y ambiental.
El primer premio, Premio Atila 2023, es para el Gobierno de Canarias, por su empeño en la destrucción del territorio insular y la utilización de las instituciones públicas para la defensa de intereses privados.
El afán por defender la legalidad del hotel RIU Oliva Beach, situado en el Parque Natural de las Dunas de Corralejo (Fuerteventura), con una concesión caducada por incumplimientos y orden de derribo por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, avalada además por el Consejo de Estado, ha llevado al Gobierno de Canarias a posicionarse públicamente a favor de la permanencia del hotel, por encima de la legalidad, enfrentándose judicialmente incluso al gobierno estatal y reclamando las competencias de Costas para evitar su demolición.
Por si fuera poco, en 2023 el gobierno canario le concedió a este hotel el Premio Turismo Islas Canarias por su proyección internacional, a pesar de estar pendiente de derribo, ocupando ilegalmente el dominio público marítimo-terrestre y un espacio sobre el que recaen hasta cuatro figuras de protección: Parque Natural, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) perteneciente a la Red Natura 2000, Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Este posicionamiento en contra del interés general y a favor del interés y beneficio privados es una de las muchas actuaciones de esta institución en defensa del modelo turístico de masas que está destruyendo las islas, desoyendo a la ciudadanía y rechazando una tras otra las medidas de control y decrecimiento que se exigen de manera mayoritaria, como en las movilizaciones Canarias tiene un límite de abril, donde más de 200.000 canarias y canarios salieron a las calles a reclamar un cambio de modelo económico y social en las islas.
El segundo premio, Premio Caballo de Atila, se lo ha llevado Altri-Greenfiber, empresa promotora de la macrofactoría de celulosa, y el Gobierno de la Xunta de Galicia por impulsar este proyecto insostenible en la comarca de A Ulloa, el corazón de Galicia.
El proyecto Gama acarreará una gran contaminación para el río Ulla al que verterá las aguas residuales de la fábrica. Además, una fábrica de celulosa de estas dimensiones tendrá un grave impacto socioeconómico para un territorio con una pujante industria agroalimentaria tradicional y un creciente turismo rural por el atractivo de su patrimonio cultural (Camino de Santiago).
A pesar de la oposición al proyecto de la mayoría de la población, Altri se obstina en instalar su macrocelulosa en Palas de Rei. Amparada por la Xunta de Galicia, que ha declarado el proyecto de Interés Estratégico y exigido al Estado español que lo financie con 250 millones de dinero público.
Accésit especial
Este año el accésit especial se otorga a los gobiernos de Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja y Extremadura por gobernar en contra de la biodiversidad, de la defensa del medio ambiente, de la lucha contra la emergencia climática y la urgente transición ecológica.
Retroceso en la defensa del lobo, leyes de caza, falta de transparencia en información medioambiental, vulnerar el derecho de participación constitucional, peticiones al gobierno central de no cerrar la central nuclear de Almaraz (primera en la lista de clausura), culpar al movimiento ecologista de los incendios, el no desarrollo del plan de protección de las aves esteparias, autorizar el control del meloncillo sin justificación científica, dejar sin agua los acuíferos y ríos con la expansión del regadío, seguir impulsando proyectos destructivos basados en el cemento como son los embalses de Rial y Morales, el desinterés por la Red Natura y sus planes de gestión y, en general por los espacios naturales protegidos. Y es que lo realmente grave no es tanto lo que estas administraciones han hecho como todo lo que no han hecho.
Recogen el premio Alfonso Fernández Mañueco, Emiliano García-Page, Gonzalo Capellán y María Guardiola.
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