El avance del verano y la consecuente falta de lluvias agudiza la tendencia descendente de los embalses españoles. A 20 de agosto se cumplen doce semanas consecutivas de pérdidas en las reservas embalsadas desde principios del mes de julio, trayectoria que ha llevado los embalses españoles hasta el 52,3% de su capacidad.

Esta situación ha llevado las cifras de agua embalsada hasta los 29.312 hectómetros cúbicos, dato que es 1,5 puntos y 813 hectómetros menos que el registrado la semana pasada.

 

Evolución del agua en los embalses españoles

 

Mapa de la situación de los embalses en España por cuencas hasta el 20 de agosto de 2024 / Imagen: EA Mapa de la situación de los embalses en España por cuencas hasta el 20 de agosto de 2024 / Imagen: EA

Aunque las cifras son bastante mejores que las acaecidas en estas mismas fechas del año pasado, la caída en el verano de 2024 resulta bastante más acusada. Así, en 2023 en estas fechas se había embalsado un 38,8% de la capacidad total, 13,5 puntos menos que en la actualidad, aunque el ritmo de caída sea superior en estos últimos meses.

 

La situación por cuencas hidrográficas

 

Situación de los embalses y evolución del agua embalsada en datos a 20 de agosto de 2024 / Ilustración: EA Situación de los embalses y evolución del agua embalsada en datos a 20 de agosto de 2024 / Ilustración: EA

Una semana más prácticamente todos los ámbitos de la Península afrontan importantes pérdidas semanales con la única excepción de la pequeña cuenca del País Vasco, que no registra variación alguna. Estos descensos no impiden que las cuencas con mejores cifras sigan situadas en la cornisa norte, aunque ya con todas por debajo del 80% y tan sólo el ya citado País Vasco con un 90,5%. En cambio, las cifras de los embalses de la mitad sur se tornan más preocupantes con estos continuados descensos semanales que han llevado al Guadalete-Barbate al 23,2% y al Segura a un preocupante 18,3%.

El avance del verano empieza a dejar su huella en los embalses de la zona cantábrica, que ya caen en su totalidad por debajo del 80% a excepción del imperturbable País Vasco. En estos últimos siete días el Cantábrico Oriental ha perdido 1,3 puntos y queda con un 79,5%; el Cantábrico Occidental cae 2,2 puntos hasta el 79,2% y el Miño-Sil desciende otros dos puntos y se sitúa con un 77,1%. Un descenso similar ha afrontado la cuenca de Galicia Costa, que partía de cifras inferiores y se mantiene en un 63,0%.

En tasas de descenso similares se mueven las dos cuencas principales de la Meseta, con la caída de dos puntos del Duero, que se sitúa en un 71,7% de su capacidad, y un menor descenso del Tajo, de 1,4 décimas y para alcanzar el 62,7% de su capacidad.

En la mitad sur atlántica las caídas son algo menos acusadas, pero también más preocupantes al darse en ámbitos que partían de cifras bastante bajas. La gran excepción es el Tinto, Odiel y Piedras, cuenca de escasa capacidad que ha perdido 10,5 puntos pero aún se mantiene en un boyante 69,0%. Pero la situación resulta bastante peor en el resto de cuencas de la zona. El Guadiana ha perdido ocho décimas, aunque aún logra mantenerse en un 42,0%. La pérdida del Guadalquivir es de nueve décimas y ya se sitúa en el 34,8%, por debajo de la barrera del 35%; pero mucho más complicada es la situación del Guadalete-Barbate tras perder cinco décimas y caer hasta el 23,2%.

La vertiente mediterránea no se ha escapado de esas caídas generalizadas, con pérdidas ligeramente inferiores al punto en la mayoría de ámbitos a excepción del Ebro. La mayor cuenca de la zona ha descendido 2,4 puntos y casi 200 hectómetros cúbicos, aunque aún permanezca con el 56,1% de sus reservas. En cifras moderadas se mantiene el Júcar, con pérdidas de nueve décimas y un 43,9% de su capacidad. En números bastante más preocupantes está el resto de cuencas: Cataluña pierde nueve décimas para quedarse en el 32,3%; la cuenca Mediterránea Andaluza cae siete décimas y está en el 26,0%; y el Segura pierde otras siete décimas hasta el 18,3% de su capacidad, las peores cifras de toda la Península.