El Día Internacional de Conservación del Ecosistema de Manglares 2024 se conmemora el 26 de julio. Estos ecosistemas imprescindibles aportan beneficios para el bienestar, la seguridad alimentaria y la protección de comunidades costeras en todo el mundo. Esta celebración tiene como finalidad motivar a organizaciones y comunidades de regiones tropicales costeras a emprender acciones que contrarresten su degradación.
- Orígenes de la celebración
- Más del 50 % de los manglares desaparecidos en los últimos 40 años
- Árbol retorcido, entre lo terrestre y lo acuático
- Ecosistemas únicos con una gran biodiversidad y beneficiosos para el medio ambiente
- Importancia de la educación y la concienciación en la conservación de los manglares
Orígenes de la celebración
En el año 2015 la Conferencia General de la Unesco pidió formalmente a la directora general de este organismo que se decretara el 26 de julio como Día Internacional de la Defensa de los Manglares, propuesta que fue aprobada al año siguiente. Esta fecha honra la memoria del activista ambiental Hayhow Daniel Nanoto, quien falleció de un paro cardiaco en 1998 mientras defendía los manglares en Ecuador. La celebración de este día es impulsada por Ecologistas en Acción y la Red Manglar Internacional, organizaciones comprometidas con la protección del medio ambiente. El objetivo principal es detener el avance de empresas mercantilistas que comercian con la naturaleza sin considerar los daños y deterioros causados.
Más del 50 % de los manglares desaparecidos en los últimos 40 años
Se trata de ecosistemas en grave peligro que fueron declarados áreas de preservación permanente en 1965. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), más del 50 % de los manglares han desaparecido en los últimos 40 años debido a la sobreexplotación de la industria camaronera y otras actividades humanas. También según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desde 1980 se estima que se han perdido alrededor de 1,5 millones de hectáreas de manglares debido a la expansión de granjas de camarones, que son muy demandados a nivel internacional.
Además de la industria camaronera, existen otras actividades humanas que también contribuyen a esta situación. Entre ellas se encuentran la agricultura y ganadería, la construcción de carreteras, la deforestación y tala de árboles, la acuicultura sin regulación, los derrames de petróleo y un turismo poco sostenible.
Es importante destacar que más de 100 millones de personas en todo el mundo viven en las proximidades de los manglares y dependen de ellos para su subsistencia y bienestar. Estas comunidades locales encuentran en los manglares recursos esenciales para su alimentación, refugio y medios de vida. Por tanto, la protección y conservación de estos valiosos ecosistemas no solo beneficia a la biodiversidad y el medio ambiente, sino que también es vital para el bienestar y la sostenibilidad de las poblaciones humanas que los rodean.
Árbol retorcido, entre lo terrestre y lo acuático
Los manglares son un tipo de ecosistema costero que se encuentra en regiones tropicales y subtropicales del mundo. Se trata de áreas pantanosas o de marismas que están dominadas por árboles y arbustos adaptados a vivir en ambientes salinos o de agua salobre. Sus árboles se llaman mangle y suelen estar compuestos por una o varias especies. La palabra mangle procede de los indígenas guaraní, y significa “árbol retorcido”. Se les considera “transitorios” ya que se encuentran entre el ámbito terrestre y el acuático y, además, su agua no es ni dulce ni salada, sino una mezcla de ambos tipos.
Existen varios tipos de manglares, que se pueden clasificar según su ubicación y características:
- Manglares riberinos: Se desarrollan en estuarios asociados a los ríos1
- Manglares de cuencas: Crecen en llanuras costeras de pobre drenaje.
- Manglares de borde o islote: Se encuentran en las costas, en bahías, lagunas arrecifales o rodeando islas.
- Manglares enanos: Nacen en terrenos con muchas limitaciones para el crecimiento y desarrollo.
Además, se subdivide en dos grandes tipos: los manglares occidentales y los manglares orientales, con 49 ecorregiones de manglar delimitadas, 40 en la región occidental y 9 en la oriental.
Actualmente, abarcan 15,2 millones de hectáreas en más de 120 países. Los mayores mangles están en Brasil y México, pero se pueden ver también en casi toda Latinoamérica, el Caribe, África, Asia y Oceanía.
Ecosistemas únicos con una gran biodiversidad y beneficiosos para el medio ambiente
Los manglares son ecosistemas extraordinarios y altamente productivos que albergan una gran biodiversidad. Además, desempeñan diversas funciones ecológicas y proporcionan una serie de beneficios vitales para el medio ambiente y las comunidades que dependen de ellos
- Árboles adaptados. Los árboles y arbustos de los manglares han desarrollado adaptaciones para tolerar altos niveles de salinidad y periodos de inundación diaria por la marea.
- Raíces aéreas. Muchas especies de manglares tienen raíces aéreas que sobresalen del suelo y les permiten tomar oxígeno del aire, ya que el suelo pantanoso carece de suficiente oxígeno.
- Biodiversidad: Son hogar de una vasta variedad de flora y fauna, ofreciendo nichos ecológicos únicos dentro de sus complejas estructuras radiculares y el ambiente húmedo y pantanoso que crean.
- Barrera protectora. Los manglares actúan como barreras naturales que protegen las costas de la erosión y los impactos de eventos climáticos extremos, como tormentas y huracanes.
- Hábitat para los animales: Proporcionan hábitats esenciales para diversas especies de peces, crustáceos, aves y otros animales, lo que los convierte en viveros y lugares de alimentación importantes para muchas especies marinas.
- Ciclo de nutrientes. Contribuyen al ciclo de nutrientes al atrapar sedimentos y materia orgánica, enriqueciendo el ecosistema y proporcionando alimento para diversas formas de vida.
- Secuestro de carbono: Se destacan por su eficiencia como depósitos de carbono, absorbiendo cantidades significativas de dióxido de carbono (CO2) y almacenándolo en su biomasa y en el suelo, contribuyendo al combate contra el cambio climático.
- Apoyo a comunidades locales: Ofrecen recursos vitales como alimentos provenientes de la pesca, materiales de construcción, madera y medicamentos tradicionales, pertinentes para la supervivencia y el desarrollo sostenible de las comunidades cercanas.
- Turismo y recreación: Poseen un alto valor turístico y recreativo, atrayendo actividades como el ecoturismo, la observación de aves, kayaking y el encuentro con la vida silvestre, fomentando así el desarrollo económico local.
Por todo esto, su conservación y restauración son fundamentales para garantizar un futuro sostenible tanto para la naturaleza como para el ser humano.
Importancia de la educación y la concienciación en la conservación de los manglares
La educación y la concienciación pública son esenciales para la conservación de los manglares. Programas educativos dirigidos a comunidades locales y el público general pueden destacar la importancia ecológica y económica de estos ecosistemas, promoviendo prácticas sostenibles.
Las campañas de concienciación, como talleres y visitas guiadas, permiten experimentar la riqueza de los manglares. Colaborar con instituciones educativas y ONG amplía estos esfuerzos, combinando el conocimiento tradicional de las comunidades locales con enfoques científicos modernos para desarrollar estrategias de conservación más efectivas.
La participación de las comunidades en la gestión y vigilancia de los manglares es crucial. Iniciativas como áreas de conservación comunitaria y programas de monitoreo participativo permiten a las comunidades proteger su entorno natural.
Promover políticas y marcos legales que respalden estos esfuerzos educativos es fundamental. Los gobiernos deben reforzar leyes de protección y proporcionar recursos para la educación ambiental. La cooperación internacional también es clave, ofreciendo apoyo financiero y técnico.