Conocida popularmente como morra, Cynara tournefortii está incluida dentro de la Lista Roja de la Flora Vascular Española (2008) y el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España (2006).
Habita en terrenos margosos y campos de cultivo por lo que el uso generalizado de herbicidas y otras prácticas agrícolas han provocado que se encuentre en peligro crítico de extinción.
La pérdida de hábitat, su lenta tasa de crecimiento y limitada capacidad competitiva, el paso de ganado y la predación de semillas por larvas de Terellia fuscicornis son otras causas de su extinción.
Gracias a las técnicas del Real Jardín Botánico (RJB) del CSIC se ha conseguido que florezca un ejemplar de esta planta en las instalaciones del jardín. Su plantación se inició en 2011 con el objetivo de recuperar y dar a conocer este endemismo ibérico que se encuentra en peligro de extinción.
Esta especie críticamente amenazada a escala nacional, localizada en el centro y sur de la península ibérica, ha formado parte del proyecto Phoenix 2014, un programa estatal de cultivo ex situ de especies amenazadas en el que participa el RJB-CSIC junto a 15 jardines botánicos españoles y otros centros de conservación vegetal integrados en la Asociación Iberomacaronésica de Jardines Botánicos (AIMJB).
Según señala Nuria Prieto, técnica del RJB-CSIC que, junto a Silvia Villegas, responsable de servicio del Banco de Germoplasma del Real Jardín Botánico, “se ha conseguido uno de los objetivos del programa: el desarrollo de los protocolos de germinación y cultivo de las especies más amenazadas de la flora española en los viveros de los jardines”.
Los otros dos objetivos del proyecto son “el conocimiento del momento más adecuado para introducir la planta con éxito en su hábitat natural y la exposición de una muestra de la especie en las colecciones del Jardín Botánico contribuyendo a crear una conciencia social sobre el problema creciente de la pérdida de biodiversidad a través de su divulgación”, recalca Villegas.
El año de su última localización en su hábitat
La última vez de la que se tiene información del redescubrimiento de esta especie en su hábitat natural fue en 2016 en la provincia de Sevilla, en la zona de transición entre las comarcas naturales de la Vega del Guadalquivir y la Sierra Norte, un territorio donde, además, nunca antes había sido localizada. Fue un estudio llevado a cabo por los investigadores José Luis Medina-Gavilán y Francisco Delgado Román.
El trabajo de las dos técnicas del RJB-CSIC con esta especie se inició en 2010 con el estudio de dos poblaciones, una cerca de la playa de Bolonia y otra en Alcalá de los Gazules, ambas en la provincia de Cádiz.
Nuria Prieto recuerda que también había en esas fechas tres poblaciones en la provincia de Madrid, en Paracuellos del Jarama, Coslada y en Bosquesur, en el término municipal de Leganés, con alto riesgo de desaparición debido a la urbanización y las malas prácticas de conservación.
Junto a esta especie, el Real Jardín Botánico investiga también en la actualidad sobre otra especie amenazada, Lapiedra martinezii, y también lo ha hecho, estudiando sus protocolos de germinación, con Thymelaea lythroides, Malvella sherardiana, y Astragalus nitidiflorus, igualmente amenazadas.