El 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre 2025, también conocido como Día Mundial de la Naturaleza, una efeméride que pretende concienciar del valor de la fauna y la flora salvajes. El lema de este año 2025 es `Financiación de la conservación de la vida silvestre: Invertir en las personas y el planeta´.
El 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General de la ONU estableció el 3 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre, con el propósito de aumentar la conciencia sobre la importancia de la fauna y la flora salvajes. Esta fecha conmemora la aprobación en 1973 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), una pieza clave en la protección de las especies frente al comercio internacional.
Anteriormente, el día había sido designado como Día Mundial de la Vida Silvestre en una resolución de la Conferencia de las Partes en la CITES, durante su 16ª reunión en Bangkok en 2013. Con la participación de 183 estados miembros, la CITES sigue siendo una herramienta crucial para la conservación de la biodiversidad, regulando el comercio de la fauna y la flora silvestres.
En 2025 la celebración se centra en la financiación
Este 2025 el tema del día internacional es Financiación de la conservación de la vida silvestre: Invertir en las personas y el planeta", busca explorar cómo trabajar juntos para hacer que los flujos financieros -actualmente insuficientes - sean más eficaces y sostenibles.
Con más de un millón de especies en riesgo de extinción y ante el agravamiento de la triple crisis planetaria, la financiación innovadora para la conservación de la vida silvestre es una necesidad inmediata. El menaje de este año busca resaltar la importancia de proteger nuestra biodiversidad tanto para las personas como para el planeta. Desde las estepas hasta los arrecifes de coral, los animales y plantas silvestres juegan un papel crucial en la sostenibilidad de los ecosistemas, la regulación de los procesos naturales y el apoyo a la biodiversidad.
La vida silvestre proporciona servicios esenciales que son fundamentales para los medios de vida humanos y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El Marco Mundial para la Diversidad Biológica Kunming-Montreal ha revitalizado el esfuerzo global para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, con objetivos ambiciosos que incluyen la movilización de al menos 200.000 millones de dólares en flujos financieros para la biodiversidad y la eliminación de subsidios perjudiciales por un valor de al menos 500.000 millones de dólares anuales para 2030.
La financiación de la conservación es un desafío monumental que exige un enfoque colaborativo y multifacético. Para lograrlo, es esencial crear condiciones que faciliten el financiamiento, construir confianza entre los actores involucrados y aplicar estrategias que involucren a gobiernos, instituciones financieras, empresas y la sociedad civil. Es fundamental tener en cuenta las necesidades y el conocimiento de los pueblos indígenas, las comunidades locales, las mujeres y los jóvenes en este esfuerzo global.
El 3 de marzo tendrá lugar un evento online organizado por la ONU para celebrar este día en pro de la vida silvestre.
Principales amenazas para la vida silvestre
Nos encontramos con una serie de desafíos que amenazan la supervivencia de la vida silvestre en nuestro planeta y plantean un grave peligro para los ecosistemas y las especies que dependen de ellos.
La pérdida de hábitat figura entre las principales preocupaciones, con la transformación de tierras naturales en áreas urbanas y agrícolas que reduce drásticamente los espacios disponibles para la vida silvestre. A esto se suma la fragmentación del hábitat, provocada por la construcción de infraestructuras que dividen y aíslan poblaciones animales, dificultando su supervivencia.
La contaminación, ya sea del aire, agua o suelo, también ejerce una presión considerable sobre la vida silvestre. Los productos químicos tóxicos alteran los ecosistemas, enferman a los animales y alteran su comportamiento, amenazando su capacidad de reproducción y supervivencia.
El cambio climático añade una capa adicional de complejidad, con el aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación que afectan directamente a los hábitats naturales y ponen en riesgo las especies que dependen de ellos.
Por otro lado, la introducción de especies invasoras representa una amenaza significativa para la vida silvestre autóctona, compitiendo por recursos y espacio, propagando enfermedades y depredando sobre las poblaciones locales.
La explotación insostenible de recursos naturales, como la pesca y la caza, junto con la caza furtiva y el tráfico ilegal de animales y partes de animales, completan el panorama de amenazas que enfrenta la vida silvestre en todo el mundo.
Estos desafíos, interrelacionados y complejos, requieren acciones concertadas a nivel global para abordarlos de manera efectiva. Desde la conservación de hábitats hasta la regulación del comercio de especies y la reducción de la contaminación, es crucial tomar medidas decisivas para proteger la vida silvestre y preservar la riqueza natural de nuestro planeta.
A las puertas de la sexta extinción masiva del Holoceno
Se vislumbra una sombría perspectiva en el horizonte de la biodiversidad global, con la posibilidad de una sexta extinción masiva, también conocida como la "extinción masiva del Holoceno", según advierten numerosos expertos y defensores del medio ambiente.
El informe de la ONU del año 2019 sobre la biodiversidad arroja cifras alarmantes: se estima que alrededor de un millón de especies están amenazadas, como resultado directo de la influencia humana y los efectos del cambio climático.
La naturaleza se deteriora a una velocidad nunca vista por culpa de nuestra demanda de más comida y combustible. Un 75 % de los ecosistemas terrestres y un 66 % de los marinos ya están “gravemente alterados”. Más de un 85 % de los humedales que existían en 1.700 se han perdido. El informe asegura que esta tendencia se puede frenar, pero sólo “con cambios transformadores” en todos los aspectos de nuestras interacciones con la naturaleza.
"Lista Roja de Especies Amenazadas" de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) resalta que más de 44.000 especies están en riesgo de extinción, es decir el 28 % de todas las conocidas hoy en día. A la cabeza de este peligro están las cícadas (70 %), seguidas de los anfibios (41 %), los tiburones y rayas (37 %), los arrecifes de coral (36 %), las coníferas (34%), los crustáceos seleccionados (28 %), los mamíferos (26 %), los reptiles (21 %) y las aves (12 %).
En el contexto de este día mundial nos enfrentamos a una encrucijada crítica para el futuro de nuestro planeta que nos invita a reflexionar sobre la urgencia de actuar frente a las crecientes amenazas que enfrenta la biodiversidad. Desde la pérdida de hábitat hasta la contaminación y el cambio climático, los desafíos son abrumadores y complejos. Sin embargo, en medio de esta crisis, encontramos un rayo de esperanza: la posibilidad de tomar medidas transformadoras y unirnos en un esfuerzo global para proteger y preservar nuestra invaluable herencia natural. El llamado es claro: debemos enfrentar esta realidad con valentía y determinación, comprometiéndonos a salvaguardar la vida silvestre para las generaciones venideras. La hora de actuar es ahora, antes de que sea demasiado tarde.