La situación de los embalses españoles continúa con su tendencia descendente, cada vez más preocupante en algunos ámbitos. Las altas temperaturas del verano y la falta de precipitaciones hacen que prosiga la caída de las reservas embalsadas, que en los últimos siete días han perdido 1,2 puntos hasta situarse en un 42,2% del total, nueva cifra mínima de lo que va de año.
Mapa de la evolución del agua en los embalses españoles
Es de esperar que la tendencia a la baja continúe, al menos, durante todo lo que queda de agosto, mes que cerró el año pasado con un 35,9% del total y que, a estas mismas alturas de 2022, albergaba el 40,4%, cifra casi dos puntos por debajo de la actual.
Así, en la última semana los embalses españoles han perdido 692 hectómetros cúbicos, lo que deja las reservas de agua en 23.637 hectómetros, un 42,2% de la capacidad total.
La situación por cuencas hidrográficas
De nuevo las caídas de las reservas han afectado a todas las cuencas de España, aunque, por su mayor porcentaje de llenado, las menos afectadas son las de la cornisa norte, donde aún se encuentran las tres cuencas con mayor porcentaje embalsado de España: Cantábrico Occidental y Cantábrico Oriental, por encima del 80%, y el País Vasco que aún se sitúa sobre la barrera del 70%.
En cuanto a las cuencas con menores reservas, la grave situación de las mismas se sigue agravando, con cinco ámbitos por debajo del 30% y una situación ya alarmante en el Guadalquivir (21,1%) y el Guadalete-Barbate (19,4%).
En la cornisa norte ha habido caídas generalizadas, con la mayoría de cuencas cayendo cerca de un punto, siendo la excepción el País Vasco que ha perdido 4,8 puntos por su escasa capacidad. Así, Cantábrico Occidental (87,3%) y Cantábrico Oriental (84,9%) se mantienen como los dos ámbitos con mayor porcentaje de llenado, sosteniéndose el resto de la zona en cifras cercanas al 70%.
Las caídas son más acusadas en la Meseta, con el Duero y el Tajo descendiendo de manera importante: 1,8 puntos el Duero hasta el 53,7%, y 1,4 puntos el Tajo hasta el 51,8% del total.
Esta situación ya se vuelve dramática en las cuencas de la mitad sur atlántica, no alcanzando el 30% ninguna de ellas, excepción hecha del 64,6% del pequeño ámbito de Tinto, Odiel y Piedras. El Guadiana ha perdido siete décimas para quedarse con un 26,9%, misma cifra que desciende el Guadalquivir hasta el 21,1%, siendo mayor aún la caída de ocho décimas del Guadalete-Barbate para quedarse incluso por debajo del 20% (19,4%).
En el Mediterráneo las pérdidas son también generalizadas, sufriendo la mayor caída porcentual y absoluta la cuenca del Ebro, que pierde 2,2 puntos hasta un 47,3% de su capacidad. Las pérdidas también alcanzan los 1,1 puntos en el Júcar para permanecer con un 52,9%. Si bien en el resto de ámbitos las pérdidas porcentuales son algo menores, la situación es mucho más compleja, con cifras descendentes y en torno al 30%: el Segura con un 31,4%, la cuenca Mediterránea Andaluza con un 29,6%, y Cataluña con un 28,1% de su capacidad.