El agua contenida en los embalses españoles ha crecido un 0,4% en los últimos siete días, desde el 31,4% del pasado día 18 hasta el 31,8% que contienen este martes 25 de octubre.
Evolución del agua en los embalses españoles
Este incremento semanal debido a las lluvias generalizadas de la última semana ha aportado 227 hectómetros cúbicos a los embalses, con lo que en la actualidad las reservas de los embalses ascienden a 17.826 hectómetros cúbicos.
Este incremento semanal no ha servido para frenar la descendente tendencia mensual de las reservas de agua desde el cierre del mes de abril, cuando llegaron a la reserva máxima anual con un 49,6% del total, sin siquiera haber llegado a alcanzar el 50% de su capacidad este año.
Comparando las cifras de cierre de octubre del año pasado, los números de 2021 eran ligeramente mejores, con un 38,8% de la reserva total, siete puntos por encima del 31,8% del total embalsado con el que se cierra octubre de 2022.
La situación por cuencas hidrográficas
La situación de los embalses por cuencas hidrográficas no es mucho mejor, ya que ninguna de las cuencas de la Península se encuentra por encima del 70% de su capacidad.
Las tres cuencas con mejor situación son las tres de menor capacidad: la del País Vasco con un 66,7%, la de Tinto, Odiel y Piedras con un 65,1% y la del Cantábrico Oriental con el 63,0%. Ninguna otra cuenca se sitúa por encima del 60%.
Por el lado contrario, destaca la dramática situación de las dos principales cuencas de la mitad sur, la del Guadiana y el Guadalquivir, con un 23,2% y un 18,8% del total, respectivamente.
Los embalses de la vertiente atlántica norte son los que tienen una situación algo más desahogada, con el Cantábrico Oriental, Cantábrico Occidental, Galicia Costa y País Vasco por encima del 50% de llenado.
Algo más complicada es la situación de la cuenca del Miño-Sil, la de mayor capacidad de la zona y ligeramente por encima del 41%. Esta situación se va volviendo más trágica si nos desplazamos hacia el sur. La cuenca del Duero apenas supera el 30% gracias a las lluvias de la última semana que aportaron un 1%; al igual que le ocurrió a la cuenca del Tajo, que logra mantenerse por encima del 35%.
Pero la situación no mejora en las cuencas del Guadiana, Guadalete-Barbate y Guadalquivir, todas por debajo del 25%, culminando en el paupérrimo 18,8 del Guadalquivir. Una excepción en esta terrible situación es el 65,1% de la pequeña cuenca del Tinto, Odiel y Piedras.
En la vertiente mediterránea, la mejor situación es la de la cuenca del Júcar, con un 52,4% de su capacidad embalsada. El resto de cuencas presentan una situación casi uniforme, oscilando sus cifras en torno al 35%, y destacando el ligero crecimiento durante la última semana de la cuenca del Ebro, la de mayor capacidad de la vertiente mediterránea, impulsada hasta un 35,1% de su capacidad.
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