A finales de 2019, el cóndor andino fue declarado en peligro de extinción por múltiples factores, entre ellos una tardía reproducción, su longevidad, y una gran dificultad a la hora de alimentarse de carroñas en un hábitat andino tan extremo como el de Ecuador, donde los paisajes montañosos han limitado los recursos tróficos.
En condiciones naturales, sin que el hombre intervenga en su medio, el cóndor andino ya lo tiene difícil. En Ecuador, se intuye que otros causantes de su mortalidad pueden ser la escasez de estudios entorno a la especie, y lo que se considera actualmente como la causa más importante, el envenenamiento o los ataques con disparos, lo cual radica en un conflicto con el ser humano.
Ante esta problemática surge el Programa de Conservación del Cóndor Andino en Ecuador, (PCCAE), una iniciativa de conservación impulsada por la Asociación ACCIPITER, que tiene como principal objetivo proporcionar información con base a varios proyectos para así colaborar con la conservación de esta especie.
Freddy Gallo, biólogo y coordinador del proyecto, explica que lo que empezó como una manera informal de hacer salidas de campo para observar cóndores, se ha convertido en algo bastante grande: “empezamos a encontrar cosas muy interesantes y a tramitar los permisos de investigación que eran necesarios, y a partir de esas necesidades, de tener un respaldo institucional, se fueron sumando más personas”, indica.
En este programa colaboran varias instituciones entre fundaciones y universidades, que aportan desde su fuerte en especialización científica a las distintas líneas de trabajo que se han propuesto.
Análisis genéticos y filogenéticos de la especie
Jennyfer García, científica del Centro de Investigación Genética y Genómica de la Universidad UTE, explica que la genética ayuda a la conservación del cóndor, “tal vez hay muchos individuos, pero genéticamente no es tan diverso, según el último censo existen alrededor de 90 a 100 cóndores, pero no sabemos dentro de éstos cuántos son hermanos, primos y si estos se están reproduciendo entre ellos (endogamia)”.
En el centro investigan la relación entre individuos a través de secuencias cortas repetitivas, en las que se mide el nivel de parentesco según la similitud entre dichas secuencias en el ADN mitocondrial: entre mayor similitud, mayor parentesco.
“No es bueno que se reproduzcan entre hermanos o primos, queremos que se reproduzcan entre lo más lejanos posibles para que la diversidad genética aumente y salvar a la especie de la extinción¨, explica García. Además, los estudios filogenéticos ayudarán a establecer relaciones evolutivas entre el cóndor andino y otras especies cercanas, como por ejemplo el cóndor californiano.
Percepción social sobre el cóndor andino en las comunidades
"Cuando a un animal lo meten en el escudo nacional parece que lo están condenando a la extinción", explica Roberto Sánchez, quien también forma parte del programa de conservación del cóndor andino.
Según Sánchez, los ganaderos están colocando veneno en el campo porque hay fauna que ataca a su ganado, como pumas, osos, e incluso perros ferales y no hay un sistema de defensa para ellos, así que optan por poner veneno, aunque sea ilegal.
Parte de los objetivos de este programa de conservación también es la comunicación con las comunidades, para brindarles otras opciones de protección para su ganado y mantener una relación más amigable con el medio ambiente, y sobre todo una buena convivencia con el cóndor andino.
Rastreadores satelitales
Otro de los planes del programa es marcar la primera pareja de cóndor andino en el mundo, Roberto Sánchez indica que el objetivo es capturar pájaros adultos, equiparlos con los transmisores y estudiar su comportamiento en pareja, reproductor, y cuáles son sus áreas de campeo.
Los rastreadores satelitales son de mucha utilidad debido a las condiciones geográficas complejas del país, “Nunca se va a saber una cifra real de cuántos cóndores hay en Ecuador porque hay decenas de quebradas que son inaccesibles y eso complica mucho, afirma Roberto Sánchez, experto en esta área.
Financiamiento del programa
Respecto a su forma de financiamiento, Freddy Gallo afirma que no existe personal contratado dentro del programa, “todo es ad honorem 100%, se lleva a cabo sin percibir ninguna retribución económica”, indica. De momento este equipo trabaja de manera voluntaria, aunque su plan es acceder a un financiamiento en privado.
Actualmente, Ecuador es el quinto país del mundo en biodiversidad de aves, sin embargo, no existen muchos estudios, “El cóndor andino es cómo la imagen de todas las especies que van por debajo, es increíble que pese a la relevancia que tiene esta especie no sea investigada y no sea estudiada”, indica Freddy Gallo.