El verano y las sucesivas olas de calor que ha sufrido España durante el mes de julio han provocado la vertiginosa caída de las aguas embalsadas a la que asistimos cada verano.
En los últimos siete días las reservas han caído 1,3 puntos hasta llegar al 43,4% del total, cifras mínimas de 2023.
Mapa de la evolución del agua en los embalses españoles
A tenor de las previsiones meteorológicas para lo que queda de verano, la cifra continuará su descenso durante el mes de agosto. A pesar de las malas cifras y la considerable caída, las reservas actuales son ligeramente mejores que el año pasado en estas mismas fechas, cuando la capacidad de los embalses acogía sólo un 41,9% del país.
Con esta situación, los embalses han perdido 714 hectómetros cúbicos en los últimos días, afectando en mayor medida a la vertiente Atlántica (486 hectómetros perdidos) frente a la Mediterránea (228 hectómetros). Así, las reservas de agua a 25 de julio se sitúan en un total de 24.369 hectómetros cúbicos, un 43,4% de la capacidad total.
La situación por cuencas hidrográficas
+
En una semana de caídas generalizadas en todas las cuencas de España a excepción del País Vasco, que se mantiene inalterable, los mayores porcentajes de agua embalsada continúan en la cornisa norte, donde se sitúan las tres únicos cuencas por encima del 70% de su capacidad: Cantábrico Occidental (88,2%), Cantábrico Oriental (86,3%) y el ya mencionado País Vasco (76,2%).
En el otro extremo de la balanza están las cuencas del sur y Cataluña, con cuatro ámbitos por debajo del 30%: Cataluña, Guadiana, Guadalquivir y el Guadalete-Barbate que apenas supera el 20%.
Dentro de este complejo panorama de caídas, los embalses menos afectados son los de la cornisa norte, con la mayor cuota de llenado aunque, en su mayoría, con menor capacidad. A pesar de las caídas en torno a un punto, Cantábrico Occidental y Oriental se mantienen por encima del 85% y el País Vasco está aún por encima del 75%. Por su parte, Galicia Costa y Miño Sil todavía se encuentran cerca de la barrera del 70%.
La situación se vuelve más compleja ya en la Meseta Norte, donde Duero y Tajo continúan su descenso, de 2,4 puntos en el Duero (55,5%) y de 1,3 puntos en el Tajo (53,2%).
Continuando hacia el sur la situación es mucho más preocupante ya que, con la habitual excepción del Tinto, Odiel y Piedras, el resto de ámbitos no llegan al 30% de su capacidad. El Guadiana ha perdido seis décimas para situarse con el 27,6% del total, misma cifra que han perdido la cuenca del Guadalquivir y del Guadalete-Barbate para quedarse con unos paupérrimos 21,8% y 20,2%, respectivamente.
La situación no es mucho más boyante en el Mediterráneo. La única cuenca de la vertiente que supera el 50% de su capacidad es el Júcar, con un 54,0%. Por detrás se mantiene el Ebro, que esta semana perdió 2,1 puntos para quedarse con un 49,5%. Y la situación ya es mucho más complicada en el Segura (32,4%), Cuenca Mediterránea Andaluza (30,3%) y Cataluña (29,1%), que tras una breve recuperación vuelve a entrar en baremos preocupantes.