El avance del mes de julio y la llegada de las primeras olas de calor han acentuado la tendencia descendente de los embalses que ya había comenzado en el mes de junio. La semana pasada fue la octava consecutiva con descensos en una tendencia que, como suele ser habitual, protagonizará todo el verano.

 

Mapa de la evolución del agua en los embalses españoles

 

Mapa de la situación de los embalses en España por cuencas hasta el 23 de julio de 2024 / Imagen: EA

En los últimos siete días las reservas embalsadas han caído 1,6 puntos hasta quedarse en el 58,8% de su capacidad total. Esta disminución supone una pérdida de 892 hectómetros cúbicos de los alojados la semana pasada, por lo que los embalses se mantienen con 32.960 hectómetros embalsados a 23 de julio.

Este descenso es algo superior al del año pasado durante las mismas fechas, aunque la situación en la actualidad es menos alarmante, ya que el 25 de julio del año pasado los embalses tan solo alojaban un 43,4% de su capacidad, 15,4 puntos menos que el dato embalsado este año.

 

La situación por cuencas hidrográficas

 

Situación de los embalses y evolución del agua embalsada en datos a 23 de julio de 2024 / Infografía: EA

Prácticamente la totalidad de los ámbitos de la Península vuelven a afrontar pérdidas semanales una semana más, con la única excepción del País Vasco, cuenca de escasa capacidad pero que se mantiene en el 90,5% del total, lo que además la convierte en la que ostenta las mejores cifras de llenado de la Península. Además del ya citado País Vasco, las cuencas del norte de la Península mantienen las mejores cifras en sus embalses mientras que, en la mitad sur, algunos ámbitos vuelven a rondar cifras preocupantes como el 25,4% del Guadalete-Barbate y el 21,0% del Segura, las peores cifras de la Península.

A pesar de los descensos generalizados, la franja cantábrica todavía arroja cifras positivas, con el 90,5% del País Vasco y el 90,0% del Cantábrico Occidental. Algo más han notado la llegada del verano en los ámbitos del Miño-Sil (83,0%) y el Cantábrico Oriental (82,2%) mientras que el mayor descenso lo afronta la cuenca de Galicia Costa, que se queda con un 70,5% del total tras perder casi cinco puntos en la última semana.

Las dos grandes cuencas del centro de la Península también se han visto bastante afectadas por la caída del agua embalsada. Así, el Duero ha perdido 2,6 puntos, aunque aún se mantenga en el 81,7% de su capacidad; mientras que el Tajo pierde 2,2 puntos pero ya se sitúa por debajo de la barrera del 70%, con un 69,4% de su capacidad.

En la mitad sur atlántica las caídas también se han generalizado con pérdidas en torno a un punto en cada ámbito. El Tinto, Odiel y Piedras sigue como el de mayor llenado con un 82,1%, dato que se sitúa muy lejos del resto de ámbitos de la región. Mientras el Guadiana cae hasta el 45,0% y el Guadalquivir desciende hasta el 39,1%, las cifras más preocupantes son para el Guadalete-Barbate que pierde siete décimas y llega hasta un preocupante 25,4%.

La tendencia a la baja no resulta muy distinta en la vertiente mediterránea, donde todos los ámbitos experimentan descensos variados. La mayor caída porcentual y absoluta la experimenta el Ebro, que pierde 2,5 puntos hasta quedarse en un 68,2% de sus reservas.

Las caídas son algo menores en el resto de ámbitos: el Júcar pierde 1,2 puntos para bajar hasta el 48,2% mientras la cuenca de Cataluña cae 0,9 puntos y se sitúa en el 35,9%. Más alarmantes son las cifras en las otras dos cuencas mediterráneas; ya que la cuenca Mediterránea Andaluza pierde siete décimas y queda con un 28,5% y el Segura desciende más rápido aún, con un descenso de nueve décimas para quedar como la cuenca con peores cifras de la Península con un 21,0%.